La horrible gestión de los Servicios de Urgencias de Atención primaria (SUAP), Urgencias extrahospitalarias o Puntos de Atención Continuada (PAC), como se llaman ahora, en la sanidad madrileña se perpetúa. Ayer la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso cesó al número dos de Atención Primaria.
Ayuso cesa a un alto cargo
Antes había dimitido la gerente de Atención Primaria, también dimitió su adjunta, la responsable de la dirección asistencial del sureste y ahora Ayuso cesa al gerente adjunto de gestión y servicios generales de la Consejería. Una destitución con el que la presidenta pretende pasar de puntillas ante el caos en Sanidad, provocado por su mala gestión y la de su consejero, Enrique Ruíz Escudero plena crisis por las urgencias extrahospitalarias y con una huelga indefinida que ha comenzado este mismo lunes.
La presidenta madrileña ha cesado al número dos del organigrama de Atención Primaria y responsable de Gestión y Servicios Generales, Pedro José Suárez Sánchez. Según fuentes de la Consejería, la decisión se produce “dentro del proceso de cambio para formar un nuevo equipo”.
Nadie asume responsabilidades políticas
El nombre de Suárez se suma a la lista de responsables de Atención Primaria que han dejado sus puestos en las últimas semanas, la primera, su máxima responsable, Sonia Martínez Machuca, a mediados de octubre, La segunda, la adjunta, Nuria Fernández Cano, la semana pasada. Después, toda la dirección asistencial del sureste, el viernes.
En esta ocasión el número dos de Atención Primaria ha sido aniquilado por Ayuso en medio del caos por la reorganización de las urgencias extrahospitalarias.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, encuadró las dimisiones anteriores en “ajustes con el equipo” tras los nombramientos que se han producido en los últimos meses. Con este cese, el Ejecutivo quiere construir una historia diferente a la realidad, pese a que el mismo asegurase este mismo viernes que “todos los profesionales y equipos directivos que quieren seguir trabajando en la Consejería de Sanidad, tienen las puertas abiertas”.
Ayuso y su consejero tiran balones fuera
Con este cese, Ayuso cuenta ahora con una gerencia de Atención Primaria con la cúpula totalmente nueva. En el caso de Sánchez Machuca, desde la consejería alegaron “motivos médicos y personales”, en el resto de las dimisiones no se han dado los motivos. Ç
“He tenido la oportunidad de hablar con todos ellos”, afirmó Escudero, que evitó responder a los periodistas de los motivos. Un equipo con personas nuevas a la cabeza, con una gerente de Atención Primaria sin experiencia y en pleno caos del servicio. Estas personas serán quienes deban gestionar una reestructuración de las urgencias extrahospitalarias. Y lo deben hacer a pesar de haber demostrado en muchos casos su más absoluta incompetencia. Como afirmaron los sindicatos en el último comunicado. y que está causando más de un quebradero de cabeza en Sol.
Incompetencia de la nueva Gerente de Atención Primaria de Ayuso
Además, como consecuencia de la falta de voluntad e incapacidad de la Consejería de Sanidad para solucionar los problemas que ellos mismos están generando. Incrementado por la incompetencia de la nueva Gerente de Atención Primaria, junto con la inoperancia de sus Direcciones Asistenciales, como queda demostrado con las dimisiones en bloque que se están produciendo.
La Consejería puso en marcha su plan el pasado 27 de octubre. Consistía en reabrir los 37 SUAP cerrados en marzo de 2020 por la pandemia con el personal de los 41 SAR, que seguían operativos, y personal voluntario. Once días después se han producido tres cambios de planes. Ha comenzado una huelga indefinida de médicos afectados, en medio de un caos organizativo, y con la mayoría de los servicios sin los equipos enfermería.
Y mientras Ayuso a lo suyo.
El existo del personaje no es estar dotada de cualidades representativas que atraen la atención de un mundo que se afana por encontrar soluciones a los problemas, sino el de representar la negación de todas aquellas que son rechazadas por una ideología concreta que siempre nos caracterizo en diferencia con Europa (el aislacionismo del que solo nos libramos en parte en nuestra integración en la UE): representar lo que siempre fue modelo de particular de reacción (españolista) empeñada en preservar la diferencia y el privilegio de una oligarquía que, precisamente, consolida en las clases sociales cuya existencia niega y, mediante un extremismo excluyente que borra la historicidad de este país reduciéndolo al fantasmagórico relato este pensamiento tradicionalista representa.
Un empecinamiento inagotable por preservar una historia de andar por casa que niega la realidad, -lo que son-, endosándole a los demás la historia de sus fetiches, el odio al otro, la diferencia, el negacionismo, la confrontación visceral, etc.