El verdadero dueño de Unicaja es la Fundación Bancaria Unicaja, al frente de la cual se mantiene el veterano Braulio Medel. Manuel Azuaga es el presidente de Unicaja Banco, pero el que controla la entidad, con casi el 50% del capital, es Medel como presidente de la Fundación y como verdadero artífice de Unicaja, que ha sobrevivido a la crisis financiera, integrando Caja Jaén o las antiguas cajas de Castilla León (CEISS). Pero, las dificultades en bolsa de Unicaja no se justifican por la negativa de avanzar con Liberbank, ni por su solvencia —que es muy alta—, ni por sus dificultades para generar beneficios, que son dificultades menores comparadas con las de Liberbank.

Unicaja es conocida como una entidad fuerte, especialmente en Andalucía, con la mayoría de sus más de 600 sucursales en territorio andaluz, con una fuerte presencia en el mercado, especialmente en el este de la Comunidad y no se le conocen aventuras fallidas en el mundo inmobiliario o empresarial. Medel se ha distinguido por la defensa de la independencia de Unicaja, incluso con fuertes pulsos con el Banco de España, cuando éste le sugirió entrar en operaciones diversas, a las que don Braulio se opuso. Batalló para que CECA velase por los intereses de las antiguas cajas y con otros históricos del sector, como el presidente de Ibercaja Amado Franco, y tuvo que ceder el control de la atípica patronal de las cajas ante el empuje de Isidro Fainé, que acabó entregando las Cajas en aras de un rescate ordenado del sistema financiero español en 2.012.

Braulio Medel sólo ha tenido que ceder ante la presión del Banco Central Europeo, enemigo de la concentración en una sola persona de las posiciones de presidente y Consejero Delegado. Pero cedió haciendo gala de su inteligencia: no sólo creó la figura del Consejero Delegado, sino que cedió la Presidencia de Unicaja Banco a Manuel Azuaga y él se reservó para sí la presidencia de la Fundación Bancaria Unicaja que ostenta prácticamente el 50% del capital.

No obstante, los últimos acontecimientos con Liberbank han tenido como consecuencia una acentuada caída en Bolsa, que ha llevado la valoración de Unicaja a sólo 1.250 millones de euros, casi la misma que su rival inferior Liberbank, al que aventajaba en algunos cientos de millones sólo hace unos meses.

Todo indica que Unicaja está siendo víctima de un plan para que no encabece un proyecto de crecimiento, sino que sea parte de la solución de alguna otra entidad. La defensa de la independencia de Braulio Medel se va a encontrar predeciblemente con los mundos oscuros de las finanzas y de la política, pero la fortaleza que le da tener el 50% del capital le debería permitir aguantar la presión.

No obstante, la tentación de echar más abajo la cotización para que se abra a una venta, en la que el beneficio generado al comprador —la diferencia entre el precio de bolsa y el valor patrimonial que supera los 3.000 millones de euros— puede ser enorme, es caldo de cultivo para depredadores de las finanzas, medios ávidos de dinero fresco y políticos con pocos escrúpulos.

No se trata de extender sin fundamento tesis conspiratorias, sino de advertir legítimamente de lo que sucede y de lo que puede llegar a suceder. Sería una lástima que otra vez se imponga la falta de transparencia en beneficio de los poderes económicos y políticos y en perjuicio de los accionistas y de los clientes de una entidad que sirve a la economía y a las familias andaluzas.

Durante las negociaciones entre Liberbank y Unicaja, y antes de su ruptura, Abanca manifestó interés por comprar Liberbank. Ahora parece que es el principal favorito para quedarse el banco asturiano, dejando a Unicaja en solitario.

¿Pero estamos ante una competencia entre iguales? ¿Es Abanca un competidor sólido, transparente y sin fisuras? Sólido parece y muy sólido, pero, desde luego no ha llegado a esa posición por casualidad. La transparencia es relativa: con su dinero, sí con el suyo y con el nuestro, los poderes públicos entregaron la antigua Nova Caixa Galicia (NCG) al hispano-venezolano Juan Carlos Escotet, que registró beneficios multimillonarios en cuestión de meses. Pasen y vean. Abanca, el sorprendente invitado.

1 COMENTARIO

  1. Este país es nauseabundo. Políticos y jueces recibirán tarde o temprano su castigo, y digo solo políticos y jueces, porque son los que deberían de alzar la voz y poner a la calaña financiera y empresarial entre rejas, pero están totalmente corrompidos por estos.

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