Hay cosas que son imposibles y, según eso, ya se va descubriendo lo que sí es posible o, mejor dicho, se va descubriendo lo que sí es real o solución real o camino que es verdadero en la realidad. Claro; pero LO IMPOSIBLE, eso, ha de saberse, porque es algo que ha de conocerse, ¡y siempre!, puesto que es algo que ha de advertirse y aprehenderse primero racionalmente por una consciencia. Sí, conocer imposibles es una deliberación o lucubración racional
Por ello, ahí, en tal base, no se puede con herramientas de oscuridad crear algo de luz o facilitar algo de luz en y para el mundo. Eso es evidencia pura, digamos, y es así como la evidentísima ley de la Gravedad. Por igual, no se puede con la inmovilidad hacer algo de movimiento. Sí, es como si esto estuviera avalado solo por lo inmanipulable, o por la no mentira.
Es claridad sobre claridad, solo, NO SE PUEDE ni nadie puede con herramientas de sinrazón seguir a la ética o a lo bien hecho, por mucho que lo intente; no, no se puede (de ninguna forma) cumplir nunca la ética ni nadie en el Universo siquiera puede el atribuirse racionalmente tener unos valores éticos o el decir que es algo ético sin el uso de la razón o ya usando sinrazón. Si lo hace alguno, ¡pues en claro cae en el neto error o se equivoca, o miente o manipula! (con sus obvias CONSECUENCIAS DE MALDAD, que las hay). Por eso, en el fondo y en el insoslayable contexto social, son tan importantes las herramientas de la no-mentira o de la razón-ética, por su utilización y por su realización, a la vez que se renuncian a las de la sinrazón. ¡Cierto!, en cualquier situación social.
Pero ¿cuáles son las herramientas de la sinrazón?
Pues únicamente éstas:
—Lo que no es racional.
—Lo que veta a lo racional.
—Lo que impide ser replicado racionalmente.
—Lo que se inventa normas a cumplir que no son racionales.
—Lo que se inventa formas conductuales a seguir que no son racionales.
—Lo que se sirve de algún poder o de decir o de imposición para pretender llevar la razón.
—Lo que haciendo pasar una no-razón por una razón triunfa socialmente.
—Lo que haciéndose pasar por algo bueno va quitando los espacios sociales a la razón (y, por lo tanto, a la ética).
No hay otras herramientas de la sinrazón, ¡ésas son!
Y ¿qué es únicamente tener razón?
Pues no tener «porque síes» ni contradicciones ni negacionismos de la realidad ni confusiones ni mecanismos de vetar réplicas ni imposiciones por respaldarse en algún poder *; además de un HACER o DECIR racionalmente impillable o indesenmascarable en su mostración racional y en su no complicidad con alguna sinrazón. Porque el tener razón siempre tiene que estar alejándose interminablemente de las herramientas que utiliza la misma sinrazón. Así es. Sí, en el delimitado tener razón no puede haber ninguna ayuda o colaboracionismo o consentimiento o pacto o favorecimiento hacia alguna sinrazón, sea la que sea (además de que nunca debe faltarle claridad y decentísima honestidad). Exacto.
*Y aquí solo se habla de poderen cuanto a poder contra el bien (que es el RELEVANTE contra la ciencia o contra el bien); por lo que únicamente poder es la capacidad de instalar una sinrazón-mentira en la sociedad, y así imponerla en el marco de su realidad
No obstante, y es preciso aclararlo, habría que decir que la peor sinrazón, la temible en irracionalidad-barbarie (que no tiene sentido de ninguna manera) es aquélla que da algo por hecho (incluso la razón), sí, es per se una imposición, un dictado, ¡siempre!, a la razón ya la da por hecha (por demostrada) antes de tiempo, a la Tierra ya la da por plana, a tal o cual ideología por incontestable o por perfecta, a una religión por incriticable, a la misma ciencia por «poseedora de la verdad», a cualquier apología de la patria por irrenunciable, a la izquierda política por instigadora o a la derecha política por despiadada, a la literatura válida por la que es leída por muchos, etc. Eso es, y ésa sinrazón crónica deriva casi siempre de algún tópico o frase hecha o frase interesada muy bien diseñada o adoctrinada socialmente; en tal manera que, la mentira, tiene así su bonito y sucio terreno abonado. También, lo que pasa es que, por alineación o por colaboración de muchos (por marketing de adictos a las sinrazones), utiliza siempre a la cultura (en su máxima imagen) para tener poder infranqueable, o bien utiliza a la política o las demandas dominantes para tener un fuerte poder o para estar protegida por algún poder ya determinado en la sociedad.
Por último, la sinrazón solo es sinrazón o solo lo es por dos vías, solo por dos: por finalidad o por procedimiento. En concreto, cualquier sinrazón lo es por finalidad, por lema, por intención, por proyecto o por «relato», por dar una cierta imagen social o, ya por el contrario, la sinrazón a diferencia lo es por un concreto procedimiento (CAMINO) en donde hay una carencia de coherencia (en sus dosis), una carencia de verificación real o una carencia de probación práctica. Aunque la sinrazón por finalidad (siendo la que más se utiliza) es muy difícil de desenmascarar como sinrazón; y daña más.
He ahí que, las buenas políticas o los buenos políticos, tienen esto en cuenta para solucionar algo con mínimos errores; y atienden mucho al procedimiento (más que a lo ideológico propiamente dicho), a un procedimiento claro que ha de ser inesquivablemente racional, objetivo, atrevido en rigor y que siempre PREVIENE en rigor, nunca temeroso o demagógico, tomando estrictas medidas en el «ahora mismo y punto», en racionalidad necesarias o solucionadoras de un problema específico.
