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Las amistades de Villarejo, el salvavidas judicial de Banco Santander

Las relaciones de amistad del excomisario José Manuel Villarejo con importantes personalidades del ámbito de la Justicia y muy relacionadas con el Santander podrían ser la causa de que determinadas causas hayan sido archivadas cuando las pruebas en contra del banco cántabro eran incontestables

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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En las últimas semanas hemos visto cómo el magistrado Manuel García Castellón ha imputado en el Caso Villarejo al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, al presidente de Repsol, Antonio Brufau, al expresidente de CaixaBank, Isidro Fainé, al expresidente de BBVA, Francisco González y a otros importantes cargos de importantes empresas del IBEX35. Sin embargo, sorprende sobremanera cómo Banco Santander se está librando de una acusación a pesar de haber contratado los servicios de las empresas del excomisario.

Mucho se ha escrito en estas páginas respecto al poder que tiene el Santander ante los Tribunales. No es sólo el Caso Popular, sino que multitud de causas en las que las pruebas eran absolutamente contrarias a los intereses del banco cántabro, siempre han tenido como resultado la absolución de la entidad o de sus más importantes directivos.

Ni todos los jueces, ni todos los fiscales, ni todos los periodistas, ni todos los medios de comunicación, ni todos los partidos, ni todos los políticos son iguales. Sin embargo, el Santander tiene las influencias necesarias para controlar a la Administración de Justicia.

Lo peor es que en el banco presidido por Ana Patricia Botín no se esconden, alardean de ello y lo utilizan como elemento coactivo para que los grandes litigios se resuelvan a su favor. Eso es algo que, según afirmó el banquero italiano Andrea OrcelJaime Pérez Renovales, secretario general del Consejo de Administración del Santander, presuntamente dejó bien claro: «no perdemos un caso en los tribunales españoles, si no queremos», afirmó en una grabación que Orcel afirma tener en su poder.

Las cesiones de crédito y la Doctrina Botín, el archivo del fraude fiscal de los 2.000 millones de euros ocultos en el HSBC de Suiza, el presunto cohecho del pago de los cursos de Baltasar Garzón coetáneos con el archivo de la querella de Rafael Pérez Escolar, el indulto de Alfredo Sáenz Abad, o el escándalo de BANIF Inmobiliario, son algunos de los muchos escándalos judiciales protagonizados por el Santander en los últimos años y que, en principio, podrían estar relacionados con el poder de influencia que pudieran tener sus abogados.

Las amistades de Villarejo

Sin embargo, hay algo más. En muchas de estas decisiones tuvo que ver un círculo de amistades entre importantes miembros de la Justicia y José Manuel Villarejo. En uno de los registros policiales realizados en el domicilio del excomisario, se encontraron las siguientes notas en una libreta:

Como se puede comprobar, aparece el nombre del abogado Manuel Medina que, casualmente, es un punto de unión con personas muy importantes dentro de la Administración de Justicia en España: Baltasar Garzón, Fernando Andreu, Santiago Pedraz y la actual Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, a quien sus amigos la llaman «Lola» y a quien Villarejo también llama «Lola».

Este círculo no dudó en acudir a la presentación del libro de Medina, Se vende banco por un euro, una publicación claramente pro-Banco Santander, un libro que fue presentado por Ángel Corcóstegui, un hombre al que Emilio Botín benefició con más de 100 millones de euros de indemnización tras la fusión con el Central Hispano.

De izquierda a derecha: Santiago Pedraz, Manuel Medina, Dolores Delgado, Baltasar Garzón y Fernando Anderu

Manuel Medina, tal y como publicamos en Diario16, ha trabajado como asesor e intermediario para Banco Santander. En concreto, en el caso de la constructora Inversión Hogar, Manuel Medina se presentó ante sus administradores para ofrecer sus servicios de mediación con el Santander con el fin de intentar llegar a un acuerdo. Fuentes de la constructora confirmaron a este medio que el abogado con despacho en la calle Hermanos Bécquer de Madrid «se ofreció para mediar con el Santander por sus amistades en el banco, entre ellas, supuestamente, con Emilio Botín». Incluso llegó a enviar a la constructora ejemplares de sus libros firmados.

En uno de esos títulos, El Éxito de la Humildad, Medina dedica capítulos exclusivos a Baltasar Garzón, Fernando Andreu y Dolores «Lola» Delgado.

Baltasar Garzón: «Querido Emilio»

La amistad de Medina con el exjuez viene de largo, lo mismo que las relaciones entre Garzón y el Santander. No hay más que recordar las cartas dirigidas a Emilio Botín que empezaban con un familiar «Querido Emilio» para lograr la financiación para los cursos de Garzón en Estados Unidos.

Cartas de Garzón y Emilio Botín

Un año después de que Baltasar Garzón se marchara a Estados Unidos a impartir sus cursos, archivó la querella interpuesta por Rafael Pérez Escolar contra el Santander por las irregularidades cometidas en la adquisición de Banesto.

En este asunto de los cursos, es importante reseñar el auto del magistrado del Tribunal Supremo, Manuel Marchena por la causa del modo en que Garzón financió esos cursos y en el que el exjuez estaba acusado de cohecho impropio.

«Cuando el querellado [por Baltasar Garzón] asumió la investigación de los hechos imputados en la querella presentada por D. Rafael Pérez Escolar contra D. Emilio Botín y otros directivos del BSCH, nadie cuestionó que la competencia para la investigación correspondía a los Juzgados Centrales de instrucción de la Audiencia Nacional. Es cierto que D. Baltasar Garzón no se abstuvo del conocimiento de aquella querella. Ese hecho tiene un significado jurídico incuestionable. Es la mejor muestra de que el deber de abstención que le incumbía fue conscientemente infringido en gratitud por la generosa respuesta que el BSCH había realizado a su petición de ayuda económica. Cuando el imputado, debiendo abstenerse del conocimiento de esa querella, consideró oportuno ocultar al Fiscal y a las partes la concurrencia de una causa que podría perturbar su imparcialidad estaba demostrando que el deber de agradecimiento generado por la dádiva interfería ya el ejercicio íntegro de su función jurisdiccional», afirma el auto de Marchena.

Sin embargo, el magistrado del Supremo fue mucho más allá: «En efecto, de lo investigado ha quedado suficientemente acreditado –siempre en el plano indiciario– que el dinero entregado a petición del querellado e ingresado en las cuentas de la Universidad de Nueva York, lo fue en consideración al cargo jurisdiccional de D. Baltasar Garzón. Es evidente que la utilización de un sobre con membrete oficial proporcionado por el querellado encaja perfectamente en la metodología recaudatoria puesta en marcha por D. Baltasar Garzón. Ese sobre habla por sí solo de quién pedía el dinero y en atención a quién se concedían los fondos».

Garzón contactó con empresas que, según el auto, habían sido objeto de investigación por hechos por los que se imputó a importantes directivos de BBVA, CEPSA y, por supuesto BSCH (Santander).

La amistad de Garzón con Villarejo es notoria y el exjuez ha aparecido en múltiples grabaciones de las que destaca la siguiente:

Amigos de Villarejo y del Santander

Por otro lado, dentro del grupo Medina están también Fernando Andreu, que confirmó a Diario16 que Medina era su amigo, y Dolores «Lola» Delgado. Ambos también han tomado decisiones, directa o indirectamente, favorables al banco presidido por Ana Patricia Botín. El magistrado, que ahora está destinado en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, archivó la causa por los 2.000 millones de euros que la familia Botín tenía ocultos en el HSBC de Suiza desde la Guerra Civil, según se reconoció en la Lista Falciani.

Por otro lado, el juez Santiago Pedraz, otro amigo de Medina, archivó la causa abierta contra diferentes directivos del Santander por blanqueo de capitales, a instancia de la Fiscalía. Esta escandalosa decisión se produjo a pesar de la existencia de un informe del Banco de España que revela la colaboración entre el banco presidido por Ana Patricia Botín y el HSBC para el blanqueo y evasión de capitales de varias decenas de españoles que movieron fondos opacos en la sucursal de Ginebra del banco británico sin que Hacienda pudiera localizar ni a los emisores ni a los receptores de las transferencias.

Lo sorprendente es que en su auto de sobreseimiento, Pedraz reprocha a la entidad presidida por Ana Patricia Botín la falta de control y que su actividad contribuyó a la ocultación de hechos constitutivos de comisión de delitos. Sin embargo, para este magistrado, el informe pericial del Banco de España no presenta pruebas suficientes.

La Fiscalía española, de la que Dolores «Lola» Delgado es la máxima responsable, a pesar de reconocer que existían claras evidencias del blanqueo, reclamó a la Audiencia Nacional que se archivara la causa:  «informes de los peritos judiciales y la documentación incorporada a las actuaciones han puesto de manifiesto graves irregularidades llevadas a cabo por parte de las dos entidades españolas objeto de investigación y en el periodo de autos, en la valoración del alto riesgo conjunto que representaba la entidad HSBC Private Bank Suisse, la concreta operativa desarrollada, y el país donde desarrollaba sus actividades, Suiza», afirma el escrito de Fiscalía que depende de Dolores Delgado en su calidad de Fiscal General del Estado.

Contratación de Villarejo

Y luego está Villarejo, cuyos servicios fueron contratados por el Santander, según se puede comprobar la factura publicada por El Independiente:

Además, hay que recordar cómo Villarejo, según publicó el digital Moncloa.com, entregó un informe que contenía la transcripción de una llamada telefónica entre Ignacio Rupérez, jefe del Servicio de Estudios del Santander, con Miguel Sebastián en el que el entonces ministro pasó el teléfono a María Teresa Fernández de la Vega en la que ésta afirmó que «Me cuenta Miguel [Sebastián] que Emilio está preocupado por su tema […] Transmítele que ya está hablado y no habrá problemas [inaudible] aunque ya sabes cómo son en ese ministerio». El tema no era otra cosa que el caso de las cesiones de crédito que provocó la creación de la Doctrina Botín.

Todas estas relaciones entre Villarejo, Manuel Medina, Baltasar Garzón, Dolores «Lola» Delgado, Santiago Pedraz y Fernando Andreu muestran una interconexión directa con Banco Santander y, tal vez, estas conexiones sean la respuesta a muchas preguntas que el pueblo se hace respecto a la impunidad del banco presidido por Ana Patricia Botín ante los tribunales españoles.

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1 COMENTARIO

  1. Lo que más duele es que un partido, PSOE que se proclamara progresista, sea tanto o más corrupto que el PP.
    El PP ya se supone lo que es capaz de hacer, pero el PSOE ha engañado a miles de personas de izquierdas que confiaron en el CAMBIO. Zapatero ya lo hizo y ahora Pedro Sanchez ya se ha posicionado claramente a favor de Botin. 40 años de engaño PPSOE que el régimen se está empeñando por todos los medios de que vuelva.
    Harán lo que sea necesario para retornar el bipartidismo corrupto.
    El éxito o el fracaso está en nuestras manos, no votando a estos corruptos.
    Cs, ya se lo han cargado.
    Ahora el objetivo es Podemos, al que llevan bombardeando todos los medios comprados por el Regimen, pero no podrán, por que cada vez hay más personas sufriendo en sus carnes los bocados de estas garrapatas insaciables que no dudan en esconderse detrás de la bandera de nuestro maltrecho país para captar a paisanos mal informados y chupar su sangre.

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