El exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha abierto el último congreso de la historia del Convergencia Democrática de Cataluña pidiendo perdón por los errores cometidos por su partido. “Tenemos que pedir perdón y liberarnos de hipotecas del pasado” ha asegurado, aludiendo de manera velada a casos como el presunto legado que el expresidente Jordi Pujol escondió durante años en Andorra.
Trias ha reivindicado el legado de CDC como reformador de Cataluña y de la política española, y no ha dudado en adular a Pujol “Ha sido mi referente político” y ha recordado que tuvo un papel determinante para situar a Artur Mas como su relevo al frente de la formación y de la Generalitat.
Trias ha explicado que afronta el congreso con una mezcla de “tristeza y esperanza” por acabar con los 42 años de historia que tiene el CDC, pero también esperanza por las expectativas que se abren con la nueva formación.
El exalcalde ha escenificado la necesidad de superar una última etapa en la que el partido se ha visto vinculado de manera constante con los problemas con la justicia de la familia Pujol. Trias ha pedido a la militancia que trabaje para que la nueva formación siga siendo un referente de Cataluña y necesaria para los catalanes y ha recordado que “hemos hecho un trabajo extraordinario” y que esta renovación de estrategias se tienen que hacer con “capacidad de rectificar, de perdonar y de no perder la esperanza”.
Trias ha cargado contra el Estado por el hecho de que el expresidente Artur Mas y las exconselleras Irene Rigau y Joana Ortega estén a un paso de ir a juicio por el proceso participativo del 9 de noviembre, afirmando que “han sido perseguidos por la justicia”.
