Las zonas más comerciales de cada ciudad de España han mostrado este fin de semana una imagen repleta de ciudadanos, que saturaban sin espacio para la separación de dos metros, ávidos por volver a la normalidad. Estas aglomeraciones han sido un mal ejemplo para abrir la mano en Navidad.
El encendido del alumbrado navideño y las compras por el Black Friday han provocado desde e viernes, y más aún si cabe el sábado, aglomeraciones en las principales zonas comerciales del país, pese a las medidas de seguridad vigentes por la pandemia.
La Policía Municipal se las ha visto y deseado este fin de semana para controlar esas aglomeraciones, aunque los comercios si han mantenido firmen eso aforo máximo de personas que podían a la vez entrar en la tienda.
Así, se han podido ver colas a la puerta de las franquicias más conocidas e incluso también en los pequeños comercios
En lugares como Castilla y León, donde los centros comerciales siguen cerrados, la asistencia masiva de gente a la zona comercial ha sido, aún si cabe, superior.
Desde las instituciones, el Gobierno y las comunidades autónomas, siguen lanzando mensajes de prudencia. «El virus sigue entre nosotros», repite una y otra vez el ministro Salvador Illa y el propio presidente del Ejecutivo español, Pedro Sánchez.
