Y para inocentada, el 28 de diciembre, las primeras lecturas de la documentación final del Brexit. Un grupo de incompetentes resulta que han hecho un corta/pega de un refrito de normas viejas y a todos les ha parecido bien. Todos han firmado para la foto, sin preocuparse de lo que firmaban.

Se han ido al traste las euroórdenes sin nada que las sustituya, más que algunos tratados que es preciso desarrollar desde cero. Lo mismo sucede con la protección de datos o la ciberseguridad, y parece que, además, por su analfabetismo digital, no han pasado de Netscape, lo que será un problema añadido, al haber de duplicar servicios de DPD o representantes legales.

El día 29 de diciembre, es el día que empieza, de verdad, la recuperación. Se ponen masivamente las primeras vacunas en las residencias de ancianos; vacunas que han sido financiadas, compradas y repartidas desde la Unión Europea. Es la primera vez que ésta funciona como central de compras, y lo ha hecho bien. Otra cosa es que vuelve a salir la táctica de apropiarse de los logros y culpar a Bruselas de los fracasos, que hemos visto con todos los partidos; quitando descaradamente el logo EU y poniendo el del Reino de España, para las fotos. Pero España, en el tema de la vacuna, ha pintado más bien nada. Tampoco ningún gran medio ha señalado tan crucial detalle.

El día 30 de diciembre, aparecen las fotos de los políticos autonómicos y locales con los ancianos vacunándose. Vacunas que no han pagado ellos y que hasta el momento, sea por acción u omisión, han sido cómplices de las escabechinas de nuestros mayores que hemos sufrido este año. En el Reino Unido, los hospitales, a pesar de las vacunas, entran en la fase “catástrofe”.

También, por la noche, se llega a un acuerdo sobre Gibraltar; similar al de Irlanda del Norte. Con el principio de acuerdo entre Londres y Madrid, Gibraltar tendrá controles Schengen en el puerto y el aeropuerto.

Lo que no dicen los medios españoles es que la UE desplegará agentes de la agencia europea de fronteras (Frontex) para dichos controles (no son funcionarios de policía dependientes del Reino de España). Se prevé que su función dure cuatro años.

Dia 31, Es el día que nos damos cuenta de que el Brexit ha sido algo más. Ha sido un verdadero divorcio. Los veintisiete han actuado en todo momento como un solo hombre; no ha habido ni matices ni deserciones. También la ciudadanía se ha desligado emocionalmente de los ingleses. Divorcio de mutuo acuerdo, sí; pero sin ganas de que vuelvan nunca más.

Ha sido también un aviso para navegantes a los países indisciplinados internos. Ahora Europa es mucho más fuerte y cohesionada. Inglaterra era uno de los grandes, y a la Unión no le ha temblado el pulso. Los euroescépticos, nacionalistas estatalistas, lo tienen peor.

Y el sexto día, 1 de enero de 2021 es el que te dicen que a partir de hoy el «roaming» (la no aplicación de coste de itinerancia para conexiones móviles y de datos) ya no se aplicará en Reino Unido, por lo que quienes decidan viajar al país tendrán que consultar las condiciones con su compañía telefónica: deberán conocer si se verán obligados a pagar tarifas más altas -o desconectar su itinerancia de datos- o, por el contrario, si la operadora puede poner a disposición de sus usuarios una tarifa que no añada costes adicionales, algo que ya han anunciado varias compañías.

Y es sólo el primero de los avisos, vamos a necesitar pasaporte en regla desde Octubre y entraremos por la misma cola que los ciudadanos de Albania o Pakistán; pasaremos controles que habíamos olvidado y para ir a estudiar a Inglaterra, hará falta pedir un visado.

Y para nuestras exportaciones, necesitaremos pagar un gestor allí, que agilice el inmenso papeleo que se va a generar. El único consuelo es que para ellos va a ser igual.

En fin, seis días y siete noches trepidantes que entrarán en nuestra historia.

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