PSOE y Podemos consiguen ponerse de acuerdo en una cuestión, el comportamiento melifluo de Ciudadanos respecto a lo que acontece en Murcia. Desde la formación naranja se afirma que quieren que el PP cambie de candidato y/o que haya nuevas elecciones. Hace pocos días eran ellos los que estaban decididos a presentar una moción de censura e incluso a negociar una nueva formación de gobierno con el PSOE murciano. Una vez que el PSOE ha dado el paso de presentar la moción de censura, que sería respaldada por Podemos, la formación naranja se olvida de la misma. El porqué se encuentra, según Inés Arrimadas, en que PSOE y Podemos están jugando a repartirse sillas.

Los partidos de la izquierda han estallado ante el cuñadismo de Ciudadanos. Ese querer aparecer como los salvadores siempre, como los que logran todas las cosas buenas que se generan en la faz de la Tierra y no querer mojarse nunca. Tanto la Gestora del PSOE como la Ejecutiva de Podemos les han acusado de esa actitud respecto a Murcia en sus respectivas ruedas de prensa. Mario Jiménez ha manifestado que existen dos partidos (PP y Cs) “enrocados que están generando inestabilidad”. No entienden en el PSOE la actitud de Ciudadanos que es calificada de “insostenible”. Para Rafael Mayoral de Podemos la posición de la formación naranja es “un verdadero escándalo pues quieren elecciones pero no acabar con la corrupción del Partido Popular”.

Jiménez cree que este “nuevo partido” que se presentaba como aquel que quería cambiar las cosas “ahora tiene la oportunidad de cambiarlas, pero con su posición impide que haya un nuevo gobierno que desbloquee la situación y de estabilidad a Murcia”. Desde Podemos tanto Mayoral como Idoia Villanueva recuerdan que Ciudadanos se caracteriza por presentar muchas PNLs (Propuesta No de Ley) sobre regeneración pero “no dan la cara al final”. En Podemos recuerdan que cuando se habla del partido conservador azul siempre se habla de la Trama Púnica, de la Trama Gürtel o cualquier otra trama. En Murcia se sabía todo lo que está saliendo ahora en los medios nacionales y Ciudadanos permitió que Pedro Antonio Sánchez fuese elegido presidente de la región.

Respecto a qué hacer en estos momentos. Desde el PSOE tienen claro que hay que apoyar la moción de censura contra Sánchez: “Hemos tomado la iniciativa y nos gustaría, como hace Podemos, que en ese paso que hemos dado estuviera Ciudadanos para iniciar el cambio político que necesita Murcia”. Jiménez entiende que la decisión de estar en la nada del partido naranjito es de una responsabilidad muy grave para con los murcianos y las murcianas. Mayoral y Villanueva entienden que lo primero que hay que hacer es echar a Sánchez y ver cómo solventar de la mejor forma la situación de inestabilidad generada por la trama corrupta murciana. No comprenden la actitud de Ciudadanos pidiendo que cambien al candidato cuando es el propio Partido Popular el que está corrompido por dentro.

Alberto Garzón, de Izquierda Unida, ha manifestado que él apostaría por nuevas elecciones. Pero tanto desde el PSOE como Podemos entienden que eso no salvaría la situación porque nada garantiza que el Partido Popular no presentase de nuevo al actual presidente. Por otro lado, Rafael Mayoral tiene “dudas sobre lo que va a hacer Ciudadanos desde el principio”. Siempre han jugado con ese amagar y no dar típico del cuñadismo naranja, pero en estos momentos desde Podemos quieren que se vaya el presidente y “que no tomen el pelo a la gente los chicos de Rivera. La pelota está en el tejado de Rivera”. Por tanto, los partidos de la oposición ceden todo el compromiso y la decisión a la formación naranja.

No sería de extrañar que si bien la ejecutiva nacional de Ciudadanos hoy se ha mostrado reacia a apoyar un gobierno del PSOE en Murcia, mañana mismo diga que igual sí lo apoyan. Hasta que no tengan claro en la sede de la calle Alcalá si les resulta favorable y pueden sacar tajada de ello no van a moverse. Esa incongruencia cuñadil es la que tanto está molestando a PP, PSOE y Podemos ya que impide negociar nada serio con la formación de Rivera. Es más, en petit comité las tres formaciones echan pestes del partido naranja por su indefinición y querer ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el funeral (esto estarían muy contentos de que se produjese en el PP).

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