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Alerta en la UE ante el grave problema de la sequía en todo el continente

Bruselas da instrucciones a los estados miembros para que se preparen ante los peores años de escasez de agua por el cambio climático

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análisis

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El informe Los recursos de agua en Europa: cómo hacer frente a la escasez de agua y la sequía, elaborado por la Agencia Europea de Medio Ambiente, asegura que los crecientes problemas de escasez de agua y sequías indican claramente la necesidad de aplicar el criterio de un uso más sostenible en la gestión de los recursos de agua en Europa. Dicho criterio requiere un giro decisivo hacia una gestión basada en la demanda, lo que implica asignar un papel clave a las medidas de control y mejora de la eficiencia. De acuerdo con dicho criterio, cualquier expansión de la oferta de agua, tradicionalmente basada en la ampliación de la infraestructura, solo se llevaría a cabo cuando todas las demás opciones hayan sido agotadas. También es necesario un sistema de extracción más equitativo, para satisfacer no sólo las necesidades de cada sector en competencia, sino también los requerimientos del ambiente acuático y la necesidad de mantener el buen estado de los ecosistemas. Implementar con éxito este enfoque de gestión no solo puede ayudar en la adaptación al cambio climático, sino que también puede contribuir a la disminución del uso del agua y el consumo de energía, ya que ambos suelen estar estrechamente relacionados.

La necesidad de un enfoque más integrado y sostenible en la gestión de los recursos hídricos en Europa está ya reflejada en la política y la normativa vigente. Por ejemplo, la Directiva marco del agua (DMA) promueve «el uso sostenible basado en la protección a largo plazo de los recursos disponibles». Con este fin, una medida clave es la del «registro y control de la extracción desde las aguas superficiales y subterráneas». La Comisión Europea también ha reconocido el problema que supone la escasez de agua y la sequía en una Comunicación de 2007 (Comisión Europea, 2007a) en la que se describe la gravedad de la situación y se presenta un conjunto de opciones políticas que tienen en cuenta la escasez y la sequía en toda Europa. La gestión con éxito de los recursos de agua en toda Europa desde una perspectiva basada en la demanda puede requerir la implementación de una serie de políticas y prácticas diferenciadas.

Precio del agua

La introducción del precio en todos los sectores será crucial para conseguir un uso sostenible del agua. La DMA así lo reconoce cuando requiere que el precio sea un incentivo adecuado para el uso eficiente de los recursos y la recuperación del coste total de los servicios. La recuperación del coste total no se refiere solo al suministro del agua y el mantenimiento y construcción de nuevas infraestructuras, sino también a los costes ambientales y de los recursos. En este sentido, queda reflejado el principio de que «el usuario debe pagar por lo que consume».

Un sistema de precios eficaz necesita basarse, al menos parcialmente, en el volumen de agua usada, en vez de adoptar un enfoque de tarifa plana. Para esta finalidad, los dispositivos contadores del gasto juegan un papel clave y deben ser implantados ampliamente en todos los sectores. El éxito del precio requiere una buena comprensión de la relación entre el precio y el uso en cada sector y necesita tener en cuenta las circunstancias locales. Sin embargo, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que abogan por el acceso universal al agua limpia y a los servicios de saneamiento, el precio no debe socavar el derecho a la higiene y la salud de las personas que no pueden pagar la factura.

Planes de gestión de la sequía

Los planes de gestión de la sequía brindan una potente herramienta para aliviar el impacto de la sequía y poder reflejar un cambio de orientación positivo desde un enfoque basado en la «respuesta a la crisis» hasta un enfoque basado en la «gestión del riesgo». Los planes formulados hasta ahora en Europa incluyen la elaboración de mapas de estrés hídrico, la identificación con sistemas de predicción y alerta, y la adopción de medidas sectoriales específicas, por ejemplo la restricción temporal del riego en cultivos muy intensivos. La DMA reconoce la utilidad de los planes de gestión de la sequía a nivel de cuenca hidrográfica. La generalización de estos planes en toda Europa requiere impulsar el intercambio de información sobre las mejores prácticas de gestión del riesgo de sequía.

Eficiencia y conservación del agua

En relación con la agricultura, la mejora de la eficiencia puede llevarse a cabo mejorando los métodos empleados en el suministro de agua a los cultivos: por ejemplo, una red de tuberías a presión es más eficaz que una red de canales abiertos y alimentados por gravedad. Los sistemas de riego por aspersión y goteo también son más eficientes que el sistema de surcos en relación con el transporte del agua hasta las raíces de los cultivos. No obstante, existen pruebas de que, en determinados casos, la mejora de la eficiencia del riego ha servido para aumentar la superficie del área de regadío, resultando que el uso total de agua no solo no ha disminuido, sino que incluso ha aumentado. Las autoridades competentes deben asegurar que esto no ocurra. Un cambio hacia cultivos menos intensivos, incluyendo los más tolerantes al estrés hídrico, puede promover la disminución del uso del agua en la agricultura.

También se puede conseguir su disminución mediante la mejora del calendario de riego, empleando sistemas de medida o estimación de la humedad del suelo con la finalidad de conocer la cantidad diaria de agua requerida por cada cultivo y poder aplicar una técnica de riego según el déficit de humedad. Decantarse por los cultivos con una demanda de agua máxima antes de los meses de verano también puede contribuir a reducir del estrés hídrico máximo durante el apogeo estival. La demanda de cultivos energéticos puede aumentar el uso en la agricultura. En áreas con escasez, es necesaria la orientación y, si procede, la intervención de las autoridades para asegurar que la introducción de los nuevos cultivos energéticos no estimule el derroche. Por el contrario, dicha introducción debe ser una oportunidad para reducir el consumo en la agricultura mediante la producción de unos cultivos energéticos con baja demanda y tolerantes a la sequía. Los fondos nacionales y comunitarios, incluyendo los de la PAC, pueden jugar un importante papel en el futuro mediante la aplicación de medidas destinadas a la disminución del uso del agua en la agricultura.

Sin embargo, el éxito será más fácil si se cuenta con servicios de asesoramiento, formación e información a disposición de los agricultores. Varios sectores industriales europeos han adoptado con éxito medidas de ahorro, aunque aún queda un potencial significativo en cuanto a la aplicación de estas prácticas. En este sentido, el reciclado de las aguas residuales industriales puede jugar un importante papel, no solo para poder disminuir el consumo y uso, sino también para disminuir el vertido de aguas residuales.

Con respecto al abastecimiento público, los más modernos aparatos domésticos y las instalaciones de uso habitual, incluyendo lavadoras, lavavajillas, retretes y duchas, son mucho más eficientes respecto al uso del agua que sus predecesores. No obstante, aún permanece el reto de aumentar la instalación y el uso de estas modernas tecnologías en toda Europa. En este sentido, tanto la regulación en términos de normalización como la concienciación del consumidor juegan su papel. Las fugas desde la red de abastecimiento público siguen siendo significativas en muchos países de Europa, a pesar de contar en general con una moderna tecnología para su detección. Combatir las fugas puede requerir la imposición de sanciones cuando no se alcancen los índices de disminución preestablecidos.

Iniciativas de concienciación

Conseguir un uso más sostenible del abastecimiento público depende en gran medida de la concienciación ciudadana respecto a la conservación y mejora del agua. Hay varios medios disponibles para informar a los consumidores particulares, empresas y sector turístico, como páginas web, programas de educación escolar, folletos de autoridades locales y medios de comunicación de masas. El etiquetado ecológico de los electrodomésticos y la certificación ecológica de los hoteles turísticos también pueden jugar un papel importante en la concienciación de los consumidores y ayudarles a tomar decisiones fundamentadas sobre la eficiencia y la conservación del agua. El concepto de «agua virtual» define la cantidad de litros requerida para producir un determinado bien o servicio y supone un flujo virtual entre los países donde los productos son objeto de comercio internacional. Los esfuerzos orientados al mejor conocimiento de este concepto entre la ciudadanía pueden servir, en principio, para concienciar mejor a los consumidores, subrayando las variaciones significativas en cuanto al agua utilizada en la producción de los diferentes productos agrícolas e industriales. Sin embargo, hay que tener cuidado al utilizar el agua virtual como instrumento de información, ya que este enfoque carece desuficiente coherencia metodológica y no ofrece ninguna indicación sobre la cantidad utilizada para un producto concreto en relación con los límites de la extracción sostenible desde la fuente ni sobre el agua que retorna a una masa originaria.

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