Desde el lunes hasta el viernes de la semana pasada las tarifas de la energía eléctrica en España se contagiaron del espíritu olímpico y decidieron batir récord tras récord hasta llegar al pico de los 130 euros por megavatio hora. A pesar de que, desde el sábado hasta hoy, las tarifas dieron un pequeño respiro, no está siendo suficiente.
Todo ello ha sido posible, principalmente, por la falta de voluntad política de los distintos gobiernos de Pedro Sánchez para derogar las reformas del Partido Popular que tanto daño han hecho a la ciudadanía. El actual presidente ha tenido tres años para dar un giro social tanto a las políticas energéticas como a las fiscales o laborales. Sin embargo, no ha hecho nada.
A pesar de lo evidente, el PSOE está actuando desde el sectarismo más absoluto, intentando defender lo indefendible para proteger a un líder que, con sus políticas o su falta de políticas sociales, va en contra de lo que alguien que se autodefine como «socialista» debería haber puesto en marcha desde que llegó a la Moncloa.
El culmen del sectarismo socialista llegó con las declaraciones de una de las figuras emergentes puestas por Pedro Sánchez: la portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Hana Jalloul, que no dudó en ponderar el gran esfuerzo del gobierno de Sánchez para bajar la factura de la luz. ¿Gran esfuerzo? ¿Dónde, cómo, cuándo?
El populismo del PP
Cuando todo el mundo creía que Pablo Casado había llegado a su límite populista, el líder del Partido Popular se ha superado a sí mismo y, como un campeón olímpico, bate su propio récord. Mientras se lidera la oposición, se vive en un escenario muy cómodo en el que poder prometer lo que se quiera porque no se adquiere compromiso alguno.
A cuenta de las subidas del precio de la luz, Pablo Casado se ha vestido del Pedro Sánchez en la oposición y ha prometido, nada más y nada menos, que cuando llegue al Gobierno que promoverá una ley por la que los consumidores sólo pagarán la energía que consuman, es decir, lo contrario a lo que hizo el Partido Popular cuando gobernaba.
Los populares están ejecutando una verdadera ofensiva para que la ciudadanía les vea como los salvadores de la patria, una vez más, al igual que hicieron en 2011 cuando se presentaron con un programa electoral falso. Es decir, que están prometiendo cosas y exigiendo medidas al gobierno actual que ellos, cuando estaban en la Moncloa, se negaron a aplicar.
Por otro lado, hay que recordar que esta subida de la energía eléctrica está propiciada por las reformas privatizadoras que aplicó el gobierno de José María Aznar, el maestro político de Pablo Casado.
La cobardía de Podemos
Unidas Podemos, por su parte, lleva casi dos años en el gobierno y, salvo las políticas laborales de Yolanda Díaz, el resto de los ministros y ministras, Pablo Iglesias Turrión incluido, tampoco han hecho más para revertir las políticas más lesivas para el pueblo. Muchas palabras, eso sí, pero nada más allá de ocurrencias verdaderamente perjudiciales como la Ley Trans.
El partido morado, respecto a la subida de la luz, ha llegado a amenazar con la movilización ciudadana contra las compañías eléctricas y no contra Pedro Sánchez, cosa que sorprende, cuando el que tiene el poder para cambiar la situación es el presidente del Gobierno si decidiera, por el bien del pueblo, romper con las promesas que está cumpliendo de manera escrupulosa.
Por otro lado, han propiciado un debate y un enfrentamiento con la parte socialista del Ejecutivo de Sánchez sobre si la subida de la luz se puede revertir a través de un decreto ley, cosa que ha sido rechazada por los socialistas.
Sin embargo, Podemos no ha dado el paso adelante de presionar de verdad a través de la amenaza de retirarse tanto de la coalición de gobierno como de dejar de apoyar en el Parlamento a Pedro Sánchez.
Sólo una actitud valiente de este tipo haría recapacitar a un presidente cuyo único objetivo vital es el poder. Si se le amenaza su permanencia en la Moncloa, Sánchez actuará como socialista. Mientras no se haga así, el actual presidente será lo que los que lo mantienen desde las élites quieran que sea.
Ciudadanos resucita el cuñadismo de Rivera
El partido que dice representar al neoliberalismo en España ha vuelto a sus orígenes y ha desenterrado el cuñadismo más absoluto de la época de Albert Rivera. Eso sí, de momento, sin hacer el ridículo.
Una formación política en estado de extinción y al borde de ser absorbida por el PP necesita dar muchos argumentos, válidos o no, para mantenerse en la primera línea informativa y no perder visibilidad.
Y, mientras todo esto ocurre, el pueblo español sufre las consecuencias de la inacción y la falta de voluntad política, tanto de Pedro Sánchez, como del resto de partidos. Palabras, muchas palabras, pero pocos hechos y, como dijo Aldous Huxley, «cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje».
Que el PSOE, Ciudadanos, PP-Vox, sean los cancerberos de la oligarquía española, no es novedad, para eso fueron creados; como guardianes de los intereses de los ricos. Ahora bien, que el PC esté desaparecido y sustituido por un agua chirla que es Podemos; nos dice la miseria moral en que ha caído los pueblos españoles. El único partido político que desde el inicio de la tiranía clerical-fascista del franquismo estuvo en la lucha por la libertad, justicia, fue el PC, los demás no existían o habían desaparecido del enfrentamiento contra la barbarie fascista. Es más, muchos de los fundadores de los actuales partidos que se denominan democráticos eran agentes activos del terrorismo de Estado franquista. Todo lo demás es bla, bla, bla…. para incautos.