Además de las derechas, que se frotan los ojos ojipláticas con lo que sucede en el otro extremo del arco político andaluz, son sobre todo Teresa Rodríguez y su asentado proyecto de Adelante Andalucía los que han sabido sacar rápidamente partido del desconcierto en que anda sumido el nuevo conglomerado de izquierdas Por Andalucía, bendecido pero no amadrinado por Yolanda Díaz. Un mensaje claro y contundente, la utilización efectista y cercana de las redes sociales y la imagen plenamente conocida y solvente de la propia Teresa Rodríguez como líder indiscutible de una formación netamente andaluza y de izquierdas, sin los influjos y aterrizajes forzosos procedentes de Madrid, son los ejes sobre los que Adelante Andalucía lleva promoviendo su mensaje desde hace semanas entre los andaluces mientras otros ex compañeros y compañeras de izquierdas andan a lo suyo, al reparto de cuotas de poder y de financiación de cada grupúsculo de la nueva coalición.
El PSOE, mientras tanto, también asiste entre asombrado y desconcertado al nacimiento de Por Andalucía, habida cuenta de que esta nueva coalición debe ser, en su estrategia electoral, un eje fundamental a priori en el que apoyar el posible asalto al Palacio de San Telmo el próximo 19-J, ya que ningún sondeo otorga al nuevo líder socialista, Juan Espadas, ni un sólo diputado más que los 33 que obtuvo su antecesora, Susana Díaz, en la victoria más amarga de los socialistas en unas autonómicas andaluzas en 2018. Tampoco la suma de todas las formaciones de izquierdas, incluida Adelante Andalucía de Teresa Rodríguez, lograría desbancar a las derechas de PP y Vox de la mayoría necesaria para gobernar.
El bochornoso espectáculo mediático que ha generado la confluencia de las seis, o de momento cuatro, formaciones políticas de izquierdas agrupadas en la nueva coalición Por Andalucía, bendecida desde Madrid con aterrizaje físico en plena Feria de Abril de Sevilla por la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz, que de forma rauda ha desmarcado su “suma” para conformar una plataforma de izquierdas de lo ocurrido en Andalucía estos días, va camino de convertirse en un vodevil que ponga la victoria final a Moreno Bonilla más fácil incluso de lo que a priori le auguran todos los sondeos.
Teresa Rodríguez, que ya sabe cómo se las gastan en Podemos tras su expulsión acusada de “transfuguismo”, ha enarbolado en esta ocasión la bandera blanca y un pacto de no agresión con sus colegas de Por Andalucía, a los que ha pedido de forma irónica también que, de paso, retiren la denuncia para poder participar en el debate de TVE al que ha sido invitada. “Enhorabuena, Inma Nieto por tu elección como candidata. Os proponemos un pacto de respeto y no agresión para la campaña. Retirar la denuncia para que podamos participar en el debate de TVE al que nos han invitado sería un buen comienzo”, escribió Rodríguez en la red social Twitter, fundamental en su estrategia de expansión del proyecto andalucista de izquierdas de Adelante Andalucía, nada más conocerse la designación de la candidata de Por Andalucía a la presidencia de la Junta.
El proyecto de Adelante Andalucía, cuya denominación viene de la coalición que Rodríguez conformó en 2018 con el entonces líder de IU, Antonio Maíllo, ya retirado de la política, para concurrir conjuntamente a las autonómicas de aquel año. La confluencia obtuvo 17 diputados y casi 600.000 votos, muy por debajo de las expectativas que ofrecía a priori la nueva coalición entonces.
Ahora, una vez rechazada su integración en Por Andalucía al considerar, entre otros aspectos, que viene teledirigida por los designios de Madrid para resolver los problemas de Madrid y no los de Andalucía exclusivamente, la formación de Rodríguez mantiene un inequívoco sello netamente andaluz de izquierdas, cercano a los problemas más acuciantes de la ciudadanía, como por ejemplo la lucha por el empleo de los trabajadores de la planta cordobesa de la empresa Zumosol, el cierre del vertedero de Nerva o la defensa de Doñana frente a los regantes ilegales.
En su declaración de principios, Adelante Andalucía, conformada por los miembros de Anticapitalistas, ya también fuera de Podemos, se define como “una fuerza política netamente andaluza que trabaja por priorizar los intereses populares y con el anhelo de servir como herramienta para la emancipación hacia la plenitud económica, política, ecológica, cultural y social de Andalucía”.
Buena muestra del inequívoco liderazgo que ejerce Teresa Rodríguez en su formación es la elección de una imagen suya para la papeleta que los electores tendrán que incluir en la urna en vez del logo de la propia formación de Adelante Andalucía. Esta elección implica también el conocimiento que buena parte de la ciudadanía andaluza tiene de la dirigente ecofeminista, a diferencia de lo que ocurre con la nueva líder de la coalición Por Andalucía, Inma Nieto, que apenas es conocida en la actualidad por su actividad parlamentaria como portavoz de su grupo en esta última legislatura.
