Calviño
Nadia Calviño abraza al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi

Una de las leyes más lesivas que se han aprobado en España fue la reforma laboral de Mariano Rajoy, un texto legal prácticamente redactado por la patronal y que fue impuesto sin negociación alguna con los agentes sociales. Las consecuencias de esta ley fueron el debilitamiento absoluto del mercado de trabajo y la «legalización» de los incumplimientos legales por parte de los empresarios desaprensivos. Además de los derechos laborales que fueron derogados de facto, la reforma laboral de Rajoy debilitó el cinturón de seguridad con una precarización salarial que ahora, en medio de la crisis provocada por la pandemia, ha tenido como consecuencia que la clase trabajadora incremente día a día las colas del hambre.

El actual Gobierno de coalición nació con un acuerdo en el que se incluía, en su punto 1.3, lo siguiente: «Derogaremos la reforma laboral. Recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012. Impulsaremos en el marco del diálogo social la protección de las personas trabajadoras y recuperaremos el papel de los convenios colectivos».

Sin embargo, ni a la ministra de Asuntos Económicos ni a la Unión Europea les gusta este punto del acuerdo de Gobierno. Nadia Calviño, por ejemplo, se ha opuesto abiertamente a que la reforma laboral de Mariano Rajoy sea derogada. ¿Cómo puede alguien estar en un Ejecutivo en el que no cree? La nueva vicepresidenta segunda demuestra con sus actos una falta de compromiso con los objetivos del Gobierno y, en consecuencia, debería dimitir o Sánchez debería cesarla porque supone un lastre a las políticas sociales que, en realidad, fueron las que sostienen las victorias electorales de la izquierda. La gente quiere hechos, no palabras, y Calviño, al oponerse a la derogación de la reforma laboral, parece que pretende que el acuerdo de Gobierno se quede en papel mojado.

La Unión Europea ha salido al rescate de Calviño y, a través del vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, ha reclamado a España «una reforma integral y ambiciosa del mercado laboral».

A esta Europa gobernada por neoliberales, es decir, por los enemigos de la clase trabajadora y del pueblo, le preocupa, y mucho, que España se convierta en la vanguardia de las políticas basadas en la justicia social. Por eso, no pueden asumir que la ministra de Trabajo haya iniciado la negociación con los agentes sociales por la derogación de la prevalencia de los convenios de empresa sobre los sectoriales.

Una medida justa de protección de los trabajadores frente a los abusos de la patronal es vista por Bruselas como una reforma que no profundiza en la flexibilidad del mercado laboral que, en realidad, no es otra cosa que radicalizar aún más la lesividad del neoliberalismo en el mundo del trabajo.

En España ya se han visto las consecuencias de la flexibilidad: aumento de la temporalidad, reducción de los salarios, abusos con la contratación masiva de falsos autónomos, cronificación del paro juvenil, explotación laboral, procesos de despidos masivos en empresas con beneficios, incumplimiento habitual del derecho a la desconexión, etc. La flexibilidad laboral ha traído como consecuencia que la temporalidad se haya disparado de tal manera que en España, para que la tasa de desempleo baje sólo unas decenas de miles de personas, son necesarios varios millones de contratos cada mes.

Europa, por tanto, pretende frenar que el Gobierno de coalición derogue la reforma laboral y, de ahí, que presionen para que se apruebe un texto legal que, al fin y al cabo, lo único que ansía es la derogación absoluta de los derechos de los trabajadores.

6 COMENTARIOS

  1. Esta individua es el «comisario político» del gran capital europeo colocada en el gobierno español para dictar las políticas económicas y sociales en favor de las oligarquías y contra los humildes.Es la «verduga». Va siendo hora que los pueblos españoles recuperen su dignidad y no consienta que sus hijos (40% de para en la juventud) pasen hambre y se conviertan en mendigos, chaperos, y putas. Todo lo demás es ignominia.

  2. Yolanda Díaz ha demostrado sobradamente que es capaz de conseguir avances sociales encaminados una sociedad un poco más justa con diálogo y sin crispación. Nadia Calviño como José Luis Escrivá, reman en sentido contrario y quieren mantener la posición privilegiada de las oligarquías negando el pan y la sal al pueblo. Un pueblo de trabajadores pobres, parados míseros, jubilados esquilmados, mujeres explotadas y niños abandonados. Que poco se parece todo esto a lo que nos prometía Pedro Sánchez!!!!

  3. «una reforma integral y ambiciosa del mercado laboral».
    Efectivamente, si el Gobierno dirigido por Sánchez fuera de verdad «Socialista y Obrero» debería de hacer «una reforma integral y ambiciosa del mercado laboral», en la que se le devolviesen al trabajador los derechos que tenían en la década 1980-90 y que todos los gobiernos «democráticos», los del PP y los del PsoE han ido rebajando legislatura tras legislatura. La lucha de Yolanda Díaz y de la facción UP del Gobierno contra los neo-liberales del PsoE está siendo titánica y a pesar de la UE sigo confiando en que lograrán recuperar al menos una parte de los derechos que nos han ido rebañando los unos y los otros.

  4. Para empezar, eso de que la Unión Europea esté en manos de neoliberales enemigos de la clase obrera como Uds dicen, es olvidar que los países de la UE gastan más en gasto social que el resto del planeta.
    Yo comprendo perfectamente la reforma laboral de Rajoy. El mismo Solbes, ministro de economía de Zapatero, después de perder las elecciones, dijo algo así como por no haber hecho una reforma laboral como la de Rajoy, el PSOE dejó que millones de españoles se fueran al paro. Había que elegir: o reforma laboral que entre otras cosas suponía un recorte de salarios, o se dejaba que el paro siguiera subiendo y subiendo.
    Y cuando Rajoy dejó el poder, España tenía menos desempleo que cuando llegó.

    Puedo contar un caso personal: mi hermano es un autónomo con una pequeña imprenta que llegó a tener a 3 trabajadores a sueldo durante la crisis que le tocó a Rajoy. Acogiéndose a la reforma de Rajoy, les bajó el sueldo a sus trabajadores y ellos lo comprendieron. Más tarde tuvo que despedir a uno, pero con más o menos dificultades, su empresa tuvo a 2 empleados durante todo el tiempo que estuvo Rajoy.
    Ahora mismo no tiene a ningún empleado: los tuvo que despedir a todos.

    Y ahora pónganse a llamar neoliberal a mi hermano, y a todos los demás españoles que tienen trabajadores en nómina. Menos mal que la UE ha tomado cartas en el asunto y van a impedir que en esta nueva crisis el paro vuelva a dispararse como con Zapatero.

  5. La gente de la calle,trabajadora,humilde y muchos de ellos ignorantes de cuanto sucede,¿cuándo se va a dar cuenta de que el único partido que los defiende realmente con sus políticas (cuando les dejan) es Unidas Podemos? Coño,votenle porque es la única manera de poder ir cambiando esto. Es frustrante ver esto y no poder hacer nada.

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