Un importante asesor del expresidente Donald Trump presionó a funcionarios de las agencias federales para que recompensaran a las empresas con conexiones políticas con cientos de millones de dólares en contratos como parte de su respuesta caótica a la pandemia de COVID-19. Así se puede comprobar en los documentos manejados en la investigación del Congreso de los Estados Unidos, a los que Diario16 ha tenido acceso.
Peter Navarro, quien fuera asistente adjunto y asesor comercial de Trump, otorgó esencialmente verbalmente un acuerdo de 96 millones de dólares para la compra de respiradores a una empresa con conexiones en la Casa Blanca. Más tarde, los funcionarios de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) fueron presionados para firmar el contrato después del hecho, según demuestran los documentos obtenidos por los investigadores del Congreso.
Esta documentación, ¡ue la Administración Trump se resistió años a entregar, muestran detalles sobre el papel de Navarro en una ola de compras, en gran parte secretas, de equipos de protección personal y suministros médicos.
Los documentos también señalan que fue uno de los primeros funcionarios de Trump en sentir la urgencia de la crisis, instando al presidente a presionar a las agencias y otros funcionarios para «combatir el virus rápidamente en ‘Trump Time’» y eliminar la burocracia federal del sistema de compras
En otro de los correos, Navarro insistió tanto en que se otorgaría un contrato potencial de 354 millones de dólares a una compañía farmacéutica que le dijo al alto funcionario de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA, por sus siglas en inglés), «mi cabeza va a explotar si este contrato no obtiene la aprobación inmediata».
Al menos cinco de las líneas de investigación del comité del Congreso siguen explorando el acuerdo sin licitación de 96 millones para respiradores que ordenó Navarro, un acuerdo de 34.5 millones firmado por el Departamento de Asuntos de Veteranos que fracasó y terminó con un contratista que se declaró culpable de fraude, un contrato de mascarillas otorgado a un exfuncionario de la Administración Trump y la revelación de que FEMA había pagado millones a un contratista con un historial de acusaciones de fraude por tubos de ensayo falsos que eran inutilizables y antihigiénicos.
En una carta que describe los hallazgos del subcomité, a la que Diario16 ha tenido acceso, el demócrata James Clyburn, de Carolina del Sur, y los miembros del comité le dijeron al equipo del presidente Joe Biden que la falta de acción de Trump empeoró la crisis de salud.
«El presidente rechazó los llamamientos de los gobernadores para garantizar que el país tuviera suficiente [equipo de protección personal] y otros suministros para hacer frente a la crisis, lo que provocó una grave escasez y obligó a los estados y ciudades a competir en el mercado abierto», afirma la carta.
El comité pidió a los funcionarios que supervisan la FEMA y al Departamento de Salud, junto con el director de los Archivos Nacionales, que proporcionaran registros que detallasen las acciones de Navarro y las circunstancias detrás de varios contratos cuestionables otorgados en respuesta a la pandemia.
«En ausencia de un plan nacional coordinado, varios funcionarios de la Casa Blanca siguieron enfoques ineficaces y ad hoc para adquirir ciertos suministros. Documentos obtenidos recientemente muestran que los funcionarios de la Casa Blanca presionaron a las agencias federales para que emitieran contratos no competitivos para ciertos ingredientes farmacéuticos y otros artículos, algunos de los cuales no estarían listos durante muchos meses o incluso años, incluso cuando la escasez de mascarillas quirúrgicas, guantes de nitrilo, batas y otros artículos continuaron», señalaron los miembros del subcomité.
El acuerdo de respiradores con Airboss Defense Group, una subsidiaria de la compañía canadiense Airboss of America, levantó sospechas. Los registros que la empresa proporcionó al Congreso indican que la compañía utilizó a un consultor influyente para conectar a Navarro con el director ejecutivo de Airboss, Patrick Callahan.
El general retirado del ejército de cuatro estrellas John Keane, a quien Trump había condecorado, se acercó a Navarro en nombre de Airboss y la compañía tuvo una reunión telefónica con el grupo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca, según muestran los correos electrónicos.
Estos emails indican que la empresa entregó un lote inicial de respiradores a FEMA antes de que se adjudicara ningún contrato, y la empresa aumentó su producción con la promesa de que la Casa Blanca y Navarro harían oficial un contrato. Los correos electrónicos indican que se esperaba que la empresa recibiera el pago por adelantado en el momento de la firma del contrato. En Estados Unidos, el gobierno federal generalmente no paga hasta que se acuerda un contrato y se entrega un producto.
Según el Subcomité del Congreso, la empresa matriz de Airboss casi triplicó sus ventas en gran parte debido a los acuerdos que Navarro ayudó a negociar y vio un incremento de 12 millones en beneficios de abril a junio de 2020.
En una negociación de contrato por separado, esta vez para productos farmacéuticos genéricos, Navarro presionó a FEMA y a los funcionarios que lideraban el esfuerzo para reforzar una reserva nacional agotada para otorgar un acuerdo potencial de 354 millones a Phlow para fabricar ingredientes de medicamentos. En un correo electrónico en el que presionaba a los funcionarios de BARDA, Navarro escribió:
«Esto es una farsa. Necesito que PHLOW se dé cuenta el lunes por la mañana. Esto se está jodiendo. Vamos a mover esto ahora. Tenemos que accionar el interruptor y no pueden moverse hasta que tú lo hagas. Financiamiento COMPLETO como discutimos».
Los demócratas del subcomité señalaron que Phlow nunca antes había recibido un contrato federal y se había incorporado solo un par de meses antes, en enero de 2020.
