Desde la clandestinidad, pero al pie del cañón por su país desde la Universidad de Bielorrusia, un grupo de disidentes, tras conocer las sanciones impuestas por Europa a su país, aseguran a Diario16 que «la mejor sanción es intervenir las cuentas personales de Lukashenko y su familia».
Estos profesores universitarios están convencidos de que esas cuentas «son millonarias«. Si Europa interviniera esas finanzas del presidente de Bielorrusia, «entonces algo se movería», afirman.
Cuentas personales de Lukashenko
Entre las sanciones a Bielorrusia decididas ayer en el Consejo Extraordinario Europeo no se decidió, sin embargo, nada sobre las cuentas personales del presidente Lukashenko. Lo que sí han aprobado los 27 son nuevas sanciones contra Bielorrusia por el aterrizaje forzoso de un vuelo de Ryanair para detener al periodista Roman Protosevich.
Se trata de “un hecho absolutamente inaceptable”, ha declarado el presidente, Pedro Sánchez. “Creemos importante condenar estos hechos y exigir al régimen bielorruso que libere a todos los pasajeros”, en referencia al periodista opositor Raman Patrasevich y su pareja.
Sanciones a Bielorrusia
Entre las sanciones adoptadas, el Consejo ha decidido ampliar la lista de personas que no pueden entrar en la UE, y aislar al país por vía aérea, prohibiendo a las compañías bielorrusas entrar en el espacio aéreo comunitario y pidiendo a las europeas que no sobrevuelen Bielorrusia.
La presidenta de la Comisión ha anunciado que habrá también ulteriores sanciones económicas.
Miedo a la reunión entre Biden y Putin
Los profesores bielorrusos reconocen también a Diario16 que temen la reunión entre el presidente de EEUU, Joe Biden, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Según explican, «tememos que Biden acepte el acuerdo con Ucrania a cambio de Bielorrusia».
Consideran también que la prohibición de vuelos «será un duro golpe para nuestra compañía aérea».
Mientras, estos docentes universitarios reconocen el miedo a ser detenidos «por nada», «porque igual no les gusta el color de la chaqueta».
