Al líder de la oposición, Pablo Casado, no le salen las cuentas. Cae en las encuestas, no consigue -pese a su campaña de desprestigio- desbancar al PSOE en intención de votos y su popularidad también desciende vertiginosamente. Así, acude al último y más miserable recurso: utilizar de nuevo el terrorismo etarra y vincular la propuesta de prórroga del estado de alarma del Gobierno con ETA y sus atrocidades.
Así, a través de un tuit, el presidente de los populares vincula el interés del Ejecutivo de Pedro Sánchez con una nueva prórroga del estado de alarma con “sacar de las cárceles a los terroristas de ETA”:
Además de una estrategia miserable para una lacra, la del terrorismo, que quitó la vida a 955 víctimas, robó la libertad a millones de personas y atemorizó a toda España, Pablo Casado olvida en sus críticas por el acercamiento de los presos a las cárceles del País Vasco y las negociaciones con la banda terrorista, que fue el Gobierno de José María Aznar -el político al que idolatra y trata de imitar- quien inició esas conversaciones y acercó a esos terroristas a prisiones de Euskadi.