Foto Cedida por FELGTB

Hoy termina el periodo de consulta pública para la ley estatal que garantizará el principio de igualdad y no discriminación por razón de orientación sexual, identidad de género, expresión de género y características sexuales de las personas lesbianas, gais, trans, bisexuales, intersexuales y otras minorías sexuales y de género. Una Ley Integral Trans que devolverá a las personas trans los derechos que se les han sido arrebatados como ciudadanas y que avalará su derecho a ser, sin que sea preciso un certificado médico. La presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), Uge Sangil, atiende a Diario16 vía telefónica para abordar la situación legislativa en materia trans en España, acercar la realidad de las personas trans durante la pandemia e informar sobre la importancia de la educación y la formación en aras de la igualdad y el entendimiento.

¿En qué estamos fallando como sociedad para seguir debatiendo sobre los derechos humanos, en este caso, de las personas trans?

Fallamos en la escucha y en la falta de reconocimiento de las vulnerabilidades de las personas trans y de los derechos que están pidiendo. Debemos escuchar los motivos por los que necesitamos una ley que nos proteja y nos ponga en igualdad de condiciones al resto de la ciudadanía. Tenemos que bajar al terreno de lo cotidiano, de lo que nos pasa en nuestras vidas, de la pobreza y del acoso, para poder entenderlo, respetarlo y que llegue a buen puerto en una legislación que proteja nuestros derechos.

Derecho a la autodeterminación de género y disforia de género: conceptos que siguen trayendo a confusión

En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) despatologizó la transexualidad, como ya hicieron otros organismos internacionales, incluida la ONU. Esto implicaría no necesitar ningún certificado que diga quién eres, que es lo que pedimos desde el colectivo realmente al despatologizar la transexualidad. Tampoco niega el acompañamiento, que se dará siempre que la persona lo solicitara. Pero lo que no puede haber es un certificado ni una tutela para decidir quién soy.
A nadie le preguntan quién es o se le cuestiona su identidad, por tanto, con las personas trans tampoco debería hacerse. Esto no solo lo piden las personas trans, lo dice la OMS y los Principios de Yogyakarta en su artículo 31, en el cual se asegura que “criterios como intervenciones médicas o psicológicas, diagnósticos físico-médicos, edad mínima o máxima, estatus económico, salud, estado civil o parental o cualquier otra opinión de terceros sean pre requisitos para cambiar el propio nombre, sexo o género”. Por otro lado, la disforia de género es un término caduco porque la OMS no lo reconoce. No somos disfóricas. Y como en España tenemos actualmente una legislación caduca, pretendemos que la legislación se reforme para que no se nos patologice, no se nos trate como a enfermas y así tener libre determinación. A nadie le preguntan quién es o se le cuestiona su identidad, por tanto, con las personas trans tampoco debería hacerse. Esto no solo lo piden las personas trans, lo dice la OMS y los Principios de Yogyakarta en su artículo 31, en el cual se asegura que “criterios como intervenciones médicas o psicológicas, diagnósticos físico-médicos, edad mínima o máxima, estatus económico, salud, estado civil o parental o cualquier otra opinión de terceros sean pre requisitos para cambiar el propio nombre, sexo o género”. Por otro lado, la disforia de género es un término caduco porque la OMS no lo reconoce. No somos disfóricas. Y como en España tenemos actualmente una legislación caduca, pretendemos que la legislación se reforme para que no se nos patologice, no se nos trate como a enfermas y así tener libre determinación.

¿Cuál es la situación legislativa actual en materia trans en España? Existen particularidades según la Comunidad Autónoma

Tenemos 11 comunidades autónomas y puede que dos más próximamente en las que la autodeterminación de género está aprobada casi por unanimidad. Andalucía, Aragón, Baleares, Catalunya, Comunidad de Madrid, Comunitat Valenciana, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, País Vasco y pronto Canarias y La Rioja, que están en trámites parlamentarios. En la nueva ley de Cantabria también hay una referencia a este tema. El problema que tenemos es que el Registro Civil es competencia estatal, así que la libre determinación sin certificado médico no es válida. No podemos ir al Registro Civil a cambiarnos de nombre y de sexo si no es con ese certificado.  Luego hay otros derechos que son políticas públicas pro activas para aforar las situaciones de vulnerabilidad del colectivo trans. En las comunidades donde la autodeterminación está aprobada hay muchas situaciones mejorables, pero la ley estatal también precisa de políticas proactivas que no tengan las competencias autonómicas. Podemos hablar de la formación a los Cuerpos y Seguridad del Estado, políticas para evitar la pobreza y la discriminación, etc.

El Anteproyecto de la Ley de Libertad Sexual se presenta desde un enfoque interseccional e integra el reconocimiento de autodeterminación y despatologización de las personas trans. ¿Es complementaria esta ley con la Ley Integral Trans que demandáis?

Claro que es complementaria. De hecho, si se aprueba una Ley Integral Trans y de igualdad LGTBI lo que ocurrirá es que automáticamente mucha legislación española tendrá que cambiar la forma en que se nombra todo jurídicamente. Esto es un adelanto para luego no tener que modificar esa ley.

¿Cómo está siendo el diálogo con el Ministerio de Igualdad en este sentido?

El Ministerio de Igualdad está teniendo reuniones mensuales y mesas de trabajo con los colectivos, donde hablamos de nuestras líneas rojas y de las necesidades que queremos que estén en la ley. Además, analizamos jurídicamente con expertos para que sea una ley garantista y bien estructurada.

¿Qué reivindica esta Ley Integral Trans?

Fundamentalmente la despatologización y llegar a la igualdad social. Para ello necesitamos que se hable de sanidad, de justicia, de vivienda; que se hable de delitos de odio hacia las personas trans y se aborde la formación en educación y en los Cuerpos y Seguridad del Estado. También incluir a las personas migrantes en el derecho a la autodeterminación y en los procesos administrativos, para que cuando lleguen a España tengan todas las garantías jurídicas. Respecto a la violencia hay que diferenciar: una mujer trans que reciba violencia por un hombre, sí que entraría dentro de la Ley de Violencia de Género, pero la sufrida por un hombre trans o persona no binaria estaría dentro de otra tipología. Hay que hablar de las violencias, pero no podemos mezclar. La Ley de Violencia de Género no la tocamos.

Desde FELGTB pedís que se incluya a las personas trans en el debate público sobre la misma ¿No os sentís representadas o visibilizadas en este proceso?

A veces es muy difícil que nos reconozcan o que nos entiendan. Hablar en primera persona de las dificultades que tenemos y de las desigualdades sociales que vivimos es primordial. Hay personas que tratan el tema sin conocer a personas trans ni tener idea de lo que estamos reivindicando. Necesitamos contar qué estamos reivindicando para que se entienda por parte de la ciudadanía. Hay que trabajarlo desde la pedagogía, desde la responsabilidad y desde la calma. La sociedad tiene que saber que como ciudadana trans, hay derechos que no se me están reconociendo en España.

¿Consideras que está habiendo una mayor visibilidad de las realidades trans en el audiovisual y en las redes sociales?

Para bien y para mal. Existe una visibilidad sesgada con opiniones que no son realmente ciertas. Tenemos un ejemplo con Javier Maroto que afirmó recientemente que había un aumento del 4000% de cambio de sexo entre menores del Reino Unido, un dato completamente falso que desmontó Newtral hace unos días. En las redes sociales hay mucha demagogia y desinformación sobre nuestra realidad, además de una polarización excesiva en los debates en redes.

Organismos como la ONU, la OMS e incluso la Unión Europea apoyan la despatologización de las personas trans y su derecho a la autodeterminación. ¿Qué pasa en España para que las personas trans sigan siendo tratadas como personas con una enfermedad mental?

Ocurre que tenemos una ley, la 3/2007, que en su momento fue una buena ley, pero que se ha quedado obsoleta. Tenemos que avanzar y reformar esa ley, sumando más derechos y menos desigualdades a la población trans. Es simplemente un cambio de legislación para cumplir la estrategia que ha salido ahora de la Unión Europea, los Principios de Yogyakarta, lo que dice la OMS y lo que sostiene la ONU. Necesitamos reformarla para cumplir los mandatos internacionales.

¿En qué ámbitos se hace más notable la desigualdad y discriminación hacia las personas trans?

En la pobreza, el sinhogarismo, el acoso escolar que sufren los menores, en el ámbito laboral donde el desempleo es bastante elevado entre las personas trans… En las agresiones, el acceso a la vivienda, en la propia sanidad y en la salud sexual y reproductiva.

Estudios afirman que la tasa de desempleo en personas trans está estrechamente vinculada con problemas de salud mental e incluso de intentos de suicidio

Aquí entra en juego la falta de oportunidades y de igualdad de acceso al empleo. Los problemas de salud mental y el índice de suicidios son la consecuencia de la transfobia. Ante la falta de empleo y de vidas con precariedad, claro que aumentan los problemas de salud e incluso los riesgos de suicidio.

Situación de las personas trans durante la pandemia

Nos hemos encontrado con situaciones realmente brutales. Personas trans que viven en el ámbito rural en soledad y que no tenían prestaciones. Muchas son personas que no han cotizado porque no han tenido empleo en su vida y no podían optar a las ayudas. Otro caso recurrente ha sido el de las mujeres trans que se dedican al trabajo sexual, muchas son migrantes y  el confinamiento les pilló fuera de sus casas. Al no estar empadronadas, tampoco tuvieron acceso a las ayudas, por lo que se vieron en la calle y sin dinero, acogidas por algunas compañeras, pero sin tener si quiera para un teléfono móvil y poder llamar a los servicios sociales. En este sentido, las entidades LGTBI han hecho un trabajo inmenso. El confinamiento ha traído más pobreza a las personas trans. Si hablamos de jóvenes trans, el confinamiento también ha sido un espacio de reflexión, de mirarse y de dar el paso para hablarlo en casa. En algunos casos estas personas se vieron ante un rechazo familiar sin tener una vía de escape.

¿Qué recursos ponéis a disposición del colectivo desde la federación?

Tenemos la línea Arcoiris, un servicio de atención telefónica para el  asesoramiento y apoyo de las personas LGTBI que lo necesiten.

¿Cuán importante es la educación, sensibilización y formación para la igualdad social?

Sin educación no llegamos a nada. Sin formación y divulgación es imposible que la sociedad nos llegue a entender y a respetar, ni que empatice con nuestra realidad. Si no hay pedagogía ni educación en todos los ámbitos de nuestra vida, será difícil entender otras realidades.

Sin embargo, todavía hay quienes sostienen que todo esto es adoctrinar a los menores en diversidad sexual y de género

Cuando hablamos de educación nos referimos a contar realidades. El ser humano es diverso en todos los sentidos, por eso no hablar de sexualidad y diversidad es un error. En este contexto no se adoctrina, sino que se informa y se cuenta cuáles son las diversidades del ser humano. En ningún momento hay adoctrinamiento ni se obliga a ser o a creer.

Hablemos sobre el supuesto borrado de las mujeres como sujeto político y jurídico que alega un sector del feminismo radical en contraposición de la Ley de Libertad Sexual.

Lo primero que quiero aclarar es que no hay borrado de las mujeres. Somos menos del 0,1 % de la población y no se pretende borrar a nadie. Además de que resulta imposible y mucho menos a las mujeres. La realidad es que a quienes no se le reconoce la identidad es a las personas trans. Y a los que se está borrando verdaderamente es los hombres trans. En países como Malta o Argentina, en los que la autodeterminación está reconocida, nadie ha borrado a nadie, sólo se han ampliado derechos.

Acerca de la polémica alrededor de la legalización de la autodeterminación de género en menores. ¿Qué no se está entendiendo aquí?

Los menores siempre van a estar acompañados por sus familias y tutores. Y en el caso de que no tengan o no respondan a sus necesidades, serán tutelados por un juez. Ponemos en el centro la escucha al menor y el respeto a lo que dice. En cuanto a los procesos en las personas menores de 16, a partir de los 12 años, debe quedar claro que no se les hormona, en todo caso pueden optar a bloqueadores hormonales, pero siempre de una manera voluntaria y con el acompañamiento familiar. A partir de los 16, las personas sí podrán decidir lo que quieren. Hay que tener presente el interés superior del menor y la importancia de escucharle, respetarle y acompañarle.

Los posicionamientos que no reconocen a las mujeres trans como mujeres. ¿Tienen algo de generacional?

Efectivamente, pienso que tiene mucho de generacional. No hay miedo ninguno porque existe un feminismo transinclusivo que no lo cuestiona. Las bases discordantes no son tantas como las inclusivas y esto puede venir de la desinformación y de un pensamiento planteado en otro punto de la vida. A esas personas les diría que leyeran y que se entiendan, porque son argumentos muy próximos a la ultraderecha. Son posturas que vienen de la falta del respeto y del odio hacia las personas trans. Muchas de esas voces privilegiadas se han quedado desfasadas, y resulta curioso cómo estas mismas voces no se escucharon hace años con la aprobación de la ley 3/2007. Sigo pensando que todo viene del odio, de la transfobia y de la falta de empatía. Carla Antonelli se refería hace unos días a este tema en un programa de televisióny yo me he encontrado a diputadas con las que en la anterior legislatura llegábamos al consenso para una ley integral de igualdad LGTBI y ahora, sin embargo, están totalmente en contra. No encuentro otra palabra que la transfobia.

Estado actual de los trámites de la Ley Integral Trans

Actualmente estamos en el periodo de consulta que termina hoy. A partir de ahí el Ministerio de Igualdad tendrá que seguir dando sus pasos. Elaborará el proyecto de ley, que pasará por varios ministerios hasta llegar al consejo de gobierno, para después ir al Congreso y empezar su tramitación parlamentaria. Queda mucho camino por hacer.

¿Resulta más urgente que nunca encontrar espacios de debate en torno a esta realidad, de cara a la aprobación de las leyes que atienden la realidad trans?

Más que espacios de debate harían falta espacios de educación y de formación, ya que los derechos no se debaten. Sobre todo para explicar por qué soy una ciudadana de primera, al igual que cualquier persona. Para ello tenemos que contar la realidad que vivimos las personas trans, hablar sobre nuestras vulnerabilidades y las discriminaciones que sufrimos.

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