Todo va a ir mejor

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Hoy es el Día Internacional contra la LGTBIfobia y aún queda mucho por hacer.

La sociedad y la cultura evoluciona a pasos agigantados – cuando la dejamos hacerlo – gracias a la lucha de muchos colectivos que son los que realmente impulsan que las leyes y, sobre todo, las mentalidades vayan ampliándose y dando cobertura a las múltiples realidades que nos rodean.

La visualización y normalización de este colectivo ha sufrido una evolución inmensa, sobre todo a lo largo de este siglo XXI; y, aun así, queda todavía mucho por conseguir.

Por desgracia, todavía se siguen publicitando terapias que se supone que curan la homosexualidad. Por desgracia, se siguen perpetuando los mitos y las falsas creencias sobre las familias homoparentales (con padres del mismo sexo) y sobre los homosexuales. Por desgracia, se sigue necesitando el diagnóstico de una enfermedad mental (la disforia de género o trastorno de la identidad sexual) para poder acceder al cambio de sexo – a excepción de Andalucía, en la que se aprobaba una ley que eximía de dicho diagnóstico para acceder al reconocimiento de la transexualidad, entre otros reconocimientos hace ya casi dos años -. Por desgracia, todavía queda mucho camino por recorrer.

Aunque todo ha evolucionado y es mucho más común encontrar referentes del colectivo LGTBI en los medios de comunicación, siguen siendo muchas la personas que, más allá de la existencia o no de discriminación (social, laboral, educativa,…) viven con sufrimiento su sexualidad o conservan el sufrimiento del pasado.

El haber sufrido insultos, acoso o abusos; el temor a la reacción de familia, amigos y personas cercanas; el miedo al qué dirán; la angustia de adentrarse en algo que se desconoce… son algunas de las razones que llevan a que la sexualidad se viva como un problema y pueda ser, a su vez, la razón de que se desarrolle ansiedad, depresión u otros problemas o trastornos de tipo psicológico.

Los problemas relacionados con la sexualidad pasan, en su gran mayoría, por la falta de aceptación de uno mismo, más allá de la aceptación las preferencias sexuales, el sexo o la sexualidad. Es por ello que trabajar la autoestima, la individuación y a la autoaceptación es el primer paso que tenemos que realizar con las personas que viven la homosexualidad, la transexualidad o la bisexualidad como un problema.

A continuación, os dejo un vídeo de la asociación Galehi de familias LGTB, en el que se hace un repaso por lo que pasan y sienten y cómo viven la aceptación de su sexualidad las personas y sus familias.

En el vídeo, titulado «Todo va a ir mejor» se hace un breve acercamiento a las vivencias antes y después de lo que popularmente se conoce como «salir del armario».

1 COMENTARIO

  1. La homofobia es una realidad. A dos amigos les golpearon e insultaron cuando iban paseando, ni siquiera eran pareja, y a día de hoy, 10 años después, nadie ha sido detenido ni enjuiciado por ello. Es una pena que cosas así pasen.

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