Eran las 19, 45 del jueves, cuando el Ford Focus se saltó un control policial en la avenida Diagonal de Barcelona, destrozándole la pierna a una agente de los Mossos. En el asiento de atrás yacía Pau Pérez, acuchillado hasta morir, por el autor material de atentado en Las Ramblas.

Los Mossos han declarado oficialmente a Pau Pérez como la víctima mortal número 15, de los atentados de Barcelona y El Cambrils.

Pau Pérez era vecino de Vilafranca del Penedès y esa tarde volvía en su coche de visitar a su abuela Paula en Barcelona. En el camino de vuelta a su casa se encuentra con el conductor de la furgoneta, que había huido de Las Ramblas, por el Mercado de La Boqueria y en la línea de metro hasta las proximidades por donde desafortunadamente circulaba Pau.

Los Mossos dispararon al coche, que consiguió esquivar el control policial y acabó aparcado frente al edificio Walden de Sant Just Desvern. El conductor, supuestamente Younes Abouyaaqoub, había dejado el cuerpo de Pau en el asiento de atrás.

Esta misma tarde Younes Abouyaaqoub ha sido abatido en un control en Subirats (San Sadurní en la carretera 243, kilómetro 16, por los Mossos.

Pau Pérez tenía 34 años y en su Facebook decía: “Soy una persona divertida, organizada y responsable. Me gustan los animales y los niños. Juguetón. Me encanta ver películas, salir con los amigos y conocer gente. Me interesa trabajar en países menos desarrollados ayudando a la gente y, si es posible, ver diferentes lugares y paisajes increíbles”.

Era una persona solidaria, sus familiares y amigos lo recuerdan como un hombre bueno, afable, divertido, apasionada por el fútbol.

Había jugado en varios clubes de fútbol. Marc Izquierdo, jefe de comunicación del FC Vilafranca, informó que Pau jugó de pequeño en las categorías inferiores del equipo cuatro años, y que de allí pasó al Agrupació Esportiva Moja, donde jugó dos años más.

«Nos sorprendió mucho la noticia al enterarnos de que se trataba de Pau, que había jugado toda la vida en el filial del club», explica Marc Izquierdo, jefe de comunicación del FC Vilafranca. «Estuvo en todas las categorías y luego se fue a jugar con sus amigos al club de Moja, un pueblo cercano»

En la actualidad practicaba fútbol 7 con los amigos. Tanto el AE Moja como el Atlètic Vilafranca transmitieron su pesar por lo sucedido a través de sus cuentas de Twitter, y el club rojiblanco, además, le rindió un sentido homenaje ayer.

Era la cooperante internacional. «Sus compañeros de equipo hablan de él como una persona solidaria, activa, fue a muchos países a ayudar, entre ellos Haití», En declaraciones a TV3, los amigos de Pau aseguraban, justo después de enterarse de la tragedia, que hablar de él era hablar «de una persona totalmente afable, simpática, que nunca levantaba la voz. Estar con él era siempre alegría».

«No era socio ni casteller pero venía a veces a ayudar en la pinya», explican desde Castellers de Vilafranca

Su interés por ser cooperante le llevo a colaborar sobre el terreno con varias ONG´S de cooperación internacional y otras entidades sociales. Realizó tareas solidarias en Haití, durante los desastres del terremoto que asoló el país en el año 2010, del cual por desgracia aún no se ha recuperado.

Su familia era muy conocida en el barrio del Poblenou de Vilafranca, su madre, Concepción, había sido profesora en una guardería municipal.

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