Fuentes consultadas por Diario16 han indicado que la declaración en la Audiencia Nacional de Miguel Escrig, exdirector general financiero del Banco Popular fichado por Emilio Saracho, se ha caracterizado por argumentos endebles, poco solventes y con poca credibilidad. Sin embargo, tal y como publicábamos en estas páginas, Escrig también se ha desmarcado de Saracho aunque, en ocasiones, ha pretendido pasar por encima de cuestiones que afectaban al expresidente que lo contrató.

Según confirman las mismas fuentes, Escrig reconoció dos aspectos muy importantes sobre la presencia del Santander en la operación. En primer lugar, afirmó que, a pesar de que el banco presidido por Ana Patricia Botín se retiró del proceso de venta abierto por Saracho por falta de interés, tal y como señaló Rodrigo Echenique, el Santander continuó accediendo a la Virtual Data Room(VDR), por lo que siguió recibiendo información confidencial. Este hecho es sorprendente, puesto que no se debería haber permitido que algo así ocurriera, sobre todo porque los datos publicados en dicha VDR pudieron ser utilizados en la generación del Proyecto Neptuno y en la valoración que se pudiera hacer de cara a la presentación de la oferta tras la resolución.

En segundo término, y en referencia al hecho relevante de la reexpresión de las cuentas de 2016, Miguel Escrig ha reconocido que se produjo una reunión en las oficinas de Uría y Menéndez, el despacho de abogados de cabecera del Santander. Ante una declaración de este tipo, las mismas fuentes señalan a Diario16 que el juez Calama le ha preguntado la razón por la que dicha reunión no se produjo en la sede del Popular, que tendría estupendas salas para ello, a lo que Escrig ha respondido que lo hicieron por un tema de confidencialidad.

¿Confidencialidad para qué o para quién? ¿No quería Saracho que nadie en el Popular se enterara de lo que se estaba pergeñando? En este punto, Escrig ha confundido confidencialidad con opacidad, sobre todo después de la importancia que se dio a ese hecho relevante y las graves consecuencias que tuvo para el valor de la acción y la liquidez. Una reexpresión que, además, apena tuvo impacto en las cuentas, tal y como se puede comprobar en los resultados presentados del primer trimestre de 2017.

Por otro lado, ha sorprendido mucho el momento en que Saracho se puso en contacto con Escrig para ficharle. Según ha afirmado en la Audiencia Nacional, el encuentro se produjo en diciembre de 2016 en las oficinas de JP Morgan en Madrid y estuvo presente, además de Saracho, Enrique Casanueva, el hombre que dejó el banco de inversión norteamericano unos días después de la resolución del Popular. Hay que recordar que Escrig ya trabajó en JP Morgan, entidad de la que pasó al Santander antes de incorporarse a Telefónica.  

Respecto a las informaciones negativas que salían del Popular y a los buenos datos que presentó el banco en ese primer trimestre, Escrig ha querido quitar importancia a esas noticias positivas que se podrían haber dado ese día y ha entrado en contradicciones intentando, quizá, apoyar la posición de Saracho.

En otro orden, Miguel Escrig ha sido preguntado por la razón por la que se paralizó el Plan de Negocio de 2016 y no ha sabido contestar, agarrándose a que Saracho lo que le había encargado era una ampliación de capital. También ha reconocido, en este punto, que mantuvo contactos con distintas entidades para esa operación, pero sin entrar a fondo en el asunto.

Escrig, además, ha afirmado que Saracho tenía la impresión de que al banco le faltaba capital y que por esta razón le ordenó investigarlo. Sin embargo, el exdirector general financiero del Popular ha reconocido que ni siquiera miró las cuentas para ello. Ante una respuesta así, el juez Calama le pidió una aclaración sobre este punto porque no era creíble lo que Escrig había dicho.

En referencia a la venta de activos por parte del Santander, ha reconocido que esa operación con BlackStone provocó pérdidas por hacerse en lote. Sobre los activos inmobiliarios y las tasaciones, Escrig ha sido contradictorio puesto que, por un lado, ha afirmado que pudieron haber encontrado alguna tasación sobrevalorada pero que no comprobó ni los procedimientos utilizados ni la homologación de las tasadoras, y, por en otro sentido, ha señalado que Saracho les ordenó que realizaran una serie de trabajos que quedaron inconclusos.  

2 COMENTARIOS

  1. Este individuo no comprobaba nada de nada.
    Solo estaba para comprobar sus sueldos.
    Señor Calama, llame a los de Uría y Menéndez, – Manuel Echenique Sanjurjo, hijo de Rodrigo Echenique Gordillo, socio de Uría y Menéndez despacho de abogados afines a B. S. haber que mentiras piadosas sueltan, si es que saben algo sobre el asunto-.
    Otro que debe ser llamado es al mayor cobarde de España, mariano rajoy brey, consentidor de lo que hizo su ministrillo, el luis de guindos jurado. -actualmente estamos con el mamporrero del sabio economista y el moñudo arruinando a España-, por su culpa al dimitir.
    Y que pasa con la firma falsificada del ladrón que atiende por Emilio Saracho Rodríguez de Torres.
    María-José García Valdecasas-Dorrego, Responsable en la JUR, abogada del Estado y
    Santiago Jiménez García, Abogado del Estado ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en calidad de Agente, en apoyo de la Junta Única de Resolución, por parte del PP.
    Y el remate sería ya con la híbrida Elke König, Presidenta de la JUR.

  2. Por Dios, este país se parece a la cueva de Alí Baba, pero que cojones hace la fiscalía, para que sirve la política, ya no digamos los jueces, e iglesia y el sussum corda y los diecisiete reinos de taifas.

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