La presión social está actuando de forma imparable sobre los tics patriarcales de la justicia española. Tras el revuelo causado por el caso de La Manada de los sanfermines, la Fiscalía contempla ahora la posibilidad de cambiar la valoración penal para los siete acusados en Manresa (Barcelona) de abusos sexuales continuados sobre una niña de 14 años, a la que seis de ellos penetraron vaginalmente por turnos de 15 minutos cada uno en la caseta de una fábrica abandonada mientras ella se encontraba totalmente ebria durante la celebración de una fiesta a la que había acudido con unas amigas. Los hechos se produjeron el 29 de octubre de 2016.

La acusación particular sí entiende que hubo intimidación y sometimiento con violencia sobre la víctima

El escrito del Ministerio Público, que sólo contempla por el momento el delito de abusos sexuales y no de agresión para seis de los siete jóvenes juzgados, da por probado que Bryan M., uno de los siete acusados, “le introdujo el pene dentro de la vagina” a la menor de 14 años, que estaba completamente ebria. El acusado se dirigió a continuación a otro de sus amigos implicados en la presunta agresión sexual en estos términos: “Va, te toca a ti, 15 minutos cada uno y no tardes”.

El escrito de calificación provisional del Ministerio Público solicita penas de entre 10 y 12 años de prisión para los acusados, las máximas previstas para los casos en los que no concurren violencia ni intimidación. En este caso, la joven tenía anulada su voluntad por el consumo abundante de alcohol.

Desde que se produjeron los hechos en octubre de 2016 hasta el inicio del juicio esta misma semana, seis de los siete acusados han permanecido en libertad provisional y, según el testimonio de una amiga de la víctima a eltaquígrafo.com, se han encontrado en varias ocasiones con la víctima, que según sus familiares se encuentra “mal y cree que la van a matar”, según explicó este miércoles un tío de la menor, que intentó agredir a uno de los acusados a la salida de la vista.

La amiga de la familia relata que “viven asustados y con mucha vergüenza, lo cual no debería ser así, pero la sociedad actual sigue victimizando a las mujeres violadas, haciéndoles sentir una vergüenza tan profunda que termina siendo una tortura diaria”.

La Sección 22 de la Audiencia de Barcelona suspendió este miércoles la sesión del juicio en la que estaba prevista la declaración de la víctima, fundamental para que la Fiscalía valore la posibilidad de cambiar la petición de penas para los acusados y el tipo penal, pasando de abuso sexual a agresión sexual continuada. La denunciante declarará el próximo lunes y varias agrupaciones feministas ya han anunciado a través de las redes sociales concentraciones a las puertas de los juzgados para protestar por la calificación penal de la Fiscalía en este caso.

El Ministerio Público solicita para seis de los siete acusados entre 10 y 12 años por abusos, la máxima pena prevista por este delito

Este jueves, el juicio se ha reanudado con la aportación de las pruebas biológicas practicadas a la menor, que no fue atendida por profesionales médicos hasta días después de la agresión múltiple. Los forenses sólo hallaron restos de ADN de uno de los procesados, Daniel David R., el único de los siete que ha permanecido dos años en prisión preventiva.

La acusación particular ejercida por la familia de la víctima sí entiende que concurrieron unos hechos constitutivos de agresión sexual múltiple, ya que la víctima fue intimidada y sometida con violencia, por lo que eleva la petición a entre 15 y 20 años de prisión. Seis de los siete jóvenes acusados consumaron la penetración vaginal de la joven mientras se encontraba anulada su voluntad. Mientras tanto, el séptimo acusado se masturbaba sin impedir en ningún momento la agresión.

En el escrito de acusación, se hace constar que horas después de cometida presuntamente la violación, dos de los acusados volvieron a agredir sexualmente a la muchacha de 14 años cuando en el lugar de los hechos solo quedaban la víctima y su amiga junto a los agresores.

Seis de los siete jóvenes que se sientan en el banquillo de los acusados desde este martes pasado han permanecido en libertad condicional hasta la celebración del juicio. Sólo uno de ellos ha permanecido dos años en prisión preventiva desde su detención.

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