Tal y como publicamos en Diario16, la riqueza de los multimillonarios de Estados Unidos se disparó a 5,1 billones de dólares en 2021, 2 billones de dólares más desde el comienzo de la pandemia. Sin embargo, hoy se sabe menos que hace unos años sobre cuánto pagan los estadounidenses con mayores ingresos en impuestos federales.
Los funcionarios de la administración de Joe Biden están obligados usar todas las herramientas ejecutivas a su disposición para arrojar una luz más brillante sobre la evasión fiscal desenfrenada de los estadounidenses más ricos.
El primer paso sería muy sencillo: restablecer un informe anual de la Agencia Tributaria Federal de los Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés) sobre el dinero ganado y los impuestos pagados por los 400 contribuyentes con ingresos más altos de la nación. El presidente Donald Trump eliminó esta publicación nada más llegar a la Casa Blanca en uno de sus primeros actos oficiales.
Como resultado, en 2021, cuando los economistas de la la Administración Biden querían brindar información sobre los impuestos pagados por los ricos para informar el debate sobre las propuestas de ingresos del presidente Biden, tuvieron que confiar en estimaciones basadas en múltiples fuentes. Aun así, sus hallazgos fueron impactantes, dado que estimaron que la tasa promedio del impuesto federal sobre la renta de los 400 estadounidenses con mayores ingresos fue solo 8,2% entre 2010 y 2018.
La cuestión que surge es obvia: ¿por qué confiar en estimaciones, cuando el IRS podría proporcionar datos reales, como lo hizo entre principios de la década de 1990 y 2017? Además de los números concretos, los datos del informe del IRS que eliminó Trump también permitirían conocer la participación de los multimillonarios en las cuentas del Estado, las ganancias de capital o los ingresos comerciales transferidos por estos pocos privilegiados.
El hecho de que Donald Trump suspendiera el informe en 2017 no fue una sorpresa, dada su determinación de reducir los impuestos a las personas ricas como él. Un año más tarde, el proyecto de ley de reforma fiscal del presidente redujo la tasa del impuesto de sociedades del 35 al 21 por ciento, lo que hizo que las acciones propiedad de los estadounidenses más ricos valieran mucho más y permitieron a los propietarios de negocios excluir el 20 por ciento de esos ingresos de los impuestos.
En resumen, el proyecto de ley de impuestos de Trump fue una bendición para los 400 contribuyentes de mayores ingresos del país, así como para decenas de miles de sus amigos.
Si Trump no hubiera terminado el informe, se habrían podido obtener datos claros sobre los impactos descomunales de estos recortes de impuestos a los multimillonarios en el informe que el IRS habría publicado este año.
Sin embargo, no es tarde. El presidente Biden puede y debe restablecer este informe, recopilar los ingresos declarados y los impuestos pagados en 400 declaraciones de impuestos no es un trabajo pesado, especialmente cuando se considera lo importantes que podrían ser los datos en la lucha por financiar las prioridades de inversión pública.
Exponer lo poco que los estadounidenses más ricos contribuyen en impuestos al bien común podría impulsar un mayor apoyo público para aumentar los impuestos a los que están en la cima para pagar cosas como créditos fiscales por hijos, guarderías más amplias, mitigación del cambio climático, y tal vez más recursos para que el IRS tomara medidas enérgicas contra los ricos que evaden impuestos.
