Las bodegas manchegas protegen la sangre de esta tierra, aquella que hace que Castilla-La Mancha desprenda un olor inconfundible a aquel vino que atesoramos como uno de nuestros mayores orgullos nacionales. Sin embargo, junto al queso manchego y las sabrosas carnes de La Mancha, la literatura de El Quijote nos recuerda todo lo que le debemos a esta tierra. ¿Sabrías destacar lo que Castilla La Mancha le da ha dado al mundo? En este artículo subrayamos algunas de las producciones manchegas más importantes.


El viñedo más grande del mundo

Según el Informe de Comercio Exterior de Castilla-La Mancha, con un total de 437.hectáreas, la región es ya la comunidad española que realiza más exportaciones de vino. En concreto estamos hablando de un 22% del total, una cifra que no sorprende tras saber que la comunidad española posee ya el viñedo más grande del mundo. Tanto es el prestigio que el vino manchego ha conseguido en el extranjero que, tal y como podemos leer en este reportaje de El País, la garnacha (uva tradicional) ha sido la protagonista de los últimos 15 años donde premios internacionales, bodegas de prestigio y denominaciones de origen han dejado atrás los camiones cisterna para una elaboración más cuidada elaborada a medio camino entre la tecnología y la tradición. Encontramos entre las cooperativas más importantes a Virgen de las Viñas, en Ciudad Real que con 200 kilos de uva producidos al año se ha convertido ya en la más grande de Europa. ¿A qué países se destina su producción? Un 10% de la misma permanece en España mientras que el 90% de ésta es exportada a países como Francia, Italia o Alemania. Sin embargo, dada su importancia, ya es posible comprar sus vinos de alto nivel online en webs como Uvinum.

El histórico queso manchego, uno de los mejores del mundo

El vino no es el único orgullo de Castilla-La Mancha, también lo es el queso manchego que ya puede presumir de contar con su propia feria así como de ganar el premio a los cuatro quesos mejores del mundo (el Ibérico García Baquero, el Chisquero Curado, el Marantona Curado y el Don Apolonio). Es por ello que, la región celebró en La Solana (Ciudad Real) celebró el pasado mes de octubre una feria donde participaron hasta nueve queserías para hacer degustar a sus participantes la famosa delicia que es el queso manchego. ¿Alguna vez te has preguntado cómo se originó? Según afirman fuentes históricas, este regalo al paladar, proviene de la oveja de raza manchega, la cual proviene de tiempos remotos en los que los autóctonos cultivaban el pastoreo así como la producción del queso. De hecho, tal es la antigüedad de este queso que encontramos referencias al mismo en la literatura donde en el libro ‘Explotación y fabricación de leches, mantecas y quesos de diferentes clases’ de Francisco Balaguer y Primo (que podemos adquirir en Amazon) aparece un capítulo dedicado al queso manchego así como en la literatura de Miguel de Cervantes, en El Quijote, también se cita también la vinculación de este queso con la región.

El legado literario que dejó Miguel de Cervantes

Miguel de Cervantes (o ‘El Manco de Lepanto’ como también fue conocido) no sólo citó el queso manchego sino muchas más facetas de esta tierra que han ayudado a Castilla La Mancha a ser reconocida mundialmente. Y es que pese a que el escritor nació en Alcalá de Henares (Madrid) la región se convirtió en los escenarios principales protagonistas de su obra ‘El Quijote’. Cervantes, conocido por su afición al juego pero menos reconocido por ser el que le puso nombre al tan conocido juego de cartas blackjack por primera vez en su libro de Novelas ejemplares, se inspiró en algunas localidades como Herencia, villa centenaria que durante el octavo tramo del personaje representó el lugar del que el autor prefirió no acordarse. Así, como podemos leer en este artículo de Herencia.net, hubo lugares del pueblo (como la Parroquia Iglesia de la Inmaculada Concepción, el Convento de Nuestra Señora de la Merced y por supuesto, los molinos de viento) que llamaron la atención del escritor más importante de la literatura española y que fueron nombradas en su escritura. De ahí que aún se recuerde al escritor en forma de monumentos (como el que esculpió J. Gutiérrez en 1953), en calles, en la plaza pública y en museos como la Casa Dulcinea en El Toboso (Toledo) o el Museo del Quijote en Ciudad Real y en cosas quizá mas mundanas como en una partida de cartas.

La carne manchega, un lujo para los sentidos

Volvemos a la comida para mencionar la exquisita carne manchega pues, debido a su repercusión se ha convertido en otro de los productos estrella que nos ha traído la región. De hecho, recientemente se celebró en Tarancón la Feria de Alimentación de Castilla – La Mancha donde se pudo disfrutar de jamón de la región, quesos, aceites de oliva y por supuesto las carnes manchegas. Tanto nos ha traído Castilla La Mancha en cuanto a alimentación que ya se han inaugurado incluso restaurantes como Casa Elena donde el concepto slow food y el homenaje a la cocina manchega despliegan los menús de esta encantadora alternativa que aboga por el producto local: la carne de cordero de Mari Carmen Sierra (Alcázar de San Juan, Ciudad Real), la caza de Cárnicas Torrecaza (Santa Cruz de Retamar, Toledo) mientras que la de ternera viene de Dimas Sánchez (Yunclillos, Toledo). Y es que, tal y como podemos comprobar en este artículo, no existe mayor lujo para los sentidos que una caldereta de cordero manchego, una de las carnes más sabrosas que nos ha traído la cocina de esta región.

Sin embargo, no todo es comida y literatura, Castilla La Mancha también nos trajo cerámica pues existen seis mil años de ésta actividad en la región, especialmente en Talavera de la Reina conocida como ‘la ciudad de la cerámica’. Por otra parte, en el plano histórico no podemos olvidarnos de Toledo, mientras que en el teatro no podremos dejar de mencionar Almagro. Y tú, ¿qué consideras que Castilla La Mancha le ha dado al mundo?

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