Persecución judicial a la hermana de la pediatra a la que impidieron durante cinco años ver a su hija

La denuncia que desde hace semanas se lleva a cabo desde Diario16 con la arbitrariedad de la retirada de tutela de los menores a sus padres empieza a dar resultados que demuestran que dar voz a quien no la tiene a veces conlleva beneficios para la dignidad de las personas y, en este caso, de los niños y niñas.

Si hace unos días publicábamos la buena noticia de que, tras la denuncia en Diario16, una familia gitana iba a recuperar a dos hermanos de dos y diez años respectivamente, a los que seis policías les había arrebatado literalmente de las manos a sus progenitores, hoy podemos informar que la pediatra que estuvo cinco años sin poder ver a su hija, tras un procedimiento judicial irregular, ha recibido por fin el convenio regulador para la custodia compartida de su ex pareja.

Sin embargo, la hermana de esta Pediatra, Judith Martínez, que se implicó desde el primer momento en denunciar el abuso contra esta madre, está sometida desde hace años a un persecución judicial sin precedentes que ponen en entredicho el Estado de Derecho.

En el 2009, cuando la pequeña Thalia fue declarada en desamparo por los servicios sociales, tras quitar la tutela a ambos progenitores, pero dejar que la menor viviera con su padre, la tía de la menor, entonces de cuatro años, fue al Ayuntamiento de Vendrell a pedir explicaciones de por qué las mismas abogadas que trabajan para los Servicios Sociales municipales podían ejercer como letradas del padre de la niña, siendo juez y parte en el procedimiento. Según explica Judith Martínez a Diario16, “desde el Ayuntamiento se llamó a la Policía Local para echarme de allí, y también llamaron a las abogadas implicadas.”.

A partir de ahí, comienza el despropósito judicial contra la tía de la pequeña. Según nos cuenta, “la secretaria de la abogada denunció, que en ese mismo momento que yo estaba con la Policía Local, fui al despacho de las abogadas y que cuando me quiso cerrar la puerta, se hizo daño en la mano. Fue a hacerse parte de urgencias, donde el informe médico dice que hubo lesión en el brazo derecho y con pronóstico leve”, afirma.

Sin embargo, la secretaria la denuncia por lesiones, “pese a los partes médicos que dicen que esta mujer no tiene lesión ninguna”.

Un informe pericial que aporta Judith Martínez en el juicio indica que no hay lesión, pero la Fiscalía apoya el delito de lesiones y le acusa también de allanamiento de morada. Finalmente, el juez le imputa ese delito “sin que se me haya instruido”, explica la afectada, que denunció al perito de parte de la secretaria, “pero sólo instruye a la forense imputada y no a mi perito forense, por lo que se archiva el caso”, manifiesta.

Hoy al juez, según explica, “quiere juzgarme por delitos no instruidos en mi instrucción”. La Fiscalía le pide cuatro años de prisión.

Ante esta situación, Judith Martínez ha acudido a pedir ayuda a María Ángeles Carmona y al Observatorio de Violencia de Género.

Hoy su sobrina ya puede estar con su madre un fin de semana cada quince días y en breve se decidirá la custodia compartida. Mientras, ella sigue sufriendo por una situación injusta en la que luchó por su hermana y su sobrina.