Ha sido prácticamente inexistente la información sobre lo que ha acontecido las últimas semanas en Canadá, donde miles de camioneros han tomado literalmente las carreteras para protestar por las medidas adoptadas por parte del Gobierno sobre la pandemia.
Canadá ha sido, junto a Australia, de los países más restrictivos en las medidas abordadas, limitando los derechos fundamentales de su población, generando un auténtico acoso a aquellas personas que han decidido no inocularse con los tratamientos experimentales de las llamadas vacunas contra el Covid-19.
De hecho, desde el Gobierno se llegó a reconocer que esto era una decisión para presionarles y conseguir así vacunar al máximo número de población posible. Lo cierto es que Canadá ha tensado tanto la cuerda, generando unos daños a la economía y a las relaciones personales, que al final, ha terminado por estallar.
Se describe la situación actual en Otawa como de «asedio», aunque las versiones sobre la violencia son contrapuestas. Si bien hay medios de comunicación que apuntan a grupos de extrema derecha como organizadores de estas movilizaciones, y apuntan a situaciones de violencia, por otro lado se pueden ver declaraciones de agentes de policía en redes sociales que niegan que se esté produciendo violencia. Altercados sí, desórdenes públicos sí. Pero violencia no.
Según recoge The Guardian, el alcalde de la ciudad de Otawa, Jim Watson, declaró el estado de emergencia ayer domingo y un exembajador de Estados Unidos en Canadá señaló que los grupos en Estados Unidos deben dejar de interferir en los asuntos internos del vecino de Estados Unidos.
El alcalde ha señalado que la declaración necesita apoyo de otras jurisdicciones y de distintas instancias gubernamentales.
Trump ha apoyado públicamente al convoy de los camiones «de la libertad», señalando a Trudeau como un «lunático de extrema izquierda que ha destruido Canada con los locos mandatos por el COVID».
El problema se está poniendo, a nivel de relaciones entre gobiernos, en el hecho de que se puisera en marcha una plataforma, GoFundMe para recaudar fondos que permitan hacer frente a las necesidades de las miles de personas que se están uniendo a las manifestaciones. Se plantea como una posible injerencia externa, ya que se estaría financiando y apoyando esta movilización con dinero que proviene de otros territorios externos a Canadá.
El Fiscal General de Texas, Ken Paxon ha afirmado en redes sociales que «Tejanos patriotas donaron a la noble causa de los camioneros canadienses».
En España
En España ya están organizándose marchas similares a esta, haciendo convocatorias a través de este canal de telegram:
Obviamente las protestas no son violentas, si así lo fueran ya habrían salido en los medios.