En el anterior artículo publicado con el mismo título, detallaba, según el diccionario, el significado de la palabra y otras similares para hablar del derroche de dinero público en España, este es el tercer escrito sobre el tema.
¿Trenes bastante grandes o túneles demasiado pequeños?
La fabricación por parte de la compañía CAF de la nueva flota de anchura métrica para Renfe sufrirá un retraso de entre dos y tres años, a causa de un error en los gálibos de la infraestructura a la declaración sobre la red de Adif, en función de los cuales se iban a construir los trenes. De hecho, se ha detectado que, con las medidas publicadas en la declaración sobre la red, los trenes no cabrían en determinados tramos de la infraestructura. Esto hizo parar el proceso de inicio de su fabricación y empezó la investigación de la mejor solución, según un informe de Adif, Renfe y la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF).
Renfe publicó el enero del 2019 el pliego para la adquisición de 31 trenes de anchura métrica de acuerdo con los gálibos recogidos a la declaración sobre la red de Adif y, el junio del 2020, adjudicó a CAF la fabricación, después de un proceso de licitación que se vio afectado por la pandemia. Además de los 31 trenes para las líneas de anchura métrica de Renfe, gestionadas antes por FEVE en Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León y el País Vasco, el pedido incluía un segundo lote de seis unidades más para renovar íntegramente la flota de la línea madrileña Cercedilla – Cotos de Sierra, que hace más de 40 años que está en funcionamiento. El volumen total de la operación se situaba para CAF por encima de los 250 millones de euros.
Lógicamente el precio se encarecerá, hablar de entre dos o tres años antes de que los trenes estén a pleno funcionamiento, costará dinero al erario público, es decir, a los contribuyentes que lo pagaremos con nuestros impuestos no teniendo ningún tipo de culpa, como suele pasar siempre.
Es de suponer que tanto Renfe como Adif disponen de servicios técnicos altamente calificados para llevar a cabo los estudios preliminares y, posteriormente los definitivos del proyecto. La línea de la antigua FEVE consta de centenares de kilómetros por toda la cornisa cantábrica. El reconocimiento de todo el trayecto no se puede hacer desde los despachos. ¿Se ha comprobado todo el recorrido? ¿Se han tomado las medidas de todos los túneles? Es una prueba más del funcionamiento caótico de la obra pública en el estado español.
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha anunciado «ceses inminentes» tanto en Renfe como también en Adif para «asumir las responsabilidades» del error de las dimensiones de los trenes o de los túneles. En declaraciones a los medios durante una visita en el Ayuntamiento de Castro-Urdiales (Cantabria), Sánchez ha pedido disculpas a los ciudadanos cántabros y ha señalado que este viernes mantuvo una conversación con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, para compartir el «enojo y su indignación».
¿Qué pasó para que se encargaran unos trenes de mayor altura que algunos túneles? Es una de las preguntas a las cuales tendrá que responder la auditoría. Desde Renfe se ha defendido estos días que, en el pliego de licitación del concurso, tomó como referencia de las medidas de los gálibos de la llamada Declaración de la Red que publica Adif. Sin embargo, este documento no concreta medidas, sino que hace referencia a una orden ministerial de 2015 por la cual se aprueba la Instrucción Ferroviaria de Gálibos. Fuentes del sector puntualizan, sin embargo, que en esta instrucción se detalla que su ámbito de aplicación es para líneas nuevas o condicionadas, que no es el caso de las de Asturias y Cantabria.
Próximamente se producirán estos ceses, si no se han producido ya y, por tanto, darán las explicaciones, entonces ha dicho Sánchez, que ha encargado una auditoría interna tanto en Renfe como Adif para saber y conocer con todos los detalles el fiasco que deberán soportar cientos de miles de ciudadanos durante tres años más.
La antigua red de FEVE (trenes de vía estrecha de la cornisa cantábrica) de estas comunidades data del siglo XIX y sus túneles son más pequeños. De los 31 convoyes que se licitaron en 2020, 21 eran para Cantabria y 10 para Asturias con el objetivo de modernizar el servicio. El contrato también incluye 15 años de mantenimiento. Los primeros trenes tendrían que haber estado listos, en octubre de 2024 y ahora el Ministerio sitúa su puesta en marcha “en 2026″.
¿Qué deberán pensar, además de reírse, más allá del Pirineos de este nuevo y ridículo marrón, además de los otros dos anteriormente ya publicados?
¿Qué piensan ustedes, queridos lectores? Todo el dinero derrochado por incapacidad de la administración, es nuestro, pero a España solo le interesa saber lo que Cataluña se gastó en el referéndum y, juzgar y encarcelar a sus dirigentes. Si está demostrado que no se enriquecieron, según el juicio del Tribunal Supremo, no acabo de entender la acusación por malversación que pretende el juez Llarena y, si es por la razón que pienso, siento vergüenza de la justicia española.
Manel aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid siempre termina sus artículos con la misma matraca de los agravios hacia Cataluña y de la maldad del estado español y sus leyes de las que dice sentir vergüenza.
A mi sin embargo lo que me avergüenza es que en una de las pocas «democracias plenas» del mundo, en un país de los más descentralizados donde las minorías gozan de mayor libertad y derechos, unos fanáticos desde las instituciones de una comunidad autónoma perpetraran un golpe de estado que estuvo a punto de terminar en un conflicto civil entre catalanes y entre españoles.
PD. A la espera estoy de un artículo congratulándose de que España en 2023 vuelva a estar en podio de las «democracias plenas» puesto 22.
Muy por delante de países como Bélgica que ocupa el lastimosos puesto 36 con la categoría de «democracia deficiente».