El miedo, el terror y la generación de ansiedad han sido, a lo largo de la historia, herramientas políticas para controlar a la ciudadanía o para manipularla a la hora de conseguir determinados fines que, sin la aplicación de esos fundamentos, hubieran sido imposibles.
Ejemplos hay muchos, desde el nazismo, el estalinismo o el franquismo, hasta el más actual aplicado en Estados Unidos a la hora de generar miedo a la amenaza terrorista tras el 11S para poder justificar la eliminación de derechos fundamentales.
Sin embargo, el miedo o el terror también pueden ser utilizados para generar desafección hacia el gobierno legítimamente establecido y provocar su caída.
Teoría de la conspiración
Eso es lo que parece que pretende aplicar el Partido Popular y lo hace utilizando una teoría de la conspiración basada en la supuesta agenda oculta del gobierno de Pedro Sánchez que permitirán, según la conspiranoia del PP, una subida de impuestos de 80.000 millones de euros.
Así lo ha declarado Miguel Ángel Castellón, portavoz de Economía del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, contraponiendo esa supuesta agenda oculta con los gobiernos populares que bajan impuestos. Es decir, los de Pablo Casado pretenden defender las políticas fiscales laxas que sólo favorecen a los más ricos y a las grandes empresas contraponiendo un hecho no demostrado con el único fin de generar miedo.
Suena casi grotesco el hecho de que sea el PP quien denuncie agendas ocultas cuando el partido conservador ganó unas elecciones con un programa electoral falso que ocultaba, precisamente, la aplicación de las medidas neoliberales más radicales que se han implementado en la historia de Europa y que tanto daño han hecho al pueblo español.
La subida de la luz
Por otro lado, Castellón ha demostrado que el PP sólo defiende los intereses de los poderosos al hacer referencia a las subidas históricas del precio de la energía eléctrica que se está viviendo en estos días.
El portavoz popular se ha mostrado en contra, precisamente, de una intervención del mercado energético y ha atacado a la parte impositiva, es decir, que ha defendido los intereses de las compañías eléctricas en contra de los de la ciudadanía al presentar como solución al problema la reducción drástica de los impuestos que gravan el consumo eléctrico.
El gran peligro para la continuidad de España como entidad política es Madrid. Urge trasladar la capital del Estado a otra ciudad para evitar el chantaje y los abusos de los altos cortesanos y adláteres. El sentido de ciudadanía de la mayoría de los españoles no soportará que sean empobrecidos para que Madrid y sus alta burguesía siga chupando de los pueblos españoles; hubo que llevarle la electricidad del norte, hubo que construir la red de comunicaciones teniendo Madrid como eje; basta con observar la distribución de la red vial de carreteras, de vías de ferrocarril, de aeropuertos, etc… para detectar que Madrid es la ciudad más parásita del Estado.
¡Por la República Federal y Socialista!
Non teñades medo de Casado que é Un tremendo subnormal. Ninguén na dereita quer saber nada del e confían en que haxa pronto un relevo.
Especial atención a Castilla la mancha, o «la nueva» que se dijo del rey Sancho. La España despoblada es culpa de la brutal indiferencia e insolidariedad de la puta Madrid de mierda. Y sería por algo que aquella genocida conocida por Isabel de Castilla la diezmaba, que significa que redujo su población hasta un diez por ciento, no un diez por ciento. Detestaba la morería y la juderia pudiente que no contribuía en nada. Con los mal que me cae esta tipa y va a tener razón.