República Checa 0 – Turquía 2

No se esperaba mucho de esta Turquía pero los otomanos demostraron en su partido ante la República Checa que son los verdaderos especialistas de agarrarse con uñas y dientes a cualquier posibilidad de lograr medrar en el campeonato. Aún se recuerda aquella Eurocopa de 2.008 en la que destacaron por no rendirse hasta el último minuto y lograr clasificarse para las semifinales en partidos agónicos y remontando la gran mayoría de ellos. Precisamente los checos fueron una de las víctimas de aquel año.

En el último partido Turquía sólo tenía una opción de mantenerse con opciones de clasificarse como una de las mejores terceras de grupo: ganar por más de un gol de diferencia. Sufrieron los otomanos porque los checos, que tenían más posibilidades de clasificarse si lograban la victoria, salieron a por el partido aunque fallaron demasiado ante la puerta de Babacan y, claro, la ley del fútbol no tiene piedad: si fallas mucho, lo acabas pagando y en el minuto 10 Yilmaz aprovechaba una asistencia de Emre Mor.

Los checos continuaron con su insistencia ante la portería turca pero con la puntería desviada. Todo indicaba que iban a empatar pero la ley del fútbol volvió a ser implacable y Turquía volvió a marcar gracias a Tufan que no desaprovechó la dejada que le hizo Topal.

La portería turca se convirtió en una especie de caseta de feria porque los checos no dejaban de probar a Babacan de todas las maneras posibles pero, como dijo el sabio, «lo que no puede ser, no puede ser, además de que es imposible» y en este partido parecía que estaba escrito que la República Checa no batiría a Babacan. Incluso llegaron a enviar un disparo al palo.

Turquía queda pendiente de lo que ocurra hoy en los grupos E y F para saber si jugará los octavos de final o no. Como siempre, los otomanos agarrándose a un clavo ardiendo y, hasta ahora, les ha solido sonreír la fortuna.

ESTADISTICAS REP CHECA TURQUIA

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