La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha firmado un convenio con la iglesia católica por el que prestarán servicio un capellán por cada 100 camas en los hospitales públicos, todo ello en plena polémica por la celebración del funeral de Estado celebrado la semana pasada en el Palacio Real por las víctimas del COVID-19 en Madrid, el que Ayuso se mostró contrariada porque no se realizó a través del rito eclesiástico católico.
Por el contrario, la Comunidad de Madrid cuenta con un rastreador por cada 35.000 madrileños, cuando lo recomendable es un por cada 5.000. Ayer el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó el Convenio. ¿Y el resto de las confesiones religiosas no tienen el mismo derecho?
Estas contrataciones se enmarcan dentro del Convenio suscrito el 2 de enero de 2008 entre la Comunidad de Madrid y la Provincia Eclesiástica de Madrid, para la asistencia religiosa católica en los centros hospitalarios públicos dependientes de la Comunidad de Madrid, cuyo objeto es reconocer, proteger y posibilitar el ejercicio del derecho garantizado por el artículo IV del Acuerdo sobre Asuntos Jurídicos firmado el 3 de enero de 1979 entre el Estado Español y la Santa Sede a la asistencia religiosa de los enfermos católicos y los internados que lo deseen en los centros hospitalarios dependientes de la Red Sanitaria Única de Utilización Pública de la Co- munidad de Madrid.
El citado convenio no pudo tener en cuenta la actual regulación sobre convenios administrativos contenida en la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, por lo que procede la suscripción de un nuevo convenio conforme a la legislación vigente.
El personal que preste la asistencia religiosa y el personal voluntario en el ámbito de este Convenio actúan bajo vinculación jurídica con la Provincia Eclesiástica de Madrid, no teniendo ninguna relación contractual con el Servicio Madrileño de Salud ni con la Consejería de Sanidad.
Los capellanes a tiempo completo cobrarán 14.967,29 euros anuales y a tiempo parcial de 7.574,81 euros. A lo que hay que sumar que las Gerencias de los hospitales abonarán a la Provincia Eclesiástica de Madrid con carácter compensatorio el importe de la cotización empresarial a la Seguridad Social según el régimen especial del clero, sin que ello suponga ninguna relación laboral con la Comunidad de Madrid.
Este servicio se prestará sólo para los enfermos católicos y sus familias, siempre que se pueden, como es el caso de los enfermos Covid-19. Se trataría según el convenio “de ayudar a vivir el sentido cristiano de la enfermedad, la curación, el sufrimiento o la muerte desde la fe y de asesorar en los problemas éticos”.
Celebración de sacramentos
Eucaristía, comunión a los enfermos, bautismo de niños: Los padres que requieran al SARC pueden acudir al Control de Enfermería para realizar la petición del Servicio Religioso.
Celebración del Perdón: Un sacerdote permanecerá en el despacho contiguo a la capilla (sacristía) antes y después de las misas, para atender a todos aquellos que deseen celebrar el sacramento de la reconciliación. Cuando la persona que desee recibir este sacramento no pueda acceder a la capilla, el sacerdote se desplazará a la habitación.
Unción de enfermos: Se celebrará a petición del enfermo o -si las circunstancias no lo permiten- a petición de la familia, siempre y cuando pueda suponerse que el enfermo solicitaría el sacramento si pudiera.
Oración por los difuntos: Cuando finalmente la vida llega a su fin, la familia puede realizar la oración del responso presidida por un sacerdote.
Desde la oposición se han criticado estas medidas
Cura de urgencias?
Verguenza. Somos una put. colonia vaticana, estamos obligados a financiar a sus «liberados políticos» y al PSOE se le llena la boca con que es socialista y obrero. Es tan socialista y obrero como los borbones, no olvidemos que esto hecho viene como consecuencia de un acuerdo de Felipe Cal Viva con la monarquía sacerdotal.
Los rastreadores los quería gratis y los capellanes pagando