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Un poco sorprendentemente Fernando Alonso está contento

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análisis

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Ha terminado el gran premio de España 2021, y Fernando Alonso ha acabado la carrera en la parte baja de la tabla, lejos de los puntos. Parecería que lo normal sería que estuviese contrariado, desilusionado, y hasta mohíno. Pero no. Está contento. Fernando Alonso está incluso muy contento y esa alegría incontestable la recogen las cámaras mientras le entrevistan al final de la carrera.

La gorra de Kimoa calada, la mascarilla subrayando su mirada, el pelo escapándose de modo desordenado; cualquiera diría que es un hombre joven, entre veinticinco y treinta años, y no alguien que ya roza la cuarentena.

Fernando Alonso está contento, muy contento, y transmite ese contento a las cámaras; y a través de las cámaras a sus millones de seguidores en el mundo entero. Da que pensar. En la última temporada con McLaren se transparentaba siempre la frustración y el sufrimiento: él se merecía un coche capaz de ganar carreras, un coche con el que se pudiese luchar por la victoria. Pero ahora, diríamos, está por encima de eso. No es que haya perdido fe en sí mismo ni que haya dejado de querer ganar carreras. Lo que sucede es que ahora contempla la realidad, y dentro de la realidad se contempla también a sí mismo, con otra perspectiva. Desde arriba, desde el plano del helicóptero: todos somos de un tamaño parecido. Fernando Alonso es muy consciente de que es un privilegio haber podido volver a la F1 en una época en la que la ley la marcan los robots y los núneros de los ingenieros, una época en la que el mejor piloto con un coche medio no tiene la menor oportunidad. Y a él, a pesar de la edad y la ausencia, le han pedido volver: los aficionados y la escudería que le ha contratado. Ya tiene la alforja llena de éxitos: los dos mundiales, el WEC, los dos Le Mans…

Ni siquiera parece contrariado con que su compañero de equipo, Esteban Ocon, le esté superando en estas primeras carreras. Se lleva muy bien con Esteban Ocon. Con Esteban Ocon, y con todo el mundo, porque la relación que tiene consigo mismo es la mejor que ha tenido jamás. Y desde esa buena relación consigo mismo Fernando Alonso irradia contento, y lo transmite al mundo entero.

Gracias Fernando. Recibimos ese contento; y te lo agradecemos.

Tigre Tigre.

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