Cuidar de tu salud emocional y bienestar es más importante que nunca. Esta recomendación nace desde las entrañas de los miles de familiares que han perdido a consecuencia de la actual pandemia. El fin no se conoce o definitivamente llegó la obligación de considerar el Cambio Climático no como un tema de escritorio de la ONU y sus instituciones. Si como una guerra contra un enemigo común.
Desde los lugares más alejados o ciudades modernas crece el llamado ineludible que compromete a todos, más allá de ideologías, porque inclusive su existencia también están en peligro. La pobreza del mundo ha crecido tanto que no hay forma de contrarrestar la destrucción del planeta sino se apuesta por la VIDA.
Son numerosas las instituciones que inciden en las consecuencias de la pandemia. Expertos de Cigna, por ejemplo, han reunido una variedad de recursos de expertos, colaboradores comunitarios y otras fuentes confiables. Desde consejos prácticos para la educación en el hogar hasta cómo enfrentar la pérdida del empleo, ayuda a manejar este momento y los futuros.
La pandemia ha generado una serie de temas que requieren la colaboración de especialistas o de personas con la voluntad de compartir sus conocimientos. Son temas vitales: Ansiedad. Autismo. Regreso a la escuela. Apoyo para personas codependientes, Recursos comunitarios. Violencia doméstica. Trastornos alimenticios. Familia – crianza – maternidad, dolor y pérdida. Recursos para trabajadores del cuidado de la salud.
Todo ello es también Salud mental. Manejo del estrés. Regreso al trabajo. Apoyo para la recuperación del uso de sustancias y la adicción. Prevención y concientización sobre el suicidio…
La globalización ya sepultó viejos mitos, leyendas y prejuicios sobre la Salud Mental. Aumentan las voces sobre las ventajas económicas y sociales de sumar esfuerzos por entender que no hay Salud sin atención prioritaria de la Salud Mental.
La guerra comercial entre EEUU y China, incluyendo la India, tiene como uno de los ingredientes la promoción de la medicina alternativa, que se nutre de las viejas prácticas e insumos de las poblaciones nativas.
El Banco Interamericano de Desarrollo nos ofrece un extenso aporte de Patricia Jara, quien resume con el título: Solo la mitad de los pacientes toma bien sus medicinas y remarca que “hay un área donde hay que poner especial cuidado en seguir el tratamiento adecuado es en la salud mental”.
Desde Chile surge la interrogante: ¿“Es altamente probable que en el futuro la humanidad se encuentre con otras especies de virus”?
El nuevo SARS-CoV-2, que inició en la ciudad de Wuhan, ya afecta a personas en todo el mundo. Con los más de 120 mil casos en 3 meses, no era de extrañar que la Organización Mundial de la Salud (OMS), haya declarado este nuevo virus como una pandemia a nivel mundial.
¿Es posible que nos enfrentemos a futuro con nuevos virus como el Covid-19?.
Es altamente probable que en el futuro la humanidad se encuentre con otras especies de virus. Desarrollar modelos con nueva información genética y nuevas características es lo más propio de los seres vivos porque estos cambios aseguran que la vida se mantenga, y los virus teniendo poco material genético, con pequeños cambios pueden generar grandes cambios en su hacer.
Los avances de la civilización, la deforestación, y otros cambios, pueden significar que las especies de seres vivos debamos adaptarnos o desaparecer, lo que significa extinción.
En diversas partes del mundo se ha observado que animales silvestres se han acercado a las urbes por la menor circulación de personas en las ciudades ¿Por qué sucede esto?
Este comportamiento es absolutamente natural en los animales. Muchos de ellos viven con nosotros en las ciudades, aves como los chercanes, chincoles, palomas, jilgueros, tiuques y peucos, por nombrar algunos.
Las plazas de cualquier ciudad son un claro ejemplo, incluso en las más grandes, siempre encontraremos animales, aves es lo más frecuente en Chile, Perú… pero en otros países pueden ser mamíferos como ardillas y en otros reptiles como iguanas.
Si en el diario vivir encontramos animales «compartiendo» lo que consideramos nuestros espacios, al reducir nuestra presencia y haber menos ruido, el espacio queda libre para ser colonizado por otros.
¿Es posible que estos animales traigan nuevos virus o enfermedades consigo?. Si consumimos carnes de animales domesticados como ganado ovino, caprino, etc, siempre existe el riesgo de que nos infectemos de algún parásito o virus, excepto que sea un animal 100% controlado en su alimentación. Las posibilidades de que desde ese tejido animal nos infectemos por un patógeno o un virus se elevan.
Esta situación de riesgo debiera hacernos reflexionar de lo que somos, y lo que queremos ser, de la importancia de proteger a los que queremos, nuestros padres, abuelos, hijos, amigos, valorar lo que tenemos.
Recuperar algunas cualidades que los seres humanos hemos perdido con el paso de los años, la solidaridad, el respeto por el otro, reducir el individualismo que nos enceguece y que nos hace resistir y hacer esfuerzos por mantener privilegios que estimamos nuestros, ganados y no estamos dispuestos a ceder.
– ¿Cómo se puede preparar un país para este tipo de situaciones?. Se preguntan desde Santiago de Chile, Lima, Buenos Aires, Quito, Bogotá.,,
Es difícil prepararse para una situación como la que estamos viviendo con el covid19, porque los países pobres y pequeños como los nuestros siempre deben estar reaccionando a problemas como terremotos, inundaciones, erupciones, etc., y de esa manera se puede justificar el dinero destinado.
La única forma en que un país pueda prepararse es que se proyecte que ocurrirán ciertas catástrofes y los políticos estén dispuestos a invertir en esa prevención-
Se menciona que un país escandinavo tenía respiradores de apoyo, del tipo que sirve para salvar pacientes covid19, en número suficiente, pero se trata de un país de los que hoy llamamos primer mundo y tener equipos es parte de sus estrategias de defensa, concluye la investigación de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Santiago.
La OMS estima que el número de personas con depresión o ansiedad, las enfermedades mentales más comunes del mundo, aumentó de 416 millones a 615 millones entre 1990 y 2013. Esta cifra podría seguir aumentando debido a las múltiples emergencias humanitarias a nivel global, que generan depresión y ansiedad en 1 de cada 5 personas. Datos recientes son escasos-
De acuerdo al National Institute of Mental Health solo la mitad de los pacientes con enfermedades mentales recibe un tratamiento adecuado. Una encuesta en Francia encontró que 15% de ellos admitió finalizar su tratamiento antes de lo indicado y 22% redujo la dosis prescrita.
Se estima que en EEUU cada dólar invertido en el tratamiento para la depresión y ansiedad rinde 4 dólares americanos en ganancias en salud y capacidad de trabajo. En México, la tasa de retorno en beneficios económicos y de salud por cada peso invertido sería de 3.3 a 5.7.
Innovación: en la era de la salud digital, surgen otras terapias, tratamientos, y nuevas respuestas. Las dificultades económicas no son un tema menor. La OCDE estima que el gasto farmacéutico representa aproximadamente el 20% del gasto total en salud. Y la Salud Mental es una responsabilidad de todos, porque nadie está libre de esta amenaza.
