De Vandoorne, Stoffel Vandoorne, se decían las mismas cosas que de Charles Leclerc cuando desembarcó en la F1. Se confiaba en él tanto o más que se confió en Leclerc.
Y al igual que Leclerc cuando Vandoorne tuvo que compartir escudería con un campeón del mundo de Fórmula1, estaba convencido de que se lo iba a comer con patatitas. De que se iba a zampar al anciano don Fernando Alonso sin despeinarse. Como Leclerc se ha comido, y se seguirá comiendo, a Sebastian Vettel.
Pero Alonso no es Vettel. Alonso, y pido disculpas a los seguidores del tetracampeón alemán, es mucho mejor.
Fernando Alonso ganó a Vandoorne en las 21 carreras que disputaron juntos. En clasificación, y en el año 2018, último año por el momento que ha estado Alonso activo en F1, el español clasificó por delante del belga en todas ocasiones, en las 21.
A los puntos Alonso consiguió más del 400%: 50, que los logrados por Vandoorne: 12.
Si Vandoorme hubiese tenido que medirse contra Vettel probablemente no habría tenido que abandonar por completo la F1 durante una temporada, la 2019. Quizás también le habría ganado; casi seguro.
Si Leclerc hubiese tenido que medirse contra Alonso… opinamos que ni le habrían hecho un contrato millonario y por cuatro años, porque a Fernando Alonso no le habría vencido.
Ahora Vandoorne vuelve a la F1, como piloto de reserva de Mercedes y compartiendo banquillo con otro piloto excelente, tan bueno -en un principio- como él o como Leclerc, el gran Esteban Gutiérrez.
Le deseamos suerte, a Stoffel.
Y a Fernando Alonso también, porque si consiguiese el asiento adecuado para 2021…. ¡todo podría ser!
¡Maravilla Alonso!
Tigre tigre.