La Selección Española pudo comprobar ante la selección de Georgia que su fútbol adolece de inventiva y frescura cuando Andrés Iniesta no forma parte del once inicial. El combinado georgiano, encerrado en su propia área, puso a prueba el fútbol de toque del equipo español en la última prueba antes de comenzar la Eurocopa de Francia 2016, en cuyo primer partido se medirá con la República Checa en Toulouse el próximo lunes 13 de junio a las 15:00 horas. Para entonces, llegará la hora de la verdad, dejando de lado las pruebas que mejor hacer con gaseosa que jugándose el torneo, en el que se encontrarán situaciones muy similares a la que se han encontrado contra Georgia, con el dominio del balón pero sin ideas frescas a la hora de encontrar espacios.

En el Coliseo Alfonso Pérez de la madrileña localidad de Getafe, el mejor del partido fue el madridista Lucas Vázquez, quizá por aquello de entregarse en cuerpo y alma en las oportunidades que le concedan en la selección absoluta, en la que resulta todavía un gran desconocido. Desde el costado derecho, el canterano blanco fue la mejor arma de Del Bosque contra la débil Georgia, y eso que el chaval debutaba con “La Roja”. Desparpajo y descaro a raudales en lo poco que se pudo apreciar del juego de los del Marqués. No obstante, de sus botas salieron las dos mejores ocasiones de las que dispuso España, la primera terminando con un remate de Aduriz que se marchó por muy poco, y otro con un peligroso disparo de Thiago desde la frontal del área que terminó estrellándose en el poste. En la otra banda, el gaditano Nolito estuvo mucho menos inspirado de lo que habitualmente nos tiene acostumbrados, tanto en el combinado español como en su equipo, el Celta de Vigo, resultando un poco espeso a la hora de dar con los espacios que tanto se necesitaban.

En la portería española se pudo ver la primera decisión del seleccionador nacional, que se decantó por David De Gea en lugar de Iker Casillas, al que parece que le ha llegado la hora de dar el relevo a su sustituto generacional en “La Roja”. Y lo cierto es que el jugador del Manchester United y canterano del Atlético no pudo hacer nada para evitar el tanto de Georgia. Eso sí, a posteriori Del Bosque no ha querido despejar completamente la duda acerca de cuál de los dos será titular en la Eurocopa, pero es casi seguro que se decantará por el joven De Gea en detrimento de un ya muy veterano Casillas, habrá que tener en cuenta que siempre es complicado sentar a futbolistas de esa jerarquía en el banquillo.

En el esquema del míster para enfrentarse a la República Checa parecen intocables Busquets, Iniesta y Cesc, que serán los que lleven la batuta del juego del equipo desde la medular, en la que serán fijos casi a todas luces, en detrimento de Bruno, Koke y Thiago, que salvo sorpresa comenzarán desde el banquillo. El madrileño Morata no será titular salvo que su estado físico se lo permita, ya que el donostiarra Aduriz parece haberle ganado la partida en la punta de ataque. Por bandas, Nolito y Silva tienen más papeletas para salir de inicio que el canario Pedro y el propio Lucas Vázquez, ya veremos por quiénes se decanta el Marqués.

La defensa, sin embargo, ya no guarda duda alguna. Frente a Georgia fueron los teóricos titulares los que salieron de inicio, formando una línea de cuatro entre Juanfran, Piqué, Ramos y Alba, jugadores de los tres mejores equipos españoles del momento. Sin embargo, en Getafe el catalán tuvo que aguantar algunos pitos, mientras que el sevillano buscaba con ahínco un gol a balón parado que se le negaba en todas las ocasiones que dispuso. Y es que en Francia, una de las mejores armas del equipo español es la del juego a balón parado, una opción muy a tener en cuenta, sobre todo a la hora de desatascar partidos cuyo perfil sea similar al que se ha podido ver en el Coliseo getafense.

En cuanto al gol georgiano, a Jordi Alba se le olvidó que la máxima de un defensa no es lanzarse al ataque como pollo sin cabeza, sino que lo primero debe ser defender como mandan los cánones futbolísticos. El jugador del Barcelona la pifiaba en el minuto 39 de partido, cuando entregaba un muy mal pase hacia atrás que terminó comprometiendo a Ramos, provocando una pérdida de balón que terminó en el único tanto del partido. Y lo cierto es que Piqué estuvo a punto de solventar el desaguisado de su compañero, rectificando su posición ante jighauri, pero sin poder evitar que Okriashvili, que venía desde atrás como una moto, anotara a su llegada, posiblemente encontrándose en fuera de juego, pero completamente libre de marca.

El gol de Georgia terminó por romper todos los esquemas de Del Bosque, que de repente se veía por debajo en el marcador sin poder maniobrar al echarse encima el descanso. En la reanudación, el Marqués decidía poner en liza a Iniesta para llevar el mando del ataque español, acompañado de Koke en la medular para aumentar el trabajo en la presión y mejorar las transiciones de balón. También entraron Bellerín por la derecha y San José como central, en lugar de Cesc, Thiago, Juanfran y Ramos, desafortunados en los primeros 45 minutos.

Poco después de iniciarse el segundo tiempo, en el minuto 49 Iniesta avisaba a Georgia con un remate desde fuera del área que a punto estuvo de sorprender al meta Revishvili, aunque terminara saliendo por muy poco. Con el mismo guardameta como protagonista, llegaba el gran susto del encuentro, cuando el georgiano chocaba con Busquets y éste terminó cayendo en el césped completamente noqueado por el golpe. Cuando el catalán fue atendido por los servicios médicos, éstos decidieron ponerle varias grapas, gracias a lo cual pudo continuar jugando. Sin embargo, el meta visitante ya no pudo seguir, y tuvo que ser sustituido por Kvaskhvadze. Dicho incidente interrumpía el juego cuando España trataba de reaccionar, por lo que nuevamente tuvieron que comenzar a buscar espacios que los georgianos no concedían fácilmente.

Más tarde entraría el canario David Silva, a falta de media hora para el final, y tratando de aprovechar su enorme talento para buscar esos espacios que no salían por ningún lado. Lo hizo sustituyendo a Lucas Vázquez, y fue cuando España consiguió combinar lo suficientemente rápido y con precisión para llevar el peligro a la meta visitante. En el minuto 64 fue Nolito quien a punto estuvo de conseguir el empate gracias a un potente disparo que terminó fuera. Cinco minutos después, en el 69, Jordi Alba marró un balón que Silva le ponía en bandeja, el canario estuvo muy fino desde que entró en el terreno de juego, aportando soluciones en el poco tiempo que tuvo a su disposición. Hasta el final, a España no le bastaron los arreones de Iniesta, que se daba de bruces con el oficio demostrado por el combinado georgiano. Al pitido final, Georgia terminó llevándose el partido, celebrando una victoria que les supo a gloria frente al actual campeón. El resultado terminó siendo un toque de atención para Del Bosque y sus muchachos, mucho tienen que cambiar ante la República Checa, sobre todo si piensan en revalidar el título.

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