Intenta disimular cuando está con otros, pero le cuesta, al menor descuido se le transparenta el contento. ¿Y cómo podría ser de otro modo? Sesenta y tres años, nada menos que sesenta y tres años, aguantando al mismo hombre, propietario y antiguo. La sonrisa enorme cuando se asoma a un espejo. ¡Es libre! Puede hacer lo que le de la gana, hacer y decir lo que le apetezca, acostarse o levantarse sin dar explicaciones a nadie. Los últimos años han sido durísimos: su marido se había convertido en un viejo completamente inútil. No podía evitar gritarle y hasta insultarle al menor pretexto; rezaba cada noche para que no siguiese viviendo.
Y por fin ha sucedido: su marido ha muerto. Es plenamente consciente de que en unos días o unos meses lo echará muchísimo de menos, pero ahora mismo: qué enorme felicidad y alivio.
(Javier Puebla escribió todos los días durante un año un cuento o relato literario: El Año del Cazador, una suerte de novela neurológica que sólo puede conseguirse completa y editada en papel solicitándosela directamente al autor a través de Twitter, Instagram o Facebook, o en el correo [email protected]
Esta Suite que se está publicando en Diario16 y que en principio se prolongará durante 33 días está inspirada por el deseo de recuperar el espíritu y la forma de observar la vida con unos ojos distintos, ojos de Cazador de Cuentos, y es también un exponerse ante el mundo, un “aquí estoy, aún estoy aquí y tú puedes verlo y compartir conmigo este imprevisible juego”.)
Día 7.
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(Mecanografía: LF)
