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Pedro Sánchez, Doctor Jekyll en la oposición y Mr. Hyde en el gobierno

Las incongruencias del actual presidente del Gobierno y del propio Partido Socialista entre lo que reclamaban en la oposición y los hechos del Ejecutivo les coloca en una posición de absoluto alejamiento de la realidad de la ciudadanía

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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En la oposición se vive muy bien porque se pueden reclamar cosas al Gobierno que, una vez alcanzada la Presidencia, se olvidan. Esto es lo que le ha ocurrido a Pedro Sánchez que durante su etapa como líder de la oposición reclamó a Mariano Rajoy y prometió multitud de cosas que ahora no está cumpliendo. El Palacio de la Moncloa se convierte para los políticos socialistas en un remedo de la pócima que tomaba el doctor Henry Jekyll y que le convertía en el malvado Edward Hyde.

La obra de Robert Louis Stevenson es una representación de lo que en psiquiatría se llama «trastorno disociativo de la identidad», esto es, que una persona pueda tener dos o más personalidades opuestas entre sí. ¿Pedro Sánchez padece este trastorno? Evidentemente, no, pero su comportamiento desde que llegó a la Moncloa es absolutamente contrario a lo que predicaba cuando estaba en la oposición. De eso hay muchos ejemplos, alguno de ellos trágico por las consecuencias humanas del hecho.

Desde un punto de vista económico, Pedro Sánchez ha demostrado que, como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, no tiene intención de mover un dedo en contra de los abusos de la banca, en general, y de Banco Santander, en particular. Un ejemplo palmario de sus antecesores se pudo comprobar fue lo que ocurrió durante el gobierno de Zapatero respecto al caso de las cesiones de crédito que terminó con la absolución de Emilio Botín, para lo que hizo falta la creación ad hoc de una doctrina legal, la famosa «Doctrina Botín» que luego se intentó aplicar con la Infanta Cristina en el Caso Noós.  

Según se pudo escuchar en las grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo, en una conversación entre Ignacio Rupérez, entonces jefe del servicio de estudios del Santander, y Miguel Sebastián. En un momento determinado, el ministro interrumpió a Rupérez para decirle que le iba a pasar el teléfono a otra persona: María Teresa Fernández de la Vega, entonces vicepresidenta del Gobierno. «Cómo estás Ignacio […] me cuenta Miguel [por el ministro] que Emilio está preocupado por su tema [la investigación de las cesiones de crédito por la Audiencia Nacional]. Transmítele que ya está hablado y no habrá problemas».

En la actualidad Pedro Sánchez parece, si no cambia de rumbo, que está actuando del mismo modo al no intervenir con las competencias que tiene conferidas legalmente para que su gobierno paralice, por ejemplo, toda actividad de Banco Santander con los activos del Popular.

Si quisiera, lo podría hacer directamente, a través del Ministerio de Asuntos Económicos, o utilizando a la Abogacía del Estado. Sin embargo, el Ejecutivo de Sánchez lo único que ha hecho «en favor» de más de 1,2 millones de personas es permitir que Nadia Calviño aprobara la fusión por absorción de Banco Popular, lo que dejó un escenario de tierra quemada tras la anulación de la personalidad de la que fue sexta entidad financiera de España.

Pedro Sánchez ha demostrado que, como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, no tiene intención de mover un dedo en contra de los abusos de la banca

Por otro lado, respecto a la cláusula abusiva IRPH, por mucho que sea legal y se publique en el BOE, la actitud, no sólo de Sánchez, sino del PSOE ha cambiado radicalmente desde que llegaron al gobierno. Mientras que en la oposición actuaron como un partido preocupado por la ciudadanía que sufre los abusos de la banca, ahora hacen lo contrario.

Esto se pudo comprobar durante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados en la que se presentó una proposición no de ley (PNL) para que el Gobierno utilizara a la Abogacía del Estado para defender los intereses de los afectados y no los de la banca, como ocurrió con el Ejecutivo del Partido Popular. Sin embargo, el PSOE votó en contra, es decir, se colocó de espaldas al pueblo. Ahí actuó Mister Hyde.

Sin embargo, cuando gobernaba el PP, los socialistas llegaron, incluso, a presentar proposiciones para instar al Gobierno de Mariano Rajoy para que eliminara el IRPH de las viviendas de protección oficial. Ahí actuó el Doctor Jekyll.

Banca pública

Relacionado con lo anterior, tenemos la posición de Pedro Sánchez respecto a la creación de la banca pública, una herramienta fundamental en los tiempos actuales por varias razones. En primer lugar, porque supone la garantía de que la ciudadanía va a tener acceso a la financiación pública frente a la avaricia del sector financiero privado. En segundo término, porque un banco público supondría un freno a la actual deriva de impunidad, la especulación y el maltrato que la banca inflige al pueblo.

En el año 2017, Pedro Sánchez apostó fuerte por la banca pública. Una de las resoluciones del 39 Congreso afirmaba que «si no lo remediamos avanzaremos hacia un sistema de fuerte concentración bancaria […] es necesario revertir esa tendencia, como garantía de una economía productiva que disponga de recursos de inversión y crédito, mediante la creación de un sector de Banca Pública, dirigida a garantizar el crédito para inversiones a largo plazo, y otro de Banca Cooperativa y Social».

Sin embargo, la posición de Sánchez se modificó tras las dos elecciones generales celebradas en 2019, dado que tanto en los programas electorales como en el documento hecho público por el PSOE el octubre de 2019 destinado a crear el espacio necesario para lograr acuerdos con Podemos desapareció la creación de una banca pública.

En consecuencia, Sánchez fue Jekyll cuando estaba en la oposición y dos años después se transformó en el Hyde que protege los intereses del capitalismo más inhumano.

Pedro Sánchez apostó fuerte por la banca pública en 2019, compromiso que desapareció en 2019

Accidente de Spanair

El 20 de agosto de 2008, el vuelo JK5022 de Spanair se estrelló a los pocos segundos de despegar del aeropuerto de Barajas. De los 172 pasajeros y tripulantes, 154 murieron. Sólo hubo 18 supervivientes.

En el año 2017, Pedro Sánchez era partidario de que el PSOE apoyara la creación de una comisión de investigación:

Sin embargo, cuando se han votado las conclusiones de dicha Comisión el PSOE ha votado en contra. « No entendemos el voto negativo del PSOE al Dictamen de Conclusiones que se aprobó el pasado 22 de abril. El PSOE como institución no merece dar amparo a personas que por no querer cambiar las cosas que no funcionan las ocultan, tampoco dar la espalda a las víctimas fallecidas y a las víctimas del Estado sin darnos respuesta ni consuelo en todo este tiempo», afirma la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 en una petición en la plataforma Change.org que ha recogido más de 50.000 firmas para que los socialistas reconsideren su posición.

«En ningún momento de los últimos 13 años los familiares de las víctimas del vuelo JK5022 hemos perdido la esperanza de conocer por qué murieron y quiénes no lo evitaron. No queremos saber la verdad por rencor, sino por justicia y para evitar nuevas muertes. ¿Quién soporta 13 años de humillaciones, ninguneos, negativas, mentiras, ocultaciones, si no mantiene la convicción de que la memoria de 154 fallecidos puede evitar más muertes inútiles si se corrigen las causas que provocaron la tragedia del Vuelo JK5022, en el Aeropuerto de Madrid?», señala la Asociación.

Otro ejemplo más de cómo Sánchez y el PSOE actuaron como Jekyll en la oposición y se convirtió en Hyde cuando entró en la Moncloa.

Reforma laboral

Este es uno de los ejemplos más claros de la transformación de Pedro Sánchez desde que llegó a la Presidencia del Gobierno. Nada más ganar las primarias de 2014 contra Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, el actual presidente del Gobierno dijo lo siguiente: «Lo primero que hará el PSOE será derogar la reforma laboral de Rajoy para recuperar los derechos de los trabajadores».

El próximo mes de junio se cumplirá el tercer aniversario de la moción de censura y la reforma laboral del Partido Popular sigue vigente, permitiendo que el sector financiero despida a decenas de miles de trabajadores y trabajadoras mientras obtienen miles de millones de euros de beneficios, tal y como se ha podido demostrar con los resultados del primer trimestre de 2021.

Pedro Sánchez en 2014 afirmó que «Lo primero que hará el PSOE será derogar la reforma laboral de Rajoy para recuperar los derechos de los trabajadores»

En mayo de 2020, el PSOE rectificó su acuerdo con EH-Bildu para abstenerse en una votación de prórroga del estado de alarma que establecía que la reforma laboral quedaría totalmente derogada antes de que terminaran las medidas extraordinarias provocadas por la pandemia. Por tanto, la reforma no se derogó y sigue vigente.

Mucha culpa de ello tiene la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, una férrea defensora de ese texto legal y que llegó a afirmar que no era tiempo para la derogación y, en consecuencia, para que el presidente Sánchez cumpliera con sus promesas y con lo establecido en el pacto de gobierno firmado con Unidas Podemos.

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