martes, 19marzo, 2024
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Zappa De la Fuente

Zappa es el Mozart del siglo XX

Francisco Silvera
Francisco Silverahttp://www.quenosenada.blogspot.com.es
Escritor y profesor, licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Valladolid. He sido gestor cultural, lógicamente frustrado, y soy profesor funcionario de Enseñanza Secundaria, de Filosofía, hasta donde lo permitan los gobiernos actuales.
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análisis

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Hace muchos muchos años, en una edad muy muy lejana, cayó en mis manos el libro que Alain Dister publicó sobre Frank Zappa; fue fundamental para entrar en su universo, porque acababa de iniciarme en su música, tardíamente, no es que no lo conociera pero no había llegado la hora de mi epifanía: un LP trabajadísimo de Apostrophe (‘) y otro de una parte del Joe’s Garage, la que incluía «Watermelon in Easter Hay», a los que se sumaron Sheik Yerbouti, One size fits all y un Zappa in New York al que le faltaba un trozo del borde del vinilo en el segundo disco, siendo ya madurito y un par de años antes de la muerte del Maestro, me alucinarían hasta el extremo de haber marcado un antes y un después en mi persona en todos los sentidos.

Por entonces ya oía yo mucha música de todo tipo y la parte final del «Sheik Yerbouti Tango», huyendo de la tonalidad tocando siempre el mismo intervalo de un tono completo, no me sorprendía por novedosa sino por la habilidad de usar esa rara armonía con una guitarra eléctrica hipersaturada cuando lo que cabía esperar era el prototipo de melodía blues que tan bien controlaba el propio Zappa.

Zappa es el Mozart del siglo XX. Llevo años defendiendo esta idea, porque es un músico tocado con la gracia de haber procesado la música de su tiempo, haberla digerido y haber abierto las compuertas de un cosmos sonoro que lleva a un futuro posible. Zappa es más rock que nadie, sus años 70 son insuperables; Zappa es más vanguardista que nadie, sus años 60 no tienen límites; Zappa es más activista que nadie, sus años 80 son brutales; y Zappa es más música que la mayoría, su obsesión por rellenar pentagramas revelan a un compositor tan peculiar que sólo un Varèse (tan determinante en su vida), un Messiaen, un Cage o un apabullante Beethoven se le pueden equiparar, nada de artista popular con ínfulas de ser un trozo de música seria: él es música seria.

Manuel de la Fuente, salvo algún “freaky” oculto en su mazmorra o un cuñado, es la persona que más sabe de Zappa en esta península y más allá. Con una brillante carrera académica que le sirve para organizar con extremo rigor su trabajo, habiendo traducido el The Real Frank Zappa Book, un interesantísimo libro de memorias, o el libro testimonial de su secretaria durante la etapa “freak” de Laurel Canyon, Pauline Butcher: ¡Alucina! Mi vida con Frank Zappa, además de un estudio capital sobre su pensamiento: Zappa en el infierno. El rock como movilización para la disidencia política, De la Fuente acaba de publicar en Alianza Editorial La música se resiste a morir: Frank Zappa. Biografía no autorizada.

Indispensable para cualquier seguidor de la música del creador norteamericano, en realidad esta biografía se puede leer como una crónica de los cambios sociales y políticos en la segunda mitad del siglo XX, no sólo de los USA sino también de su entorno de influencia planetaria. Zappa era un filtro de su realidad, por tanto el libro está articulado muy inteligentemente dando las claves para entender el por qué de las respuestas de Zappa. No es un anecdotario hagiográfico para fanáticos… sí, también está el jugo de una vida muy movidita pero, por fin, perfectamente anotada y acreditada con furor investigativo; lo que hace este libro es una leyenda creíble de los motivos intelectuales de alguien que sólo puede ser definido como un genio incansable.

De la Fuente sitúa la obra de Zappa en un lugar merecido (y que habría gustado al propio músico): como compositor clásico que, lejos de sucumbir como tantos a una vida de necesidades básicas apenas cubiertas, supo manejar el mercado y mantener a la vez una dignidad suficiente para jamás entregar un mal producto o dejarse llevar por lo estrictamente comercial; Zappa parte de Varèse, Bartok, Stravinsky y la Escuela de Viena y su éxito popular nunca le hizo salir de esos círculos, aunque al final de su vida y ya con los dólares resueltos decidiera volcarse en la composición más en abstracto. Esta biografía muestra a un Zappa sorprendente para algunos que se mueve en el mundo de la política y la gestión comercial, incluso con atrevimientos diplomáticos, y que curiosamente es radical en lo liberal-económico (incluso anticomunista) pero férreo defensor de un Estado no interviniente que, sin embargo, garantice condiciones igualdad a través de un acceso universal a una Educación de alto nivel para toda la ciudadanía y unos derechos mínimos que no socaven la dignidad individual, por supuesto secular y dejando toda creencia u opinión en el fuero de lo personal.

Más allá del tópico de enganchar para su lectura al convencido de la música de Zappa, que es lo que suelen hacer este tipo de libros, funciona al revés: muy probablemente alguien que no haya oído su música y se haga una idea con este volumen de lo que fue y del personaje, es muy probable que termine oyendo la enorme cantidad de obra grabada (que no cesa de aparecer) de este monstruo y, además, entienda mejor los vericuetos de la situación actual de este planeta (y de Los Simpson), porque Zappa ya vio (y profusas citas lo prueban) la teocracia fascista que pretende controlarnos desde hace décadas. Éste es un libro de Historia que expone como aldabonazo duradero el reaganismo, que hoy perdura con otras formas…

Mi sentido del humor, mi capacidad crítica o de análisis, mis conocimientos musicales, mi forma de tocar la guitarra (y esas escalas que medio me inventé embobado con sus solos), mi concepto de la sexualidad, mis ideas sobre el Arte, mis devaneos políticos y la forma de enfrentarme a un público cuando debo hacerlo… no serían las mismas sin Zappa. Para mí este libro ha sido un placer nutricio que debo compartir con ustedes; si conocen al de Baltimore, disfrutarán como yo, si no: este trabajo de Manuel De la Fuente va a ser canónico en la literatura hispánica sobre él, corran antes de que se lo pierdan o se lo cuenten.

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