El Partido Nacional Escocés, SNP, liderado por Nicola Sturgeon, ha conseguido formalizar una coalición de gobierno con el Partido Verde. Ayer anunciaron su compromiso para avanzar en la convocatoria de un nuevo referéndum de independencia, cumpliendo así con la promesa electoral que hiciera Stugeron. Los verdes necesitan respaldo de su militancia el próximo 28 de agosto, aunque todo queda ya bastante hilado.
La fecha máxima para la celebración de esta consulta popular se marca en cinco años. Será una de las prioridades del ejecutivo, junto a sus compromisos para la lucha contra el cambio climático, prioridad de los socios del gobierno independentista.
De los 129 escaños Sturgeon obtuvo 64, quedando a uno de la mayoría absoluta. Los Verdes obtuvieron 8. En ministerios, el apoyo de los ecologistas se traducirá en dos carteras.
Sturgeon ya lo anunció mientras estaba al frente del gobierno: volvería a plantear un referéndum de independencia a sus conciudadanos, puesto que el Brexit había configurado un nuevo panorama, y los escoceses tenían el derecho a elegir si querían seguir a Reino Unido o luchar por permanecer en la UE.
Boris Johnson, primer ministro británico advirtió a Sturgeon de que el referéndum ya se había llevado a cabo en el año 2014 y que esa sería la última vez que los escoceses se pronunciasen sobre su independencia.
Sin embargo, el 62% de los escoceses votaron en contra del Brexit, por lo que se estaría forzando a una mayoría de la población a salir de la UE sin sentirse parte del proyecto que defendió Johnson.
El panorama es interesante: ¿qué dirá ahora la UE? ¿Recibirá con buenos ojos este referéndum promovido para que ciudadanos europeos puedan seguir siéndolo? ¿Mirará para otro lado y los dejará tirados?
Parecía imposible que Reino Unido abandonase la UE. Pero lo hizo. Johnson echó un pulso y lo ganó. No está en prisión por ello.
¿Qué harán con Sturgeon, que ha sido la formación más votada y que ha conseguido configurar gobierno para, entre otras promesas, convocar un nuevo referendum? ¿La procesarán?
Mucho me temo que Escocia tendrá referéndum, y que muy posiblemente esta vez los independentistas tengan un resultado mayoritario. Y no sería descabellado pensar que la UE mirará con buenos ojos la integración escocesa, porque es precisamente este tipo de población la que configura la Europa del siglo XXI.
Y todo esto, qué duda cabe, dibujará el panorama para Cataluña y España, pues muy seguramente a la UE lo del referéndum y la independencia empezará a encajarle mejor que hasta ahora.
Según la legislación británica, el propio Johnson puede acabar en la cárcel si lo prohibe, aunque también puede interesar a su partido hacer ver que esa consulta no está avalada por una mayoría legal e interesada en tal referendo. La diferencia entre la pasada consulta y la posibilidad de ésta es esto precisamente. Antes sabían de antemano el resultado porque allí los sondeos son claros y concisos, por esta razón no había riesgo y no les preocupaba si contaban con apoyos suficientes. Pero es justo al contrario de ahora, cuando sí tienen asegurada la vitoria y interesaría al gobierno de Londres difuminar el interés general no preguntando en la calle. No sé si me expliqué o explicuve…
Pués al hilo de la legalidad, de la vigente legislación, española o británica al respecto de los derechos civiles, tanto allá como aquí este derecho está en ambas constituciones. El caso es que allí toman estos derechos muy en serio y jamás a un juez se le ocurriria admitir una causa contra ellos, y si fuese el tribunal supremo el que admitiese una causa contra ellos, asentando jurisprudencia contra algún derecho universal, como en el caso español, ese juez no amanecía en su cargo, porque allí no hay nadie por encima de la ley. Ni siquiera LA REINA, y por ello su actitud es siempre intachable.
Para los pringaos que aplauden el fascismo institucional español, con cuchara.