Los ministros de Asuntos Exteriores de los 16 países que forman parte de la Iniciativa de Estocolmo entre los que figura España, se han reunido por videoconferencia para seguir dando pasos hacia el desarme nuclear. Llama la atención que entre estos 16 no se encuentren los países con mayor armamento nuclear: Rusia, EEUU y Francia. La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya ha participado en un encuentro que busca proponer acciones que refuercen el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares (TNP). Este tratado entró en vigor en 1970 y desde entonces busca el desarme nuclear progresivo, pero completo, y la supervisión del desarrollo de la energía nuclear con fines benéficos.
Madrid la próxima sede
Los participantes en el encuentro presidido desde Ammán (Jordania) por el anfitrión, el ministro jordano Ayman Safadi, y sus homólogos de Suecia, Anne Linde, y Alemania, Heiko Maas han aprobado los siguientes pasos para los meses que quedan hasta primavera. Para esa fecha, la ministra González Laya ha ofrecido Madrid como sede para una reunión que servirá para encarar el tramo final hasta la Conferencia de Revisión prevista para agosto de 2021.
Objetivo difícil
El encuentro clave que se celebrará en verano de este año será la décima Conferencia de Revisión del TNP. En ella, los Estados negociarán nuevas medidas destinadas a alcanzar el escurridizo objetivo de alcanzar un mundo sin armas nucleares. Algo que se ve dificultado por la entradas y salidas de países como Corea del Norte o EEUU; y por países como Irán que camuflan el desarrollo armamentístico como energía nuclear con fines benéficos o como Israel que se muestra directamente en contra del desarme . La conferencia estaba prevista para el año 2020, pero tuvo que ser aplazada por culpa de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19.
Perspectiva realista
Los 16 Estados participantes en la Iniciativa de Estocolmo, en 2019, aumentaron su nivel de compromiso y priorizaron “la necesidad de avanzar en el desarme nuclear desde una perspectiva realista y pragmática, que tenga en cuenta el contexto geopolítico actual y las distintas sensibilidades existentes”, explican desde el ministerio de exteriores. Faltará ver la posición que adopte EEUU con la entrada de un nuevo inquilino en la Casa Blanca y que en caso de sumarse supondría el apoyo de uno de los países con más armamento nuclear del mundo.
