Por algún motivo que no entendió, al médico investigador Boris Pérez se le asignó un biógrafo para escribir sus memorias. Tuvieron muchas sesiones y el biógrafo fue construyendo el libro. Lo que primero pensó en contar como una anécdota se convirtió en algo más serio y al final un capítulo del libro. Se tituló “Pequeñas Rebeldías”, y se dedicó a las reflexiones de Boris sobre las corbatas.

Boris no usaba corbata. Decía que la corbata como prenda de vestir es inútil, y que solo responde a una imposición que se hace a la sociedad para considerar elegante a la persona que la lleve. Para eso se inventan los protocolos, sobre los que la sociedad no ha podido decidir.

Hay trabajos en los que es imprescindible llevar corbata, porque se ha hecho ver a la sociedad que esa persona con corbata, por el solo hecho de llevarla, es seria y elegante. Hay incluso colegios donde, además del profesorado, el alumnado está obligado a llevar corbata a diario.

Boris no criticaba eso. Que cada quien haga lo que quiera. Pero, ¿realmente hace cada uno lo que quiere? Boris piensa que no. Se lleva corbata porque es elegante, y es elegante porque así se decidió por alguien en su momento.

Boris reconoce que ha tenido la suerte de poder no llevar corbata cuando comenzó a trabajar, y que después se pudo permitir el lujo de no ponérsela nunca. Tampoco la llevó cuando fue a recoger el premio Nobel.

“Lo entiendo”, dijo el biógrafo, “una manía”. Boris dijo que sí, que eso era, una manía, porque la sociedad utiliza esa palabra para restar importancia a las rebeldías ya sean grandes o pequeñas. Quizás lo haga por miedo.

“Qué manía la de esa chica de querer que las mujeres tengan derecho a votar y hasta a ir a la Universidad”; o también: “qué manía tiene esa persona negra de querer sentarse en los asientos del autobús que, como todo el mundo sabe, son para las personas blancas”; e incluso “qué manía con que las cosas se decidan por votación universal en las urnas”.

Y es así, continuaba Boris, porque el feminismo nace como una rebeldía ante una situación injusta; la lucha contra el racismo es una rebeldía por discriminar según el color de la piel; el estado democrático fue una rebeldía contra la dictadura. Todas son rebeldías.

“La mía es una pequeña rebeldía”, dijo Boris. De esta manera el biógrafo terminó de escribir el capítulo “Pequeñas Rebeldías”. El mismo día en que terminó de escribirlo, dejó también de usar corbata.

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Profesor Titular de Universidad de la Universidad de Cádiz, en el Departamento de Estadística e Investigación Operativa, adscrito a la Facultad de Ciencias del Trabajo. Ha sido Vicerrector de Alumnos de la Universidad de Cádiz (desde el año 2003 hasta el 2013) y Vicerrector de Responsabilidad Social y Servicios Universitarios de la Universidad de Cádiz (desde 2013 hasta 2015). Durante estos doce años, ininterrumpidamente, ha tenido entre sus competencias el Área de Deportes de la Universidad de Cádiz. Ha promovido la creación del Aula Universitaria de Fútbol de la Universidad de Cádiz, y en estos momentos ocupa el cargo de Director del Aula de Fútbol. Tiene el título de Entrenador Nacional de Fútbol con Licencia UEFA-PRO. Ha entrenado en las categorías Infantil y Cadete del Cádiz C.F. desde el año 2010 hasta la actualidad. Además, en el Cádiz C.F. ocupa el cargo de Coordinador de Delegados y Auxiliares de Fútbol Base desde el año 2014.

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