El principal accionista del Santander vendió 85,4 millones de acciones del Popular en los días previos a la resolución

El 11 de mayo de 2017 se produjo un hecho clave en el Caso Popular. El diario digital El Confidencial publicó una noticia en la que señalaba que Emilio Saracho había encargado el proceso de venta urgente a JP Morgan y Lazard por riesgo de quiebra. La decisión, según la noticia, habría sido adoptada el viernes 5 de mayo tras analizar los datos de fondos retirados en los tres últimos meses.

Esta publicación dio lugar a la apertura de un expediente al medio de comunicación por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la presentación de una querella, ambas archivadas. Sin embargo, lo importante de esta noticia fue quién la filtró: el propio Emilio Saracho, según afirmó en la Audiencia Nacional el exdirector general de Comunicación del Popular, Carlos Balado, y confirmó a Ángel Ron un periodista que entonces trabajaba en El Confidencial, según se desprende de las grabaciones presentadas ante la Justicia.

Esa noticia funcionó para el mercado y para los actores implicados en la operación del Banco Popular como una especie de toque de generala, tal y como ya ha quedado demostrado en los informes de los peritos del Banco de España y, recientemente, en el documento presentado por la CNMV en la Audiencia Nacional, al que Diario16 ha tenido acceso.

En dicho informe se puede comprobar cómo las filtraciones a la prensa fueron uno de los elementos clave para que el mercado iniciara estrategias e implementara acciones para devaluar al Popular y, evidentemente, para que se generara un escenario que llevara a la entonces sexta entidad a una crisis de liquidez por la retirada masiva de depósitos que, finalmente, fue la única causa por la que el Popular fue resuelto y vendido al Santander por un euro.

BBVA intermedió las operaciones del máximo accionista del Santander

Tal y como hemos publicado en Diario16, tanto el Santander como Bankinter, el otro banco de los Botín, intermediaron en la venta de decenas de millones de acciones del Popular. Según el informe de la CNMV, desde el 11 de mayo de 2017 hasta el día de la resolución, Bankinter se mantuvo en un 6% de las operaciones como el tercer operador que más actividad tuvo.

Sin embargo, en este periodo sorprende la entrada de BBVA, uno de los bancos que estaba inmerso en el proceso de venta privada, el llamado Proyecto Noya, y que, posteriormente, accedió a entrar en el procedimiento de resolución junto con el Santander, hasta que se retiró de la puja. La entidad vasca se convirtió en el segundo operador que más operaciones de intermediación realizó con un 11% del total.

Como se puede comprobar en el cuadro, BBVA realiza más de 225,425 millones de operaciones de venta de acciones de Banco Popular, de las que 9,155 millones fueron a la baja. Sin embargo, lo que más sorprende es quiénes fueron, según el informe de la CNMV, los principales vendedores que operaron a través de la entidad vasca.

Por un lado, nos encontramos con State Street Bank and Trust Co. USA, que actuó como accionista fiduciario (nominee) y realizó 2.024.175 de operaciones mediante 130 ejecuciones con bajada de precio lo que representó el 10% del total de ejecuciones con bajadas que intermedió BBVA. La cuestión es que State Street Bank es, actualmente, el principal accionista de Banco Santander.

JP Morgan, por su parte, fue el tercer operador que intermedió ventas de acciones de Banco Popular a través de BBVA. Es decir, la entidad contratada por Emilio Saracho para dirigir el Proyecto Noya, junto a Lazard, y de la que fue vicepresidente mundial. Todo quedaba, al parecer, en casa.

La filtración de la JUR, tiempo límite

Según el informe de la CNMV, el valor medio de las operaciones de venta realizadas por el máximo accionista del Santander fue de 0,568 euros la acción. Esto quiere decir que dejaron de vender tras la publicación por parte de Reuters de la filtración de la JUR sobre la resolución de Banco Popular.

A partir de ese instante, evidentemente, ya sabían que la sexta entidad financiera de España iba a ser resuelta y no interesaba continuar con las operaciones porque, finalmente, iba a terminar en manos del Santander en los términos aprobados en mayo de 2017 por el Consejo de Administración de la entidad cántabra.