El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso le ha espetado al presidente del Partido Popular, Pablo Casado: «Sois un libro viejo, siempre lo mismo: ETA y Cataluña». La crítica destructiva y cargada de falsedades del Partido Popular, ausente propuestas serias que no sean «contigo no», dejan en evidencia las prioridades de la derecha española que se encuentran muy lejos de darle solución a la crisis por la pandemia.
Y es que ya se sabe hace tiempo que el Partido Popular no sabe vivir sin ETA, para bien o para mal. Para bien, para ellos, cuando les conviene o convenía, que llegaban a acuerdos con la banda terrorista, que no es Bildu, y ahora, que simplemente Bildu, no ETA, decide apoyar los presupuestos de Sánchez, para mal, ya no interesa.
De todos es conocida la doble moral de la derecha, ningún pudor tienen en defender lo que haga falta y, lo contrario en cuestión de segundos. Cada día queda más claro cual es el objetivo de Casado: Desgastar al Gobierno de coalición y está en campaña electoral permanente desde la toma de posesión de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
Así, Casado, que comienza a parecer desesperado a medida que se acerca una aprobación clara de unos presupuestos que van a allanar el camino de salida de la crisis socioeconómica provocada por la COVid-19, se dirigió a Sánchez en tono chulesco y afirmó que «los españoles no pueden dormir tranquilos con usted».
El presidente del Gobierno ya no entró en más detalle, y le advirtió al líder popular que «cuánto más tarden aceptar esta derrota, más derrotas tendrán».
Así, si de algo ya no cabe la menor duda es que Casado no presenta alternativa a nada, con su «no a todo»; con el argumento de ETA y Cataluña, con ese discurso de patriotismo rancio siguiendo los pasos de Santiago Abascal, el líder popular tiene más interés en derrotar al Gobierno que en darle una solución a los ciudadanos que sufrieron, sufren y sufrirán las consecuencias de la pandemia.
