Vicenç Navarro (Ginorella, Bergadà, 1937) es el argumento de peso que tiene En Comú Podem para derrumbar esa tesis de la derecha que acusa a Podemos, y a sus coaliciones autonómicas, de no tener programa económico y de basar sus premisas en la demagogia. Navarro acude a las inciertas elecciones catalanas cerrando las listas de En Comú Podem solo por delante de Edouard Amouroux, Vicky Peña y Ada Colau. Cerrar las listas de un partido político es una manera simbólica de apoyar a la formación, ya que los últimos nombres suelen acostumbrar a pertenecer a figuras que desempeñan un papel clave dentro del ideario de la formación, como es el caso de Navarro, o porque son personas con una presencia pública que trasciende lo político, como es el caso de la actriz Vicky Peña.
Asesor a nivel mundial
Navarro es el cerebro que estuvo detrás del programa económico presentado por Podemos en las elecciones de 2015; año en el que también cerró la lista en Barcelona de Catalunya Sí que es Pot. Pero el historial de Navarro como asesor va mucho más allá; tanto que abruma: Ha asesorado a las Naciones Unidas, a la Organización Mundial de la Salud, al Gobierno de Unidad Popular de Chile, al Gobierno cubano, al Gobierno socialdemócrata sueco y al Gobierno Federal de EEUU, donde formó parte del grupo de trabajo sobre la reforma sanitaria en la Casa Blanca dirigida por Hillary Clinton. Otro capítulo aparte merece su labor como asesor en proyectos políticos españoles como el del Gobierno socialista, el de los gobiernos tripartitos y “d’entesa” catalanes o el del actual Gobierno de coalición español.
Un exilio bien aprovechado
La biografía de Navarro se caracteriza por la aventura y la itinerancia: tuvo que exiliarse de España, como tantos disidentes políticos, en los años 60 y desde entonces no ha parado. Ha vivido y trabajado en Suecia, Gran Bretaña y en EEUU donde ha sido profesor de Políticas Públicas desde los años setenta en la Johns Hopkins University. En la actualidad es catedrático de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra, profesor en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore y doctor honoris causa por la Universidad de Lérida en el ámbito de Economía y Empresa.
Soluciones inmediatas
La agilidad mental, propia de los cerebros que adaptan su saber a los problemas inmediatos, ha llevado a Vicenç Navarro a escribir y distribuir de manera gratuita un libro que analiza las claves y suministra una serie de recetas para reaccionar frente a la pandemia: Pandemia, economía y estado del bienestar (Autoedición, 2020) que se puede leer en su Web. Navarro explicaba en una entrevista a Tempos Novos lo en serio que nos tenemos que tomar el tema de salud versus pandemia: “Se puede dar una pandemia, en el futuro, que sea muy contagiosa y muy mortal a la vez. O sea, que todo el que enferma, muere. Y el orden o, mejor dicho, el desorden internacional no está preparado para ello”.
Compartiendo el saber
Para esta voz crítica e incombustible es importante separar el grano de la paja y poner las cosas en su sitio. Sobre todo en un momento en el que se acusa de una crispación generalizada a las fuerzas políticas que nos representan. “Las derechas españolas no tienen cultura democrática. Basta ver lo que llaman debates o tertulias políticas en la Sexta Noche, y observen cómo se comportan los tertulianos de derechas. Interrumpen, insultan y ofenden constantemente. Es la versión española del trumpismo”, explicaba Navarro al periodista Manoel Barbeitos en una entrevista. Navarro, incansable, distribuye el material de investigación que produce de manera gratuita con una clara intención y por una causa: “Debido a la gran limitación de voces críticas en los mayores medios de información en España”. El material publicado por el profesor seguro ayudará a velar por la salud sin perder de vista el derecho más importante de nuestra sociedad: Cuidar y mantener el estado de bienestar; y, de paso, tener claro que los que más chillan, y crispan, siempre son los mismos.
Termina el autor su articulo diciendo «los que más chillan, y crispan, siempre son los mismos»; claro está que es la derecha la chilla y crispa.
Los de Podemos no; ellos jamás han chillado ni crispado. Tampoco los nacionalistas chillan ni crispan. Y los articulistas de Diario 16 muchísimo menos.
«Podemos» desde su nacimiento siempre ha apostado por el espíritu de concordia que alumbró la transición.