sábado, 27abril, 2024
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Vox apuesta por hombres machistas y respetuosos a la vez, pero nunca ‘blandengues’ y tolerantes con las mujeres

El discurso de los ‘chiringuitos ideologizados’ de la ultraderecha en pleno estallido de los insultos machistas del colegio Elías Ahuja choca con iniciativas pioneras de fomento de nuevas masculinidades como la impulsada por la Diputación de Sevilla

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análisis

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Los insultos machistas y misóginos que decenas de estudiantes del elitista Colegio Mayor Elías Ahuja de Madrid han proferido contra alumnas de otro centro similar femenino, situado justo enfrente, han puesto ante el espejo el negacionismo cerril del partido ultraderechista Vox, que como mucho ha querido ver en estos gritos machistas, rechazados de pleno por el resto de partidos políticos y organizaciones sociales, simplemente el cumplimiento de una tradición entre estudiantes sin más intención que la pura diversión. Todo con tal de mantener el papel de los hombre dentro de las masculinidades tóxicas que, a la postre, llegan a desembocar sin remisión en incontables casos de violencia de género. Tanto ha sido el revuelo montado alrededor de este caso que incluso Javier Ortega Smith, hasta este jueves secretario general de Vox, ha tenido que rechazar con la boca pequeña “totalmente” los insultos y la actitud “despreciable” ante las mujeres que sólo muestra un problema de educación, ya que a continuación exculpa a sus protagonistas al considerar que no actuaron con “verdadera mala intención ni de herir o hacer daño”.

A esta postura ambivalente y ambigua que no hace más que negar la evidencia comúnmente aceptada por la amplia mayoría de la sociedad, la ex dirigente de Vox Macarena Olona ha aplaudido el video de las jóvenes respondiendo con complicidad a los insultos machistas. “Lo llaman machismo porque nos quieren débiles y víctimas para hacer política”, señala la ex diputada ultraderechista en el Parlamento de Andalucía en un intento de cuadrar el círculo.

Lejos de amilanarse y sumarse a la visión común del resto de la sociedad, el partido ultraderechista mantiene su postura sin complejos bajo la excusa de que todo lo que rodea el feminismo es una especie de conjura “socialcomunista” montada por “chiringuitos” de “feminazis” que quieren “ideologizar” a nuestros jóvenes y la sociedad en general. La complicidad exculpatoria con estos gritos machistas mostrada por muchas de las jóvenes del colegio femenino de enfrente no hace más que confirmar que es el machismo el que no entiende de género, a diferencia de la violencia machista, que es más que palpable que sólo la sufren las mujeres. Las frías estadísticas están ahí para demostrarlo año tras año de forma contundente.

Iniciativa pionera de la Diputación de Sevilla

Un caso concreto de la visión cerril y machista que muestra Vox con la tolerancia de las masculinidades tóxicas, con el apoyo de no pocos medios de comunicación de ideología afín, lo podemos encontrar en la reacción que ha tenido estos días ante una iniciativa pionera de la Diputación Provincia de Sevilla. Una treintena de municipios sevillanos ha solicitado participar en las charlas-talleres del proyecto ‘Mi traje de hombre. Un compromiso provincial con el cambio de los hombres’, con el objetivo de impulsar en los pueblos de la provincia la necesidad de eliminar la brecha social de género y promover un cambio en el actual concepto de masculinidad, cimentado en el machismo y la misoginia, como se ha podido comprobar estos días en el lamentable caso de los estudiantes del colegio mayor madrileño. Esta iniciativa pionera de talleres informativos sobre nuevas masculinidades, que comenzará en la segunda quincena de octubre, arrancará con una presentación por parte de Juan Miguel Garrido, técnico del Área de Cohesión Social e Igualdad de la corporación supramunicipal sevillana, colaborador de Diario16 y otros medios y autor del libro ‘Mi traje de hombre. Una visión feminista desde la masculinidad’ (editorial Bellaterra).

Vox niega al mismo tiempo la existencia del machismo y condena los insultos “sin verdadera mala intención” de los estudiantes del colegio madrileño

Rápidamente ha salido en tromba Vox y su defensa de las masculinidades tóxicas a criticar esta pionera iniciativa educativa en la provincia de Sevilla. El portavoz del partido ultraderechista en la Diputación de Sevilla, Rafael García Ortiz, ha lamentado el “despilfarro” y “bombardeo ideológico” del proyecto feminista de la corporación sevillana. El representante ultraderechista ha desplegado todo su arsenal dialéctico contra la lucha por la igualdad de género. “Venga dilapidar los recursos e impuestos de todos los sevillanos en mamandurrias y panfletos progres, el PSOE se ha convertido en una auténtica sanguijuela fiscal para financiar chiringuitos de sus amigos”.

La directora general de Igualdad y Cohesión Social en Diputación de Sevilla, Ana Marín, ha respondido al dirigente de Vox recordándole que el proyecto a favor de las nuevas masculinidades en busca de la igualdad de género ha supuesto una inversión de “cero euros” por parte de los presupuestos públicos de la corporación sevillana. “Podría haber solicitado información al respecto en su calidad de integrante de la Corporación. A su disposición”, ha respondido la responsable de Igualdad.

Este caso viene a confirmar que Vox se siente plenamente a gusto con su discurso negacionista, machista y defensor de unas tradiciones carpetovetónicas que calan incluso en una buena parte de la sociedad más joven, como se ha podido comprobar con las declaraciones exculpatorias de las víctimas de estos insultos que ahora investiga la Fiscalía por un presunto delito de odio, tipificado en la nueva ley del “sólo sí es sí” que ha entrado en vigor precisamente este viernes tras su aprobación por la mayoría del parlamento.

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1 COMENTARIO

  1. Fíjese usted; preste sobrada atención a lo que afirmo en estas letras:
    Los carpetanos no lo sé ni lo sabe nadie, pero los vetones eran algo así como lo que la gente hoy entiende como celtas, que se desgrana en una serie de normas comunes entre los pueblos al abrigo de esta cultura precristiana desde Polonia a Portugal, y que son:
    Las mujeres no sólo eligen a sus hombres, sino señalan o sugieren a las mujeres de sus hermanos varones de menor edad. En muchas ocasiones, las mujeres de mayor edad entre los clanes supremacistas, o diga » de los princeps», también llamados Casteia o Castella, son la voz representativa en los concilios que cada uno de novembro ( samhain o Samaín) eligen sus jefes o validan otro año al que ostenta el mando, ya que ellos – igual que hoy – solían vivir menos. Es lo que algunos historiadores llaman Tanistry o Heritage céltica. Existe el divorcio, que es más antiguo que el Génesis bíblico, pero cada uno de agosto se revalida el compromiso nupcial y se celebran nuevas bodas, muy célebres hoy todavía ya que sobrevive la costumbre de las flores en las cabelleras, el color blanco de la novia, o la luna de miel, cuando pasaban los 28 días ( ciclo de la luna) encerrados bebiendo hidromiel y haciendo eso que suelen hacer los novios recién casados. También tendrían su ocasión de mostrar su habilidad con las armas, e incluso ir a la guerra. La supervivencia de sus hijos o hijas estaba garantizada por los cónyuges, aún separados, y en su ausencia por su familia directa, y por defecto su clan, lo que incluía la instrucción – salvo para el culto druídico – en la disciplina que los jóvenes mayores de doce en los varones, o con la menstruación las mujeres, eligiesen motu propio. Igualdad de derechos entre pares, pués sí había clases, pero no diferencias entre hombres y mujeres si pertenecían al mismo grupo social.
    Cuánto tiempo hubo de pasar hasta la igualdad o la equidad de entonces? Si es que hasta ahí llegamos. Por eso me molesta cierta expresión que usted utiliza.
    No era una sociedad avanzada, eran unas sociedades rurales y agrícolas, pero sí semejantes a la persa o la griega anterior, llamada de orden jónico. Luego vinieron los imperios a joderlo todo y hasta el siglo XX…
    Son dos mil años de involución, una muy añorada por ciertos sectores que no son conservadores; son neandertales.

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