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¿Cuánto tiempo resisten los residuos de la “vacuna” de ARNm?

Ni el guionista más retorcido hubiera podido imaginar que se tendría más prevenciones con las ratas, (acotando el experimento a 48h), que con los humanos

Jesús Villajos Barja
Jesús Villajos Barja
Licenciado en ciencias Físicas por la UAM. DEA en Biomedicina Molecular por la UAM.
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análisis

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Se ha publicado el primer estudio que aborda ésta cuestión, en el que los autores se preguntaron:

¿Cuánta proteína S, se produce en respuesta a la vacuna, y sobre todo cuánto persiste el ARNm de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna en las células de las personas inoculadas?. 

https://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(22)00076-9#relatedArticles

Las resultados principales del estudio, escrito por Roltgen y colaboradores, se basaron en el hecho de que a pesar de haber estudios sobre la generación de anticuerpos y su capacidad neutralizante post inoculación, no se conoce realmente cuál es la diferencia en las respuestas a las inoculaciones de ARNm y otras vacunas en comparación con las infecciones naturales. Encontraron lo siguiente: 

1) La vacunación ejerce una «impronta inmune» lo que dificulta que el sistema inmune pueda hacer anticuerpos de forma adecuada,  contra otras variantes,  luego de haber recibido la inoculación. Los anticuerpos producidos de manera normal «cambian» con el tiempo para volverse más afines a otras variantes (eso es un proceso conocido en inmunología como «edición del receptor», y que ayuda a que los anticuerpos puedan ser más afines a lo que encuentran), pero esto no ocurrió con los anticuerpos vacunales, que se mantuvieron estables.

2) La producción de anticuerpos en mucosas es baja en las personas que recibieron la vacuna Pfizer/BioNTech. La protección inmune en las mucosas es lo que necesitamos si queremos evitar la infección. 

3) En el 96% de los vacunados, (en el plasma recolectado uno o dos días después de la inyección inicial) los niveles de antígeno alcanzaron picos de 174 pg/mL, esto significa que la producción de proteína S es mucho más alta que la de los pacientes con COVID-19 gravemente enfermos (Ogata et al., 2020). Esto da la razón a las voces que señalaban que las dosis de proteína S de las vacunas eran desproporcionadas y podrían generar mayores estragos que la propia infección.

4) Y lo más importante, en los centros germinales(CG) de los ganglios linfáticos, detectan proteína de la espícula y que el ARNm de la vacuna persiste en los CG de nódulos linfáticos axilares hasta dos meses después de la segunda dosis. En el estudio no analizaron si hay ARNm y proteína S en otros órganos (solamente analizaron las biopsias tomadas de los nódulos linfáticos de las axilas), pero es un avance importante: dos meses al menos con las instrucciones para producir proteína S y con presencia de proteína S en esos tejidos.

En un estudio previo ya se habían detectado exosomas incluso hasta 4 meses después de la vacunación. Los exosomas con la proteína S son expulsados al torrente sanguíneo por el bazo, y mientras sigamos teniéndolos  es una señal de que la espícula sigue circulando en sangre.

Aunque Pfizer aseguró que la vacuna quedaría localizada en el lugar de la inyección y solo podría durar un par de días, en el estudio se ha visto que puede permanecer en el sistema linfático al menos dos meses tras la inoculación, ya que el cuerpo no es capaz de desintoxicar la proteína de la espícula. Esto explica los efectos adversos detectados a largo plazo. A día de hoy, las razones por las que persiste el ARNm de las vacunas sigue siendo un enigma y todavía existe mucha controversia al respecto.

Algunos interpretan estos tiempos tan prolongados como un indicio de que el ARNm pudiera estar integrándose en el genoma del vacunado. Este estudio con simulaciones in vitro replica el proceso de transcripción inversa del ARN al ADN, pero hay que contextualizar esas simulaciones porque el proceso está acelerado dado que son células cancerígenas que tendrían activado un oncogén por el que se dividen continuamente. Esto simplemente indica que es un proceso posible en determinadas condiciones, es decir con suficiente cantidad de LINE1, pero un cultivo celular no es el cuerpo humano. Lo que sí es interesante de este estudio es que se detecta un aumento en suero de LINE1 después de la inoculación, el equilibrio de LINE1 es crítico en las primeras semanas de gestación, demasiada o muy poca expresión de LINE1 detiene el desarrollo del embrión. De abortos espontáneos y gestaciones interrumpidas si que tenemos evidencias en los datos de VAERS.

En cualquier caso es necesario y urgente realizar estudios para investigar si lo que vieron los autores en el linaje celular hepático en experimentos in vitro ocurre también en organismos vivos.

Sin embargo, otros se inclinan por la explicación de las uridinas sintéticas, que se añadieron para que el ARN inyectado pudiera bloquear la respuesta inmune y que fue la punta de lanza de esta tecnología. Robert Malone comenta al respecto: “Una hipótesis muy real es que la sustitución de pseudouridina por uridina para evitar la respuesta inmune está funcionando tan bien que el ARNm está evadiendo por completo las vías normales de eliminación/degradación. Por lo tanto, el ARNm que no se incorpora a las células en el lugar de la inyección, migra a los ganglios linfáticos o podría ser que  a todo el cuerpo, como sugieren los datos no clínicos de Pfizer, continuando la expresión de proteínas allí. Que esto no haya sido publicado o investigado demuestra el grave incumplimiento regulatorio del deber por parte de Pfizer, Biointech, Moderna. Usar estas vacunas, que incluyen pseudouridina sin comprender completamente las implicaciones y sin que la FDA/EMA exija un paquete regulatorio de toxicología preclínica completo, incluido el seguimiento a largo plazo, como se hace con cualquier otro aditivo químico o adyuvante único, es impactante. Luego está el uso novedoso de las nanopartículas únicas que se utilizan en estas vacunas, que también se evaluaron sólo marginalmente, como lo muestran los datos japoneses de Pfizer”.

Bioacumulación de lípidos

El uso de nanopartículas lipídicas encapsulando el ARN para proteger el ARN exógeno del sistema inmune y darle tiempo a llegar a los ribosomas, fue otro punto clave que permitió hacer viable esta tecnología, no obstante estas grasas sintéticas (ALC-0315 y ALC-0159 ) no habían sino inoculadas vía intravenosa en humanos y a fecha de hoy no existía un informe de toxicidad, sólo disponíamos de un estudio sin publicar que solicitó Japón a Pfizer para su aprobación y que acabó filtrándose a los medios y del que del que dimos cuenta en otro artículo.

Por fin empiezan a salir a la luz los documentos sobre la «vacuna» de ARNm exigidos por un juez federal a Pfizer, tras ser rechazada una solicitud de la FDA en la que se pretendía liberar solo 500 páginas al mes, con lo que se habría tardado más de 75 años en sacar a la luz toda la documentación sobre composición, ensayos y secuelas comprobadas. Se les impone en cambio un ritmo de publicación de 55.000 páginas al mes. Gracias a ello se ha revelado el informe que realizó Pfizer para ver la toxicidad y acumulacion de estas grasas sintéticas:  «distribución tisular de una formulación de ARNm de nanopartículas lipídicas marcadas con [3H] que contiene ALC-0315 y ALC-0159 después de la administración intramuscular en ratas Wistar Han«

  • Inicialmente, 21 ratas macho recibieron dosis de 100 ug de ARNm/animal. Se observaron algunos signos clínicos adversos después de aproximadamente 24 horas después de la dosis y una revisión posterior de los datos mostró que las concentraciones se detectaron bien en los tejidos. Después de conversaciones con el patrocinador, el nivel de dosis objetivo se redujo a 50 ug de ARNm/animal mediante modificación para el resto del estudio.
  • El 18,05% de la dosis de 50 ug se acumula en el hígado después de solo 8 horas y permanece en esta concentración hasta las 48 horas. Cabe destacar que la dosis administrada en una inyección típica de mRNA de Pfizer es de 30 ug.
  • Acumulación en los ovarios. Quizás aún más preocupante que el 12% de concentración media de lípidos en los ovarios a las 48 horas es la pendiente exponencial de la trayectoria.

¿Qué habría pasado si hubieran extendido los tiempos de sacrificio posteriores a la dosis más allá de las 48 horas? ¿Cuáles serían las concentraciones en la hora 72 o 96 o 168, etc…?

Si se hizo no se quiso informar y la razón es sencilla: es un estudio de mínimos con objetivo de aprobación exprés que nunca tuvo el foco en la seguridad y efectos nocivos en la salud a largo plazo. Pfizer siempre podrá alegar que hizo los estudios de toxicidad pero que la FDA no le requirió más ensayos con duración de  más días. La FDA siempre podrá alegar que no detectó nada preocupante en esos estudios, de hecho es lo que dejó por escrito. Lo que viene siendo un buen “trabajo en equipo”. 

Como bien resume Jessica en su análisis, si los datos se hubieran presentado de una manera equilibrada, las conclusiones no habrían sido que la mayoría de las nanopartículas lipídicas se encontraron en el lugar de la inyección. Más bien, una conclusión más veraz podría haber sido algo como esto: “Aunque la mayor concentración tisular media permaneció en el lugar de la inyección, se demostró claramente la biodistribución porque se encontraron lípidos en altas concentraciones en el hígado, el bazo, las glándulas suprarrenales y los ovarios después de un breve período de tiempo de 48 horas. Se desconoce si la acumulación continuó o no después de este período de tiempo. Se requiere más investigación antes de que se inicien los ensayos en humanos”

Conocer la toxicidad y degradación de estas grasas sintéticas o de cualquier producto no empleado antes, parecería razonable, pero no ha sido el caso. En los documentos revelados hemos sabido los motivos por los que la FDA/EMA eximió a Pfizer de realizar dichas pruebas, y la razón por la que nuestras “autoridades de confianza” declinaron hacerlos, fue porque no esperaban que el material genético y las grasas sintéticas tuvieran que tener un potencial genotóxico (que ocasione daño en el ADN), carcinogénico (que genere cáncer) o mutagénico (que genera mutaciones). Es bueno saber que en esta nueva era pos-ciencia las creencias o expectativas del regulador de turno, son suficientes. Su fe era tan firme que así lo dejaron por escrito:

Autoinmunidad inducida

Conocer los efectos de la distribución lipídica de estas nanopartículas es más relevante de lo que pudiera parecer en un principio como detalla este artículo del Dr. Panagis Polykretis de Florencia, Italia.  

https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/sji.13160

En él, muestra el mecanismo de acción por el cual las terapias génicas de ARNm como las de adenovirus recombinante ponen a las células que captan tanto las nanopartículas lipídicas como los adenovirus a fabricar y expresar antígenos que al ser captados por los linfocitos T CD8+  y/o linfocitos B, montarán una respuesta autoinmune y provocarán la destrucción de las células que produzcan estos antígenos.

La farmacocinética o distribución de las nanopartículas y/o el adenovirus, que las farmacéuticas decidieron no estudiar, es clave para poder verificar qué tejidos serán destruidos por el propio sistema inmunológico. También cabe pensar que con cada dosis de refuerzo la respuesta autoinmune será más brutal que con la dosis anterior agravando las lesiones que provocará en las células de los tejidos que expresaran los péptidos de la proteína de la espícula.

En definitiva, el que todavía no dispongamos de unos estudios de toxicología preclínica completa o estén bajo llave por contrato hasta el 2070, es una anomalía cada vez más insostenible, los datos que vamos conociendo a cuentagotas por vía judicial dejan en evidencia a la farmacéuticas y sus filiales reguladoras (EMA y FDA), por otra parte ni el guionista más retorcido hubiera podido imaginar que se tendría más prevenciones con las ratas, (acotando el experimento a 48h), que con los humanos. El experimento en masa, de momento parece no tener un final.  

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6 COMENTARIOS

  1. Se debería investigar, además, si las vacunas que dijeron eran de «tecnología tradicional», como Sinovac por ej., realmente fueron formuladas de esa manera

    • Por favor, me puedes documentar la existencia de la supuesta proteina S. ¿Alguien la ha visto?. ¿No te das cuenta del engaño con el que justificarán TODO?, Fue un error de la proteina S, te dirán

  2. Mientras publicáis semejantes artículos ficticios, estáis haciendo el juego sucio al propio Oficialismo. A ver como lo expreso: «No existe en el mundo ninguna prueba científica de la supuesta existencia de la supuesta proteina S (parte envolvente del supuesto e inexistente Sarscov2)». No sabemos ya como decirlo. Si siguen con la defensa de lo INDEFENDIBLE, justificarán TODAS LAS MUERTES por lo que ellos considerarán, «un error» de la supuesta «proteina S». No hablen de algo que NO EXISTE salvo en papeles de nuestros propios enemigos. Mientras tanto, no hablan de aquello de lo que SI tenemos conocimiento por ANÁLISIS que hemos hecho y se han recreado en otras partes del mundo. ¿A que juegan ustedes?, o mejor ¿Por qué introducen una segunda película oficial SIN PRUEBAS en la mente de la gente?

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