Los Estados Unidos ya se están hartando de la forma de hacer política de Donald Trump, quien prometió en su campaña de 2016 que evitaría la entrada de inmigrantes ilegales por la frontera con México construyendo un gran muro. Sin embargo, el poder legislativo se opuso. El Congreso paralizó la petición del presidente de que se le concedieran 5.700 millones de dólares de fondos federales para tal fin. Esto provocó la ira de Trump quien no tuvo ningún problema en permitir el cierre del gobierno más largo de la historia. La prioridad era el muro y le importó muy poco que los funcionarios tuvieran que acudir a los comedores sociales y a los bancos de alimentos para sobrevivir.
Los Estados Unidos se han revuelto contra Donald Trump y, tal y como ha confirmado Letitia James, Fiscal de Nueva York, a través de Twitter: «Este muro es innecesario y un abuso de poder que privará de recursos que podrían usarse para ayudar a los americanos de todo nuestro país».
BREAKING: We've filed a motion w/ 19 states to block President Trump's attempts to divert billions in federal funds to build this wall.
This wall is unnecessary, and an abuse of power that will take away resources that could be used to help Americans across our nation. https://t.co/Mg6M1FRXg7
— NY AG James (@NewYorkStateAG) April 5, 2019
Los 19 estados mencionados se unen a California en su intento de bloquear el método de financiación que pretende imponer Trump para tener fondos para construir su muro, es decir, el desvío de fondos federales mediante la declaración de la emergencia nacional.
Hay que recordar cómo el gobernador de California, Gavin Newson, siempre fue muy crítico con los planes antinmigración de Trump, sobre todo tras la declaración de la Emergencia Nacional, ya que existe la preocupación de que el presidente reasigne fondos para combatir las consecuencias de las inundaciones o para desastres naturales que ya están asignados por el Congreso. Algo parecido a lo que hizo el personaje de Frank Underwood en la serie House of Cards cuando utilizó esos mismos fondos para un plan de creación de empleo que terminaba con todos los beneficios del Estado del Bienestar.
La orden de Trump le permitiría gastar los más de 5.000 millones de dólares que son necesarios para otras emergencias que sufren los americanos y que son reales y no existen sólo en la cabeza del presidente.
