El Talmud, libro hebreo que compila tradiciones, costumbres, narraciones, etc., dice que «desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados». Este proverbio, en los tiempos que corren, debe aplicarse, por desgracia, a España porque muchos de los jueces contemporáneos merecen ser juzgados. Unos pocos han sido juzgados, condenados e inhabilitados (Estevill, Garzón, etc.). Sin embargo, viendo algunas sentencias o decisiones judiciales, son muy pocos para los que se lo merecen.
En la lista de los mayores escándalos de la Justicia española ocupan un lugar destacado, en el mal sentido, el Banco Santander y la familia Botín puesto que copan los más altos puestos. En dicho ranking aquéllos también tienen el indecoroso privilegio de acaparar la mayor parte de los escándalos la Audiencia Nacional y de sus jueces estrella: Baltasar Garzón Real, a quien algunos apodan el mago y Francisco Javier Gómez Bermúdez, sin olvidar a Santiago Juan Pedraz Gómez, Fernando Andreu Merelles o Luis Martínez de Salinas Alonso.
La lista que hemos destacado hace referencia exclusivamente a los escándalos relacionados con el Santander, la familia Botín (Emilio, Jaime, Ana Patricia y Javier Botín) o sus fieles servidores (Rodrigo Echenique Gordillo, Ignacio Benjumea Cabeza de Vaca, Ignacio Uclés Romero y un largo etc.).
Las cesiones de crédito
Entre esos escándalos podemos destacar, en lo más alto del ranking y a mucha distancia del resto, el «caso cesiones de crédito» y la «Doctrina Botín» creada por el exmagistrado Javier Gómez Bermúdez.
El archivo de las cesiones de crédito causó el mayor escándalo en la reciente historia de la Justicia española instaurando una nueva doctrina, contraria al artículo 125 de la Constitución, que venía a contradecir toda la anterior, motivo por el que generó siete votos particulares en el Tribunal Supremo, cinco de ellos contrarios al archivo de la causa, en la que se encontraban imputados Emilio Botín, Rodrigo Echenique, Ignacio Uclés y Ricardo Alonso Clavel.
Las repercusiones del caso y la referida doctrina aún no han desaparecido de la vida judicial española. Tal fue la nefasta repercusión de la Doctrina Botín en los casos Atucha y Noos que su autor, el exmagistrado Goméz Bermúdez ni siquiera la menciona, pese a vanagloriarse de otras doctrinas, en su perfil del despacho en el que ahora presta sus servicios (con poco éxito, por cierto, al haber sido condenado su defendido Jaime Botín por contrabando de un cuadro de Picasso) después de haber abandonado la Judicatura.
Indemnizaciones Amusátegui y Corcóstegui
Gómez Bermúdez también trató de meter la cabeza en otro caso relacionado con los Botín y el Santander, como fueron las multimillonarias indemnizaciones de Amusátegui y Corcóstegui, causa en la que se autonombró presidente de la sección y asumió la ponencia. Sin embargo, fue recusado y la ponencia recayó en el magistrado Martínez de Salinas que dictaría una sentencia absolutoria, por lo que, presuntamente, pudo haber recibido alguna recompensa colocando a alguno de sus familiares en entidades cercanas al Santander: Altamar Capital Partners o Alvarez & Marsal.
Baltasar Garzón, el archivo de la querella Banesto y Estados Unidos
Siguiendo de cerca en el ranking al «caso cesiones de crédito», nos encontramos el archivo de la querella que interpuso Rafael Pérez Escolar por el caso Banesto, que recaería en Garzón «el mago» y que la archivaría tras el patrocinio por parte del Santander de sus cursos en la Universidad de Nueva York que recordarán ustedes por la carta que dirigiera el exmagistrado a su “Querido Emilio”.
El auto del Tribunal Supremo referido al cohecho impropio cometido por Garzón sería antológico, si bien fue archivado porque el presunto delito habría prescrito por 25 días conforme a la discutida sentencia del Tribunal Constitucional que llevó a cabo una reinterpretación de la prescripción (art. 114 CP), contraria a la del Tribunal Supremo, para absolver a Alberto Cortina Alcocer y Alberto Alcocer Torra.
Los 2.000 millones de la familia Botín y el Caso Popular
Dentro de ese listado de escándalos judiciales encontramos otros dos protagonizados por el magistrado Fernando Andreu que archivaría la causa por la ocultación de 2.000 millones de euros del clan Botín en el HSBC de Suiza aplicando una excusa absolutoria pese a reconocer la comisión del delito fiscal.
Andreu también protagonizó la inacción en la instrucción del Caso Banco Popular en la que no tomó declaración a ningún imputado, teniendo que llegar al Juzgado el magistrado José Luis Calama Texeira para que la instrucción comenzase a andar, y desde entonces no ha parado.
Pedraz y el blanqueo de capitales
Hemos dejado a Santiago Pedraz para el final, ya que es el magistrado que se encuentra ahora en el «estrellato judicial» después de haber cambiado su Juzgado Central de Instrucción nº 1 por el nº 5, cambio que algunos han achacado al interés de Pedraz por asumir la instrucción de causas con mayor repercusión mediática que le permitiría aparecer en más portadas ondeando al viento su cuidada melena y hacer gala de su progresismo en indiscutibles causas de carácter político.
Respecto al Santander y a la familia Botín, sorprendió el sobreseimiento dictado por Pedraz en la causa referida al blanqueo de capitales protagonizado por siete miembros de la cúpula del departamento de prevención del blanqueo de capitales del Banco Santander, entre los que destaca y llama la atención la presunta intervención de Ignacio Benjumea al haber sido secretario general y del consejo de administración por casi tres décadas y conocedor de todos los entresijos del banco y de la familia Botín.
El sobreseimiento fue dictado el pasado 11 de enero de 2021 por Pedraz, de forma rauda y expedita, recién aterrizado en el Juzgado y sin tiempo casi para leerse siquiera los diferentes informes de los peritos del Banco de España, quienes afirmaron en la documentación presentada que Ignacio Benjumea y demás encausados del Santander habrían contribuido con su operativa al aprovechamiento y ocultación del producto de hechos constitutivos de delito de diferentes españoles en Suiza, entre los que presuntamente se podrían encontrar los 2.000 millones de los Botín ocultos durante décadas al Fisco español en el HSBC de Ginebra (Suiza).
La causa fue instruida desde 2017 por el magistrado Manuel de la Mata, tras una investigación de la Fiscalía Anticorrupción que habría sido iniciada en 2015, como consecuencia de la revelación de la Lista Falciani de presuntos evasores fiscales que tenían cuenta en el HSBC de Suiza, en cuya operativa de presunto blanqueo de capitales se operaba con cuentas ómnibus entre el HSBC y el Santander sin identificar a los titulares de los fondos. Entre las operaciones que habrían sido ocultadas figurarían operaciones de valores realizadas por la sociedad North Star Overseas de Emilio Botín.
Sorprende que un magistrado como Pedraz, salpicado por diferentes escándalos en su trayectoria judicial como los del etarra De Juana Chaos, Mauricio Toledano y su empresa Eurofinsa y los sobornos de Angola o el del presidente del PRI mexicano, Humberto Moreira, presunto colaborador de los narcos mejicanos del cartel de «los zetas», se permitiese referirse a la decadencia de la clase política española, cuando con sus recientes resoluciones parece haberse sumado al grupo de magistrados defensores de los Botín y el Santander.
A modo de inventario, también habría que referirse a la polémica querella interpuesta por las supuestas causas de la muerte de Emilio Botín en la que se acusaba a Ana Patricia Botín y a su madre Paloma O´Shea Artiñano de presunta incitación al asesinato del expresidente del Santander. Dicha querella fue archivada por Pedraz mediante auto de 7 de diciembre de 2016 dictado en las Diligencias Previas 105/15 por no ser la Audiencia Nacional el tribunal competente para instruir este tipo de causas.
excelente artículo qué muestra las vergüenzas este banco ladron que ha secuestrado la justicia española, la cual actúa a la carta de lo que dictan los botin