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Ingenieros de Montes e Ingenieros Técnicos Forestales en huelga indefinida piden a la Xunta de Galicia que se cumpla la ley

El mensaje es claro, hay que respetar la ley 20/2021 que regula un concurso de méritos para las plazas ocupadas temporalmente desde antes del 1 de enero de 2016 y para las plazas de interinos que tienen una relación temporal con la administración desde antes de esa fecha

Eva Maldonado
Eva Maldonado
Redactora en Diario16, Asesora de la Presidencia de la Conferencia Eurocentroamericana.
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análisis

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Los técnicos forestales temporales de la Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia iniciaron una huelga indefinida el pasado 6 de mayo de 2022, que amenaza con extenderse a otros cuerpos técnicos y a otras Consellerías.

Diario16 ha tenido acceso a sus reivindicaciones que, entre otras, piden el cumplimiento de la ley 20/2021 de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público.

«ya estamos hartos de tanto abuso continuado durante años y ahora quieren que muchas plazas de interinos de larga duración vayan a una oposición, sin respetar lo dispuesto en la ley 20/2021 que regula quien debe ir a un concurso de méritos”.

El mensaje es claro, hay que respetar la ley 20/2021 que regula un concurso de méritos para las plazas ocupadas temporalmente desde antes del 1 de enero de 2016 y para las plazas de interinos que tienen una relación temporal con la administración desde antes de esa fecha.

Historia del trabajo temporal en la Xunta de Galicia

La ley fija que para trabajar en la administración pública como funcionario hay que demostrar mérito y capacidad y que sólo por razones de urgencia y necesidad, de forma excepcional, se puede contratar personal interino, pero que si la necesidad de mantener esos trabajadores persiste pasados 3 años desde su contratación, habría que convocar sus plazas en una oposición a funcionario de carrera.

En Galicia, La Xunta, contrató a muchos trabajadores alegando esa urgencia, para lo cual hizo llamamientos extraordinarios de las listas de méritos, a las que podía apuntarse cualquiera que reuniese los requisitos de titulación necesarios, valorándose los méritos como criterios de selección (entraron seleccionados los de mejor currículum).

Pasados esos 3 años citados, la Xunta no convocó oposiciones, y cuando convocaba (en el sector forestal cada 10 años o más), sacaba muchas menos plazas que las plazas que estaban ocupadas por interinos.

Además de lo anterior,  La Xunta decidió que con estos trabajadores podía tomarse ciertas licencias como no pagarles algunos complementos (los famosos trienios, que ahora ya cobran por sentencia judicial, o la más reciente carrera profesional que aún a día de hoy siguen sin cobrar pese a una sentencia a su favor del Tribunal Superior de Justicia de Galicia en 2021).

Por desidia, comodidad o por ese ahorro económico fueron pasando los años y el abuso de la temporalidad en la Xunta acabó haciéndose algo estructural y aceptado por todos.

La Unión Europea defiende el empleo estable

La Unión Europea siempre defendió el empleo estable para sus ciudadanos, como base para el crecimiento económico y demográfico, por lo que al ver que en algunos estados miembros (como en España) se abusaba del empleo temporal en las administraciones públicas, sacó una directiva en 1999 que obligaba a legislar a cada Estado Miembro para poner freno a este tipo de contratación.

Los distintos gobiernos que España tuvo desde entonces decidieron no trasponer esa directiva y a día de hoy, 23 años después, sigue sin cumplirse.

Esta directiva pedía, entre otras cosas, que los estados fijaran una sanción eficaz y disuasoria contra las administraciones públicas que abusaran de la contratación temporal, y como en España todas las administraciones públicas en general (estado, comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos) tenían ese «pecado», a ningún político le interesó trasponer la directiva.

Consecuencias para los trabajadores

A lo largo de todos esos años los trabajadores temporales acabaron ocupando los puestos peores de su categoría profesional: los peor remunerados, los de destinos más recónditos o los de mayor carga de trabajo. Cuando llegaban a un puesto de los citados, ningún funcionario de carrera concursaba a esa plaza, y si convocaban una oposición ofertando una cantidad de plazas ridícula, los recién incorporados elegían de entre los puestos que se ofrecían otros «mejores» para incorporarse.

Así las cosas, muchos de estos trabajadores temporales llevan décadas trabajando para la Xunta de Galicia, como muchos de los técnicos del sector forestal. Durante estos años han sacado el trabajo adelante con ilusión, especializándose en el desempeño de esos trabajos concretos, acumulando experiencia en ellos, aunque también han ido sumando años y cargas familiares. La media de edad de estos trabajadores está por encima de los 50 años.

Fondos europeos «Next Generation»

Ahora, la Unión Europea supeditó la concesión a España de unos fondos europeos «Next Generation» de ayudas para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, dotados con 500.000 millones de euros, a la reducción de sus tasas de temporalidad en las administraciones públicas.

Ante tal suma de dinero las administraciones encontraron, ya por fin, el impulso necesario para ponerse manos a la obra y el gobierno de España sacó en junio de 2021 el Real decreto ley 14/2021 (conocido como el «Icetazo»), con el que se comprometía a pagar una indemnización por despido a los trabajadores temporales de la administración de larga duración que perdieran su puesto de trabajo en el proceso de consolidación, igual que se viene haciendo en la empresa privada, y a sacar una ley para poner freno a la temporalidad.

Esta ley salió en diciembre de 2021 y en ella se recoge la obligación de las administraciones públicas a convocar un concurso de méritos extraordinario con aquellas plazas ocupadas de forma temporal desde el 1 de enero de 2016, para valorar la experiencia de los temporales más veteranos.

La Xunta, «El Buen Patrón de Galicia», acostumbrada a actuar de acuerdo a su propio criterio, acaba de sacar los borradores de la oferta pública de empleo (OPE que tiene que aprobar antes del 1 de junio de 2022), para poner en marcha lo regulado en esa ley 20/2021.

Ante la sorpresa de muchos, el gobierno gallego ha decidido saltarse esta obligación legal de sacar a concurso la mayoría de las plazas de ingenieros de montes e ingenieros forestales  ocupadas por temporales de larga duración, y prefiere acabar con la temporalidad de esas plazas de otro modo, con una oposición. A fecha de hoy siguen sin tener las plazas claras que van a concurso o a oposición.

Las oposiciones convocadas hubieran sido bien recibidas hace unos años (con todas las plazas existentes). Pero ahora, en mayo de 2022 con la ley 20/2021 vigente, no es legal asignar a estas convocatorias las plazas que ya por ley tienen que ir a un concurso de méritos. Además el propio Director General de Función Pública se comprometió en diciembre, cuando convocaron estas oposiciones, a no ofertar las plazas de los interinos con antigüedad anterior al 1 de enero de 2016.

Los trabajadores hoy en huelga han contado a Diario16 la situación de tres de ellos que a todas vistas supone una inestabilidad laboral que, tras décadas de servicio a la administración gallega, ni tiene sentido, ni a día de hoy es legal.

Testimonios de afectados por la «mala praxis» de la Xunta de Galicia

MFCC se incorporó al Servicio de Montes de Pontevedra en febrero de 1998, para más tarde trabajar en la central Provincial de Incendios y en un distrito forestal. Desde mayo del 2009 está en el servicio de Montes de Pontevedra haciendo el mismo trabajo con el que comenzó en la administración, gestión de fondos europeos.

«Soy Laboral con 24 años de antigüedad, en situación de fraude desde hace dos décadas y me sumo a la huelga porque estoy cansada de que nos pisen. Para los ingenieros de montes, agrónomos, agrícolas y forestales de la Consellería de Medio Rural deberían ofertar al menos 135 plazas en concurso de méritos pero la realidad es que nos eliminan 96. No se puede quedar ninguna plaza atrás, la Xunta tiene que cumplir la ley».

MIRM, personal laboral de la Consellería de Medio Rural. Se incorporó a la Xunta en Febrero del 1997, por lo que lleva 25 años de temporal, y desde entonces desempeña sus funciones en el Servicio de Fomento Forestal, donde la temporalidad es del 85%. Atesora la historia de las subvenciones forestales en Galicia.

«Yo soy laboral, mi plaza no la convocaron nunca en una oposición y tendrá que salir sí o sí a concurso, pero si no salen todas las plazas a concurso que tienen que salir, me será mucho más difícil conseguir estabilizar, porque vamos a estar más técnicos compitiendo por muy pocas plazas. En mi servicio, la huelga está seguida por el 100% de los temporales desde el 6 de mayo de 2022, ya sean laborales indefinidos o interinos».

MGF, funcionaria interina desde hace 20 años en la Xunta de Galicia ocupando puesto de Ingeniera de montes.

“En las últimas oposiciones convocadas, resueltas hace un año, aprobé sin plaza dos oposiciones, una grupo A1 Ingeniero de Montes y otra grupo A2 Ingeniero técnico forestal; para mi sorpresa ofrecieron a los aprobados muchas más plazas de las convocadas, quedando plazas vacantes; ahora la Xunta vuelve a incumplir ofertando solo una plaza de Ingeniero de Montes pura a concurso, a sabiendas de que somos muchos compañeros los que cumplimos los criterios de temporalidad de la Ley… No hay empresa que no valore la antigüedad y la formación”.

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