Impulsado por un grupo de descontentos pertenecientes a Vox en su momento, ha nacido un  nuevo proyecto político, Tú Patria, que reivindica los valores políticos y éticos que, según sus fundadores, ha abandonado su antigua formación para caer en manos de un grupo de dirigentes más atentos a sus ambiciones personales que al antaño proyecto colectivo que unió, en su momento, a millones de españoles. También reclaman una mayor democracia interna, algo que, a su juicio, brilla por su ausencia en Vox, cuya actual cúpula dirigente invalidó una lista alternativa, Vox Habla, en la última asamblea  general y cuya forma de gerenciar la elección de cargos en el partido es bastante discutible. Al menos, eso es lo que sostienen sus nuevos líderes.

La nueva formación política, presentada recientemente en Madrid por varios antiguos cuadros locales de Vox descontentos por el «errático rumbo» seguido por su antiguo partido y por su “desconexión” con las bases del actual equipo dirigente, pretende competir con la formación verde por el mismo espacio político y electoral, volviendo al viejo espíritu inicial y a los auténticos valores que inspiraron el proyecto inicial.

Los nuevos líderes de este partido, presididos por la ex dirigente de Vox Carmen Gomis, critican que el proyecto se distanció de las ideas fundadoras y acabaron aceptando el orden establecido, en clara contradicción con su visión radical de cambio del modelo político español basado en el Estado de las Autonomías y una absurda descentralización del modelo administrativo que implica miles de cargos públicos, asesores y representantes políticos, habiéndose creado una auténtica casta política ajena a ningún control y plagada de privilegios y prebendas.

El problema, se sostiene desde el nuevo proyecto político, es que la actual “camarilla” dirigente de Vox se alejó de sus bases, desdeñó el funcionamiento democrático de la organización, abandonó los principios fundacionales  y se instaló en un discurso de la complacencia con respecto al sistema que pensaban refundar, en clara alusión a los pactos con el PP y Ciudadanos en varias autonomías para dejar que ambos conformen gobiernos de coalición –claramente, los casos de Madrid y Andalucía-. Ese cúmulo de contradicciones, e incluso dejación de las líneas fundamentales de la organización, han llevado a este grupo de antiguos dirigentes de Vox a dar un paso al frente y formar un nuevo proyecto político, que comienza su andadura habiendo suscitado el interés de numerosos críticos y descontentos con el actual rumbo político de su antaño formación política, ahora, tal como denuncian, a la deriva programática, estratégica y política.

Claramente contraria a la Ley de la Memoria histórica y al Estado de Autonomías, la dirección del nuevo partido está conformada por ocho personas procedentes de Vox llegados de varias provincias de España, tales como Alicante, Teruel o Almería, y que reivindican para su nuevo proyecto el espíritu fundacional de la formación de Abascal, que habría dejado en el camino las esencias iniciales que dieron fuerza a la misma en su ascendente y meteórica carrera electoral y política, en la que llegó a convertirse en un breve periodo de tiempo en la tercera fuerza del país en número de votos y escaños.

Tú Patria ya cuenta con una página Web  y, al parecer, desde su presentación en Madrid y la puesta en marcha de su plataforma digital, miles de militantes, simpatizantes y votantes de Vox se han acercado al nuevo proyecto, bien recabando información, afiliándose o mostrando interesados por el proyecto. La gran duda es si el nuevo proyecto político encontrará su espacio político y electoral, bien a la derecha de Vox o quizá como opción más centrada, pues se denomina también liberal y conservadora, y si el mismo encontrará su necesario anclaje en la sociedad española como alternativa diferenciada de su partido político –o matriz- ahora abandonado. ¿Habrá espacio político para la nueva formación? ¿Tendrá Tú Patria la capacidad estratégica de arrancarle una parte sustancial de su electorado a Vox y también al Partido Popular para hacerse con parte de ese espacio político? Esas dos serán quizá las dos grandes cuestiones que gravitan sobre el nuevo proyecto y a las que tendrá que responder la sociedad española con su voto, poniendo en su lugar a cada uno y situándole a la altura de sus responsabilidades una vez se conozca el grado de demanda de la misma ante la nueva fuerza política.

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