Hoy, sábado 13 de mayo, es la fecha elegida para convocar a la población a nivel mundial para que participe en distintos encuentros, manifestaciones y eventos donde se ponga de manifiesto la realidad que están sufriendo cientos de miles de personas afectadas por las vacunas contra el Covid-19.
Desde el colectivo «afectados por las vacunas» se ha publicado el siguiente manifiesto, con motivo de esta fecha:
«El 10 de octubre de 2022 Pfizer reconoció ante el Parlamento Europeo que la vacuna
COVID-19 nunca fue testada para frenar la transmisión del virus antes de salir al mercado.
Unos fármacos que ya hemos visto que no evitan el contagio ni la transmisión.
Hoy 13 de mayo de 2023 nos reunimos en plazas alrededor del mundo en homenaje a los afectados por las vacunas .
Este es un acto al que, de momento, ninguna organización ni institución oficial del mundo se va a sumar.
El sistema de salud pública invisibiliza y abandona a los afectados, salvo raras excepciones en las que sí se les reconocen los efectos adversos.
Por eso, decidimos celebrar una jornada a nivel mundial con acciones en las plazas, en las calles de cada pueblo o ciudad, para dar voz, apoyo incondicional, aliento y acogida a públicas, los invisibles, a los silenciados, a todos los que sufren las terribles consecuencias de las vacunas en sus vidas y se sienten solos, incomprendidos y abandonados.
Afectados somos todos, a un nivel o a otro, directa o indirectamente, bien en salud, en el aspecto social, a nivel psico-emocional, a nivel individual y a nivel colectivo. La mayor parte de la ciudadanía mundial ha sido sometida a la misma campaña de vacunación indiscriminada y masiva, con las mismas presiones, ausencia de información y coacciones. Y ahora, todos sufrimos las mismas consecuencias, también a nivel global: las mismas patologías, las mismas vidas perdidas, las mismas secuelas y el mismo daño en la sociedad que nos ha marcado a todos, de una u otra manera, sin excepciones.
Ya lo hemos visto pasar antes, por ejemplo con las víctimas de la Talidomida o de las vacunas del Papiloma humano, que ya sufrieron en sus vidas lo que ahora sufrimos nosotros.
Afectados los ha habido y habrá siempre, porque ninguna sustancia ni producto farmacológico está exento de riesgos. No todo puede sentar igual a todo el mundo y siempre habrá una porción de la población susceptible de presentar efectos secundarios o reacciones adversas a cualquier producto, como ha ocurrido, no lo olvidemos, con muchas otras vacunas previas a las del covid19. No obstante, con estas últimas, se han roto todas los récords dada a la ingente cantidad de personas afectadas que han dejado tras de sí.
Muchos ni siquiera sospechan que sus dolencias tienen que ver con estas “vacunas”.
Cabe preguntarse por qué, a día de hoy, se han incluido estos productos en los calendarios infantiles, por qué el ministerio de sanidad y las consejerías de salud han continuado fomentando la vacunación siendo conocedores ya de todos los efectos adversos que han ocasionado, llegando incluso a invertir fondos públicos en el desarrollo de una “vacuna española” y presentándolo como un gran logro. Y nos preguntamos:
¿Para quién?
¿Podrían hacer una declaración de conflictos de intereses todos los que han promovido las vacunas como ÚNICA solución?
¿Al servicio de quienes están?
¿De la ciudadanía, o de las grandes corporaciones farmacéuticas que los financian?
Necesitamos afrontar que, lejos de ser la solución que nos vendían campañas institucionales, medios informativos y todo el bombardeo mediático, estos productos han sido y son innecesarios, ineficaces e inseguros y sus secuelas se miden en un coste elevadísimo: vidas humanas, vidas truncadas que no volverán a ser las mismas.
Por eso estamos aquí hoy para romper el silencio, para poner de manifiesto el gran problema que nos han generado, para ser la voz de los que ya no están entre nosotros y no pueden hablar, para vernos reflejados en nuestros semejantes como lo que somos: afectados por las vacunas en todo el mundo; porque sólo reconociendo el problemas podremos trabajar para encontrar su solución.
Llevamos esta V roja en el pecho, cerca del corazón, que representa las Vidas que nos han robado, las Víctimas de las Vacunas, una V de Vulnerables, pero también de la Visibilidad que nos niegan, la Verdad que merecemos, el Valor con el que nos enfrentamos a cada día que pasa, de nuestra Voluntad por resarcir el daño causado y evitar que jamás vuelva a ocurrir algo semejante a nadie y sobre todo es una V de la Victoria en la que JUNTOS superaremos esto.
Sí, Afectados somos todos, pero a partir de hoy, dejamos de ser invisibles para convertirnos en indivisibles.
Dejamos de ser enfermos de segunda categoría para exigir:
– el reconocimiento de nuestra existencia y nuestros daños
– la atención y asistencia sanitaria que todos merecemos
– un trato digno, humano y adecuado de todos los profesionales médicos y de la sociedad en general.
– el alto de la censura y persecución en redes sociales
– el cese del silenciamiento por los medios de comunicación de nuestros casos,
– una investigación pertinente y depurar responsabilidades, a todos los niveles, de lo que
está empezando a parecer un verdadero crimen contra los seres humanos, ya no solo por las sustancias en fase de ensayo clínico conocidas como “vacunas covid” que nos inyectaron, sino por el mal trato y mal tratamiento que se está dando a la ciudadanía afectada en todas partes.
Hoy acaba una etapa y se marca el principio de otra: la de la unión ciudadana a nivel mundial en la defensa de nuestra dignidad, nuestra salud y nuestras vidas.
