La administración rusa ha sido señalada como partícipe de la trama que estafó 230 millones de dólares en el año 2007, según informes de Anticorrupción. La sentencia de un tribunal ruso que condenó al inversor William Browder ha sido calificada como «ficticia» por la misma entidad, que ha anunciado que la administración rusa participó en la defraudación del dinero en cuestión.
El ‘caso Magnitsky’, como se ha bautizado a esta trama criminal, ha sido investigado por el Juzgado Central de Instrucción número 2 en España. Se ha descubierto que al menos 35 millones de euros procedentes de los 230 millones de dólares sustraídos a la Hacienda Pública de Rusia han sido blanqueados en España.
El abogado ruso contratado por Browder, Sergey Magnitsky, descubrió la trama y fue detenido. Tras ser encarcelado, murió en una celda a la edad de 36 años. El empresario Bill Browder denunció el presunto blanqueo de dinero procedente de los 230 millones de dólares en España en 2017. Desde entonces, numerosas jurisdicciones de distintos países están tras la pista del destino del dinero.
La Fiscalía ha detallado en su escrito de denuncia un listado de transferencias y ha solicitado que todos los receptores que aparecen sean llamados a declarar a la Audiencia Nacional en calidad de investigados por presuntos delitos de organización criminal y blanqueo continuado de capitales.
La ‘Magnitsky Global Act’, aprobada en Estados Unidos para combatir la corrupción y las vulneraciones de Derechos Humanos, ha sido una respuesta internacional al caso. El Congreso también se ha pronunciado sobre este asunto, con una proposición no de ley en línea con la condena internacional que suscitó el asesinato de Magnitsky.
La trama de los 230 millones de dólares sustraídos a la Hacienda Pública de Rusia en el año 2007 sigue siendo investigada en distintas jurisdicciones internacionales.
