Cuando llega la vejez hay un punto en el que todas las personas necesitan asistencia para realizar las actividades de rutina. Ésta es una realidad que nos tocará afrontar a todos y, nada mejor que poder contar con un centro que ofrezca servicios integrales donde los ancianos se sientan a gusto, con todas las atenciones que necesitan y en el que se promueva la autonomía de cada uno, porque ser anciano es una etapa de la vida que se debe vivir con calidad y alegría.
Los centros con servicios integrales son una alternativa para garantizar la compañía
La vejez es una etapa muy bonita de la vida, en la que las personas se alimentan de sus recuerdos y la satisfacción de todo lo que han logrado con el paso de los años. Sin embargo, es importante reflexionar sobre las nuevas necesidades que irán apareciendo en esta etapa, para poder asegurar la calidad de vida y el bienestar que requieren nuestros familiares cuando ya no puedan valerse por sí mismos. Es por ello por lo que la Residencia Kirikiño es un centro geriátrico en Bilbao que se esfuerza por ofrecer una atención socio-asistencial y un servicio sanitario integral que ayuden a garantizar una vejez feliz para cada una de las personas mayores que acuden a ellos.
Uno de los mayores problemas que se afronta en la vejez es la soledad, ya que los familiares cercanos generalmente se encuentran trabajando todo el día o viven en otra ciudad y no pueden asistir a sus mayores todo el tiempo que lo necesitan. Por lo que los centros geriátricos se han convertido en un refugio en el que los ancianos pueden contar con la asistencia que les hace falta y encontrar la compañía de otras personas que también se encuentran en la misma situación.
Promover la actividad en la vejez es fundamental para la salud
El concepto de geriátrico ha cambiado mucho en los últimos años. Por ejemplo, en Bilbao ahora se pueden encontrar centros que están diseñados para promover una vida activa en las personas mayores, con espacios en los que se desarrollan diferentes actividades para que puedan socializar y mantenerse en movimiento, en función de sus capacidades. Los profesionales que trabajan en estos centros están capacitados para ayudar a cada anciano en todo lo que necesiten, al mismo tiempo que los animan a interactuar y formar parte de la comunidad, ya que esto es fundamental para su salud mental.
Los centros geriátricos modernos se han convertido en residencias comprometidas con el envejecimiento activo, que es sin duda, la mejor opción para que nuestros seres queridos disfruten de un ambiente sano en el que puedan utilizar la energía que tienen en actividades que no representan ningún riesgo y sin la preocupación de ningún tipo de obligación. Es un espacio en el que se evita el concepto de aislamiento social y, más bien, se crea una comunidad que da paso al intercambio de experiencias en un ambiente afectuoso y comprensivo.
Estimular la autonomía ayuda con la motivación
Cuando se llega a la vejez empiezan a aparecer limitaciones para realizar las actividades que hasta hace poco la persona podía realizar en completa autonomía. Esto puede generar sentimientos encontrados, en los que la tristeza y la impotencia de sentir que se comienza a perder la independencia comienzan a hacer mella en la vida de los ancianos. Sin embargo, es un proceso inevitable, el desgaste de los años es algo que no podemos ignorar, lo que sí se puede hacer es crear las condiciones apropiadas para que se mantengan los niveles de autonomía de cada persona en relación con las capacidades y necesidades de cada uno, por lo que la atención personalizada es un aspecto muy importante que ayuda a identificar lo que cada anciano necesita en cada una de las etapas de la vejez.
Un centro geriátrico que estimule la autonomía de las personas mayores es un centro comprometido con la salud emocional de sus residentes. En este sentido, la intención es que cada persona pueda seguir haciendo por sí sola aquellas actividades para las que no tiene ninguna dificultad y, recibir la ayuda cuando lo necesite, porque lo importante es evitar a toda costa los sentimientos de frustración y tristeza que tanto desgastan la calidad de vida de las personas.
Un centro de día o una residencia completa: son dos modalidades para que las personas mayores no se sientan solas
Todas las personas tenemos necesidades diferentes, y llegar a la vejez no nos hace iguales, ya sea por la condición de salud física o emocional, ya que habrá ancianos que necesiten más atención en algunas cosas que en otras. Es por ello por lo que en Bilbao tendrás a disposición un centro que está estructurado para satisfacer las necesidades de cada persona, poniendo a disposición una estancia diurna para quienes pueden seguir habitando en sus domicilios y una residencia completa para quienes necesiten una mayor asistencia.
El centro diurno disponible en Bilbao tiene el objetivo de crear un espacio en el que las personas mayores puedan encontrar la asistencia que necesitan y, también, el entretenimiento adecuado para su edad. Bajo la filosofía de mantener un fuerte compromiso social, esta residencia ofrece una amplia variedad de actividades en distintos horarios para que las personas de la tercera edad tengan la oportunidad de realizar talleres, compartir al aire libre y disfrutar de la naturaleza, en compañía de personas que se preocupan por ellos y que desean brindarles toda la atención que merecen.
La mejor forma de mejorar la calidad de vida de las personas mayores en Bilbao es a través de este moderno centro que ha adaptado sus actividades para crear un espacio hogareño y divertido, donde nuestros mayores puedan recuperar su vitalidad con actividades estimulantes y apropiadas según sus capacidades. Dentro de los servicios de asistencia integral se encuentran la asistencia personalizada, la atención sanitaria, el apoyo psicosocial, servicios de restauración para compartir con los amigos, atención psicológica y actividades de rehabilitación para estimular la actividad física. Con todo esto y mucha compañía de calidad, el bienestar de nuestras personas mayores estará completamente garantizado.
